36. Sabía que Este Día Llegaría

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Mediados de diciembre

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Mediados de diciembre

Me esfuerzo, entreno fuerte, corro como si se me fuera la vida en ello, lo doy todo en los minutos que tengo para jugar, pero no sirve de nada. El míster tiene a sus elegidos y yo no soy uno de ellos. Cada día tengo más claro que tengo que salir de aquí, que tengo que irme a otro equipo. Y no es por dinero, yo lo que quiero es jugar. Sé que no voy a terminar la temporada en el Real Madrid. El mercado de invierno se abre el 1 de enero, y me gustaría aprovechar la oportunidad y fichar por otro equipo. He hablado con mi representante y tengo varias ofertas de equipos españoles y extranjeros, la última es del Nápoles, y tiene buena pinta. Pero antes de decidir nada, tengo que hablarlo con Andrea, ella es mi mujer y las decisiones las tomamos entre los dos. Sé que cuento con ella y que se vendrá donde yo vaya, pero es algo que tenemos que pensarlo y mucho. Sería cambiar radicalmente de vida y no sé hasta que punto eso nos puede afectar. 

Andrea. Pienso en ella y no puedo evitar sonreír. Nos hemos adaptado tan bien el uno al otro. De una forma natural. Es como si la hubiera estado esperando toda la vida, y ahora que la he encontrado no la pienso dejar escapar jamás. Me encanta recogerla e irnos los tres a casa. Preparar la comida, comer juntos, hacer las cosas de la casa, salir, ir de compras, visitar a nuestra familia...y disfrutar de los momentos que estamos a solas, momentos románticos y apasionados que hacen que cada día me enamore más de ella. Nunca había sentido por nadie lo que siento por Andrea. Es un amor tan fuerte. Ahora mismo voy andando a su despacho para preguntarle cuando termina. Normalmente recojo a Erica de la guardería y mientras Andrea viene, nosotros la esperamos en la cafetería o damos un paseo por Valdebebas para que yo pueda presumir de hija. Porque si, Erica es mi hija. Y lo digo sin ningún tipo de problemas y en voz muy alta. Mi corazón y mi alma lo sienten así. Es mi niña desde el momento en que nació.

Llego al despacho de Andrea y llamo a la puerta. En pocos segundos ella me abre. Cuando me ve me sonríe.

- Hola preciosa -la saludo dándole un beso en los labios

- Hola amor, ¿Qué tal el entrenamiento? -me dice abrazándome. Esta muy guapa con su bata blanca y con su largo pelo recogido en una coleta. 

- Muy bien. Un poco cansado, hoy ha sido más físico que balón

- Bueno, luego te doy un masaje...

- Ay si, que tengo calambres en mis partes nobles-la abrazo y voy a darle un beso riéndome cuando llaman a la puerta. Andrea se separa y va a abrir.

- ¿Andrea Martín? -pregunta un mensajero apareciendo por la puerta

- Si, soy yo -contesta ella algo sorprendida

- Esto es para usted -el chico le tiende un sobre bastante voluminoso y después de firmar, se despide y se va

- Que raro. Es un despacho de abogados de aquí de Madrid -dice Andrea leyendo el remitente. Mira el sobre y empieza a abrirlo. Dentro hay muchos folios. Empieza a leerlos y se lleva las manos a la cabeza horrorizada

Te esperé toda una vida (Cross 3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora