Capítulo 13

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La mansión estaba llena de un ambiente diferente esta mañana ¿Cómo debería llamarlo? Festivo no parecía la palabra correcta a pesar de lo que, sabía, acontecería esta noche. Era más bien ¿Frenético? Quizá no, podría ser que apresurado. Había pasado un tiempo para Kuroo, sin embargo no lo había olvidado. Cuando era niño solía encontrar curiosa la forma en la que los sirvientes se movían de un lado a otro, como si fueran soldados perfectamente sincronizados, podría decirse que era una imagen que tenía cierto encantó. Aunque no del todo.

No cuando sabía de qué se trataba esto. No era como que estuviera en contra de las fiestas, sin embargo podía llegar a ser agotador de la forma menos divertida.

Se apretó las sienes con una mano y cerró fuertemente los párpados. Ni siquiera era medio día, sin embargo comenzaba a tener un poco de jaqueca. Su cuerpo estaba un poco más rígido de lo normal también ¿Ya estaba cansado? ¿Tan pronto? No podía ser y la perspectiva de un resfriado, aunque sonaba lógica dado algunos recientes acontecimientos, también era imposible, los Alfa como él generalmente no enfermaban, entonces ¿Una respuesta al estrés? ¿El ciclo de calor? Le dolía la cabeza, pero su piel no tenía esa sensación.

Tampoco había una razón para que lo hiciera o al menos no debería, Kuroo solía ser muy meticuloso y estricto con ese tipo de cosas. No era una parte de sí mismo o la de su raza que le gustara demasiado, no los diferenciaba mucho de animales.

— ¿Te pasa algo? — volteó, Yaku estaba volviendo a través de la puerta que llevaba directamente al jardín. Lo había visto antes sosteniendo una muy larga conversación telefónica, aún llevaba el teléfono en una de sus manos, lo apretaba fuertemente y con la misma tensión que parecía estar impidiéndole acercarse ¿Tenía algún problema? — ¿Kuroo?

— ¿Debería? — el moreno reclinó el cuerpo hacia atrás en el asiento sobre el que se encontraba, la taza de té frente a él aún desprendía un ligero hilo de vapor, mientras que sus dedos tamborileaban despreocupadamente sobre algunos papeles cubiertos de letras y números — Me parece que debería ser quien te pregunte eso ¿Recibiste malas noticias?

El castaño frunció el ceño ¿Había dicho algo mal? No estaba acercándose así que quizá debía tener algún problema, al menos con él. Solía ser más rencoroso de lo que debería — Feromonas...

— ¿Disculpa? — la taza de té que había tomado con aire despreocupado se detuvo abruptamente en el aire, sacudiéndose su tibio líquido en una danza confusa ¿Qué había dicho? Pensaba que podría haber escuchado mal, pero ¿Por qué el rostro de este chico parecía tan rígido? — ¿Hay algo que va mal?

— Estás...dentro es...— el castaño se llevó el dorso de la mano a la nariz, esta arrugándose ligeramente. La expresión de su rostro era casi dolorosa y extraña — Tus Feromonas son pesadas y molestas, Kuroo ¿Está sucediendo algo que todos deberíamos saber? ¿Qué estas tratando de hacer?

Kuroo frunció el ceño, entonces no había escuchado mal después de todo. Bajó la taza y empujó la silla para posteriormente levantarse, Yaku prácticamente saltó hacía atrás como un animalito asustado y al mismo tiempo feroz. Suspiró, si podía reducir el flujo entonces debería estar bien, pero supuso que este ya no podría ser un buen lugar para hablar.

— ¿Vamos? — indicó el jardín con un movimiento de barbilla, fue suficiente para que Yaku entendiera lo que quería decir y accedió con un movimiento silencioso — ¿Estás bien?

The Only One [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora