Capítulo 4

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Tsukishima se sentó sobre el borde de la cama y suspiró al mismo tiempo se masajeaba las sienes con la mano, había subido para tomar el desayuno hace unos minutos, sin embargo sentía que tenía ganas de volver a recostarse y dormir. No se sentía muy enérgico ese día, no había sido una noche muy buena para él, sin embargo no era nada nuevo, pensaba que sería fácil manejarlo, siempre había puesto a su deber primero, pero estaba siendo un poco más difícil.

Su cama era sorprendentemente cómoda.

— ¿Quieres un poco de té? — alzó la cabeza, siempre tuvo la impresión de que podría aparecer en cualquier momento, desde que sus ojos estuvieron fijos sobre su persona la mayor parte del desayuno. Akiteru era ese tipo de hermano diligente y protector — No pudimos hablar mucho arriba...no quiero ser muy insistente con este tema, pero...

— Estoy bien — lo interrumpió, sin embargo no rechazó la taza de té que Akiteru traía consigo. Tenía un aroma agradable — Creo que solo tengo un poco más de sueño de lo normal — tomó un sorbo, también era dulce — No necesitas preocuparte por eso, no va a afectar mi desempeño...debería estar bien en unos cuantos minutos.

Akiteru le sonrió mientras lo observaba tomar un nuevo sorbo de té, lo conocía lo suficiente como para saber que no estaría satisfecho solo con eso. Siempre se preocupaba demasiado, no quería causarle problemas, pero no podría hacer mucho con alguien que se tomaba muy seriamente su papel de hermano mayor — ¿Crees que pueda? — alzó una mano dudosa, pidiendo su permiso para tocarlo.

Kei apretó la taza entre sus manos, no era una buena mañana, no sabía si podría hacerlo, pero no quería sentir que estaba buscando pretextos para seguir huyendo. Pensaba demasiado en esto, Akiteru estaba esforzándose mucho por él y Kei quería hacer lo mismo — Estás preocupándote demasiado, pero si es lo que quieres — asintió, su hermano le regaló una sonrisa que parecía menos culpable de lo que debería y liberó su mano de la blanca prisión de su guante.

Contuvo el aliento tras el primer roce de esa tibia mano y percibió un inevitable escalofrío poco agradable recorrerle la espalda. Esa tensión no estaba desapareciendo, sucedía como una batalla interna cada vez, odiaba que no fuera tan fácil como quisiera, odiaba que no pudiera controlar a su cuerpo o a las ideas que tendían a arremolinarse en su cabeza — Esa fiebre estaba comenzando a preocuparme, está un poco tibio, pero creo que debería estar bien — suspiró el mayor al mismo tiempo que daba un paso hacia atrás — Tu próximo día libre es el domingo ¿Verdad? Deberías visitar a un médico solo por precaución ¿Está bien?

— Si eso te hace sentir más tranquilo, entonces voy a considerarlo — se levantó y devolvió la taza vacía a su hermano — Debería subir de una vez, hoy tengo que encargarme de todos los dormitorios, mis deberes de hoy son más pesados de lo normal — lo acusó con una sonrisa ladina que su hermano devolvió — Voy a ser regañado si no puedo terminar a tiempo, el mayordomo principal es un dictador ¿Sabías que todos lo odian por eso?

— ¡Oh! Pobre de ti, debe ser terrible — Akiteru rió suavemente, comenzaban a sentirse joviales — Si quieres hacer un poco de trabajo de jardinería hoy, creo que podría arreglarlo.

— No, está bien así — Kei verificó rápidamente que su uniforme estuviera en orden, habían estado recibiendo algunas visitas últimamente, personas que querían saludar al joven amo de la familia, por lo que los sirvientes necesitaban cuidar cada detalle incluso de ellos mismos — No necesitas preocuparte demasiado o darme demasiada importancia, hermano...no olvides que soy un sirviente más bajo tu mando, pero...— lo miró con un poco de timidez. No era como que no apreciara lo que hacía por él, la verdad había algo muy importante que quería decirle, pero no sabía cómo comenzar.

The Only One [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora