Capítulo 37

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Tsukishima no estaba seguro de si alguna vez había pensado que la noche podría llegar a ser tan oscura y profunda. En aquel tiempo ni siquiera había tenido suficiente de sí mismo para siquiera prestar atención a lo que estaba al rededor, daba igual si el sol estaba brillando afuera o si las estrellas llenaban los cielos, para él nada cambiaba al mundo frío en el que se había sumido. Estaba más perdido en sí mismo de lo que pensaba, sin embargo, incluso cuando su corazón estaba lleno de desesperación y ansiedad, ahora era tan consiente de todo, de dónde se encontraba en este momento, que realmente no sabía qué hacer. 

Solo había una cosa en su mente, solo un propósito por el que ni siquiera había dudado un segundo en abandonar ese hospital, en dejar ahí a su familia y tal vez provocarles este golpe. Por esa pequeña criatura inocente, porque quería aferrarse a esa posibilidad ínfima y protegerlo hasta el final, por eso ni siquiera habría dudado en vender su propia alma...pero todavía no tenía idea de lo que todo esto se trataba o en que categoría podría clasificar a esta persona.

Porque realmente no podía verlo como alguien benevolente que solo quería ayudar, aun así había accedido a sacarlo del hospital con seguridad y a cubrir las huellas de su camino.

— Gracias por...por ayudarme — Tsukishima qué había estado observando a través de la ventana del auto, apoyó ambas manos sobre su plano vientre y miró hacía el suelo — Lamento haberle causado problemas, sé que debe estar ocupado.

Sonrió levemente. No sabía si esto había sido algo afortunado, claramente no podía ser una casualidad, siempre supo que había cierto tipo de relación entre esa familia y la suya desde lo que había sucedido. El hospital en el que había sido internado en el pasado pertenecía a ellos, sabía que fue admitido con el fin de evitar que cualquier tipo de información se filtrara al público. Debió haber sido parte del trato al que ambas partes llegaron, su tratamiento psicológico también había sido cubierto por ellos, sin embargo no habría podido imaginar que aún había algo de contacto entre ellos.

Que hubiera estado en el hospital, que su padre lo hubiera buscado ya había sido lo suficientemente increíble, sin embargo podía entender la razón. La existencia de este bebé era una que estaba destinada a provocar un escándalo si el más mínimo atisbo de información se filtraba y arruinar el matrimonio que debió haber sido anunciado al mundo anoche. Esa familia no estaría muy feliz con eso y Kuroo...

Apretó la mano cuidadosamente sobre su vientre, no creía que Kuroo pudiera odiar a esta criatura. Él siempre había sido muy amable y bueno con él, nunca lo despreció, lo favoreció todo el tiempo, pero la verdad era que ni siquiera podría imaginar que era lo que podría pensar de esto o si podría darle la bienvenida cuando ya estaba comprometido oficialmente, cuando su matrimonio ya estaba cerca de transformarse en una realidad para todo el mundo.

— ¿Esperas a su hijo?

Tsukishima no se tensó, tampoco se sorprendió por la pregunta de ese hombre y giró la cabeza para encontrarse con sus ojos. Parecía que su atención ya no estaba sobre la tableta entre sus manos, ahora lo miraba y el rubio no se molestó en esquivar la suya, tampoco en mentir — Lo hago — apoyó la espalda contra el respaldo del asiento, cansado, el dolor todavía no había desaparecido y tenía miedo de moverse demasiado — Es...es vergonzoso tener que revelar algo como esto en este tipo de situación, pero confío en que alguien de su estatus puede entender el motivo de mi silencio; no es el tipo de información que una persona querría liberar deliberadamente...y agradecería su discreción.

The Only One [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora