Capítulo 18

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>3< Actualización >3<

Varios días tarde jajajaja he estado sin conexión a absolutamente nada desde el jueves por la noche y ya no me fue posible publicar el capítulo el viernes. Estuvo todo fuera de mi control, pero ya estoy de vuelta y el capítulo está aquí :3

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Un aroma agradable y dulce llenaba el ambiente, cálido y tranquilo como el sol que cubría de luz lo que alguna vez fue un cielo intensamente oscuro, sereno y dulce, como las emociones en su pecho, como la armonía en cada latido de su corazón y la melodía suave que se alzaba en el silencio, filtrándose a través del tiempo, en el mundo que se alzaba a través de la ventana, en cada gota pequeña de roció y en el balanceo de su cuerpo...como si cada uno de sus movimientos fluyera de la misma forma que cada delicada nota.

Lo amaba, su cuerpo no existía, sus emociones se encontraban, danzaban, cantaban, se llenaban de colores gentiles y Akaashi sonreía sin darse cuenta. Sentía y era consiente de cada latido, del calor sobre su piel y al mismo tiempo, se desprendía de todo. Desaparecía. Podía tener lo que deseara, podía ser lo que deseara; al mundo entero, un nuevo universo. Vivía como nunca antes en cada latido, en ese calor, en la alegría que vibraba en cada acorde que se alzaba como el batir de un ave...porque era libre, porque podía volar y su alma cantaba en esa euforia.

— ¿No vas a desayunar?

Abrió repentinamente los ojos. La última nota se alargó, se rompió la armonía, sus emociones suspendidas se desvanecieron para devolverlo a sus sentidos y entonces descubrió unos ojos de un profundo violeta oscuro, mirándolo desde el portal de la puerta.

— ¿Te cambiaste tan rápido? — Akaashi sonrió y depositó delicadamente el violín de vuelta en su refugio. Estaba seguro de que Sakusa estaba tomando una ducha hace solo un momento ¿Cómo podía estar listo tan pronto? Se sintió avergonzado. El moreno ya conocía la respuesta y trató de disculparse con la mirada mientras se acercaba en dirección al moreno mayor — Se ve bien en ti.

Tomó delicadamente la corbata que yacía cuidadosamente anudada y jugó con esta un momento, agitándola, apretándola gentilmente y buscando el ángulo más apropiado. Ahora lo lamentaba un poco más, Sakusa no debió haber querido interrumpirlo antes pidiendo su ayuda, sin embargo Akaashi no pudo evitar sentirse molesto e impotente. Le gustaba cuando estaban así de cerca, esa intimidad tranquila.

— ¿Vienes? — él le sujetó de las muñecas, deteniendo sus movimientos y depositó un beso sobre la frente de Akaashi — La mesa ya está servida.

— Claro — se apartó de él, había tomado el violín nada más levantarse de la cama, por lo que todo lo que estaba vistiendo además de su ropa interior era una camisa que resultaba lo suficientemente grande como para que esta se deslizara por uno de sus hombros, al pertenecer a Sakusa. Tiró del borde una vez más, sin poder evitar sonreír y deleitarse con una agradable emoción, por como el moreno mayor estaba mirándolo— Debería cambiarme primero, pero...

Se mordió el labio inferior. Tenía una nueva idea, pero ¿Debería? Estaba dudando un poco, sin embargo el latido de su corazón había despertado el calor de un ansia agradable y traviesa en su piel. Eran solo los dos en este departamento, también eran una pareja joven que esperaba poder disfrutarse uno al otro en cada ocasión posible. Un encuentro matutino de este tipo no sería nada del otro mundo para alguien como ellos, a Akaashi le gustaba cuando ese aspecto arreglado perdía todo el decoro cuando estaban en la cama, sin embargo tal vez no era buena idea.

The Only One [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora