Isco Alarcon siempre ha deseado formar una familia como la que tienen el resto de sus amigos. Desengañado por su última relación se promete a si mismo que la próxima persona que pase por su vida, será la definitiva, la futura madre de sus hijos.
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MediadosdeMayo
Sólo faltan 5 minutos para que termine la final de la Europa league. El partido va 1-1. Yo estoy de los nervios. Nos vamos a la prórroga. Y odio las prórrogas. El resto de familiares estamos igual. Mi niña y yo animando a su padre como locas. Tanto sus padres, su hermano y nosotras, llevamos puesta la camiseta de Isco. Mi marido está haciendo un partidazo. El gol del Getafe ha sido gracias a un pase suyo. No ha parado de correr, de hacer pases magistrales, de robar balones, de defender...El partido en general ha sido bastante bonito, con ocasiones para ambos equipos. Lo que se espera de una final.
- ¡Madre mia! -me dice Antonio, el hermano de Isco- otra media hora más, si no me quedan ni uñas...
- Ya, pero bueno. Es media hora más para intentarlo, yo creo...
Escucho a nuestra afición gritar como loca y ponerse de pie. Miro al terreno de juego y mi corazón late muy deprisa. Isco acaba de robar un balón en el centro del campo al central del Sevilla. Corre hacia la portería como si se le fuera la vida en ello. Está solo. El resto de jugadores se habían quedado para defender el resultado. Isco le hace un recorte a un defensa del Sevilla que venía directamente hacia él. Y sigue avanzando solo. Quedan pocos metros para alcanzar la portería. Tiene tantas opciones de tiro que no tengo ni idea con cual va a sorprendernos. Isco sigue avanzando. Y hace lo que sólo él sabe hacer, porque mi marido tiene magia en sus botas. No se lo piensa y chuta el balón desde fuera del área. Hace una parábola bastante abierta. Contengo el aliento y lo dejo salir poco a poco cuando veo que el balón traspasa la esquina de la portería y se cuela limpiamente en ella. Gol. Ha sido gol. Me quedo parada mirándolo. Antonio y yo nos abrazamos gritando como locos. Mi suegra con la niña en brazos le levanta sus manitas gritando también. Toda la afición del Getafe en pie. Esto es una locura.
Y lo veo venir. Veo venir a Isco corriendo hasta nuestra grada. Suerte que estamos en las primeras filas. Viene con una sonrisa en los labios que no se me va a olvidar en la vida. Se acerca hasta nosotros y creo que sé lo que va a hacer. Me muevo un poco entre los asientos. Cada vez estamos más cerca. Y cuando lo tengo delante, coge mi cara entre sus manos y me planta un beso de esos que te dejan sin respiración. Dejo que me bese todo lo que quiera, sin importarme que vayamos a salir en todas las noticias. Se separa de mi sonriendo.
- Te quiero con locura Andrea Martín
Y se va. Así, como el que no quiere la cosa. Y yo sonrío de felicidad. Quiero a este hombre más que al aire que respiro.
Mucho más tarde
Miro mi reloj y veo que son las 6 de la mañana. He escuchado la puerta de la calle. Isco ya ha llegado. Sonrío recordando la de fotos que nos hemos hecho en el cesped del estadio. Isco con Erica en brazos todo el rato. Otra que va a salir en la tele. Lo han nombrado el mejor jugador de la final, y no me extraña. Cuanto necesitaba esto. La pregunta de la noche ayer era si creía que el Madrid se había arrepentido de haberlo traspasado al Getafe. Isco es muy diplomático y contestaba como podía.
