Capítulo 17

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Tsukishima arrugó la nariz con un sentimiento extraño, su mano sobre la parte más baja de su estómago, dónde una ligera incomodad tirante había estado molestándolo últimamente. Hizo una mueca con los labios. Era como si algo se apretara y ardiera ligeramente. No era molesto, pero no lo entendía. No recordaba que algo similar hubiera sucedido antes por lo que no podía imaginar la causa exacta. Solo sabía que no tenía mucho sentido y aunque no resultaba en nada que afectara sus actividades, todavía era demasiado consiente de eso y de algunos pequeños detalles que antes podrían no haber estado ahí.

— Señor ¿Está bien? 

— Si — alzó la mirada a las personas que estaban paradas frente a él; los nuevos sirvientes tenían un buen aspecto, tenían buenas referencias por lo que no había mucho que pudiera decirles. Eso había facilitado más su trabajo, sin embargo aún había tenido que ofrecerles unas cuantas recomendaciones. Los errores no estaban permitidos, especialmente con el nuevo visitante — Si ya saben lo que tienen que hacer, entonces pueden comenzar...el mayordomo principal va a estar ocupado por hoy, así que pueden venir a mí sí tienen una pregunta o si algo sucede ¿Entendido?

— Sí, señor.

Tsukishima despidió a ese pequeño grupo de sirvientes y arrugó la nariz. No tenían que ser tan formales con él. No tenía la posición más elevada entre los miembros de la servidumbre o la mayor antigüedad dentro de la mansión, sin embargo esas personas habían decidido llamarlo con un honorífico y una cortesía que no sabía si le gustaba.

Tal vez porque estaban nerviosos, esta mansión tenía una reputación alta y sus sirvientes un nivel elevado que, quizá, podría ser que temieran no poder cumplir. Ser echado de un lugar como este a veces podría ser la ruina para las personas como ellos.

— No debería preocuparme por eso — agitó la cabeza y caminó a la salida de esa amplia residencia secundaria — Debería estar bien — en su lugar, debía continuar con su trabajo.

El prometido de su amo estaba recibiendo a algunas personas para el té de medio día en el jardín principal. Había sido así desde que los rumores de su estadía se habían dado a conocer entre los miembros de la aristocracia. Damas y jóvenes estuvieron visitándolo regularmente, estaba teniendo una labor social muy activa desde entonces y la mansión parecía un poco más animada, si podía llamarlo de esa manera.

La madre de Kuroo era vista más alrededor desde que él estaba aquí, parecía que ese joven Omega le gustaba mucho y él moreno, no necesitaba decir lo que era obvio ¿No? Esta última semana incluso se había permitido venir solo para tomar el almuerzo con él. Había siempre un ramo de rosas blancas y rojas entre sus manos, finos arreglos hechos con los más preciosos detalles cada mañana tocando a su puerta, obsequios espléndidos y toda su atención.

Era un espectáculo que incluso los otros sirvientes encontraban inusual y al mismo tiempo encantador. Los dos se veían muy bien juntos después de todo y nadie estaba dudando sobre lo que sucedería en el futuro, lo esperaban tanto como a las posibilidades que podrían encontrar en el camino.

— ¿Le gustaría que ordenara que limpien la mesa?

Se acercó desde la parte frontal en dirección al hermoso chico que descansaba bajo la sombra de una fina estructura rodeada de preciosas flores brillantes. Ese parecía haberse vuelto su lugar desde que llegó a la mansión, siempre distante. La atmósfera que lo rodeaba parecía como si hiciera más lento al tiempo, en la brisa delicada que acariciaba su oscuro cabello. Lo bañaba una calma serena y agradable, como si se desconectara del mundo. El aroma que se extendía era una fragancia tan perfecta como la imagen de esta criatura distante, sin embargo también despertó en su pecho un ligero sentimiento de aprensión.

The Only One [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora