Olivia Greyson
—¡Por favor no! –digo con lágrimas en los ojos–. No me toques ¡Por favor! –vuelvo a exclamar con los ojos cerrados.
Me despierto de golpe con lágrimas en los ojos, miro a mi alrededor y al ver que estoy en mi habitación me relajo un poco. Me llevo las manos a la cabeza para olvidarme de ese recuerdo, pero es imposible. Las lágrimas no paran de salir de mis ojos.
Necesito aire.
Me pongo mis zapatillas, cojo un abrigo y salgo de mi habitación para subir al ascensor.
Logro llegar a la terraza del edificio en silencio. Al abrir abrir la puerta el aire me golpea enseguida y lo agradezco enseguida. No hay nadie, ya que estas no son horas para andar por los pasillos de las residencias, ni mucho menos subir a las azoteas.
Me acerco al borde y con mucho cuidado me subo encima, colocándome de una manera segura y en la cual mis pies puedas balancearse, y concentre mi atención en ellos.
Levanto la vista y puedo notar como el silencio reina las calles de la residencia. Está prohíbo pasear por las calles después de las doce en punto, aunque si te ven solo caminando o en coche, no suelen decirte nada. Si estás acompañado, ese es el problema.
Mi distracción se va por la borda al oír una voz en mi cabeza. La maldita vocecilla que nunca se calla y me lleva a los recuerdos de tan solo un tiempo.
Las lagrimas enseguida se acoplan y luchan por deslizarse, pero trato de retenerlas.
—Por favor ¡no me toques! –jadeo como puedo, tratando de soltarme de su agarre.
—Vamos, cierra el pico...
Sacudo mi cabeza como si eso fuera a sacar esos recuerdos. Como si los fuera a borrar y hacer que no aparezcan más.
El aire comienza a faltarme. Trato de respirar pero se me hace imposible, ya que mis sollozos son tan fuertes que no dejan que el aire circule por mis pulmones. Trato de recuperar el aire pero siento como mi pecho se cierra cada vez más.
—¡Hey!
Logro captar una voz. Pero la ignoro sin poder regular mi respiración. En un intento de cerrar los ojos, la voz vuelve a sonar pero está vez mucho más firme.
—¡¿Qué estás haciendo?! –su voz es grave–. ¡Bájate de ahí! –ordena autoritario.
—N...no –trato de hablar pero se me hace imposible.
La vista se nubla más y más, y empiezo a perder la visión. El pánico comienza a ocupar cada nervio de mi cuerpo y este comienza a temblar, tanto que siento como mi cuerpo se resbala y comienzo a sentir mis pies cada vez más al aire. Miro con terror como mi cuerpo se va deslizando hacia abajo.
Cierro los ojos con fuerza, deseando que esto no esté pasando, pero mi cuerpo no reacciona. Mis manos no se mueven para intentar agarrarse, ni mucho menos mi cuerpo reacciona para ponerse a salvo. Cierro los ojos con fuerza. Simplemente cierro los ojos y dejo que mi cuerpo siga temblando, y el aire se atoré en mi pecho.
Y de la nada. Siento un subidón.
Puedo sentir como mis pies tocan algo duro y firme. Mi cuerpo se siente rígido pero ya no siente aquel frescor, de a poco, siento una calidez externa que intenta mantenerme firme contra él.
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𝐃𝐎𝐍'𝐓 𝐆𝐈𝐕𝐄 𝐔𝐏 | #𝐑¹
Teen Fiction«Terminada» (segundo libro en mi perfil) 𝐃𝐍𝐆𝐔|| ¿Puede ayudarla? ¿Puede ayudar a esa chica de ojos celestes a olvidar su pasado y ser feliz con él? ¿Ella va a dejarse? Está historia es un Fanfic que se puede leer como tal, sin problema, porque n...