Jaden Hossler
¡Es un maldito hijo de perra! ¡Nick es el peor hijo de perra que ví en mi vida!
Vamos Liv, porfavor habla, te lo ruego.
Digo mentalmente observando a la rubia con detalle, su respiración acelerada, sus manos juegan nerviosamente sobre su regazo.—¿Es cierto o no señorita? –pregunta una vez más el oficial–
Su mirada está perdida pero su movimiento de la pierna me hace saber que ella está escuchando, solo está en un estado de shock.
Estamos en la oficina del Sheriff de esta universidad en la estación de policía. El señor de maso menos cuarenta y pico de años, con algunas canas adornando su cabello y sus ojos marrones, repitió esa pregunta más de dos veces en los últimos cincuenta minutos, esperando paciente la respuesta de Liv.
Delante el show que acabo de hacer en el pasillo de este lugar hace unos minutos atrás con Nick, dije claramente que Olivia no podía volver con ese bastardo por agresión. Llevaron a Olivia a esta oficina para declarar si es verdad lo que dije pero como no quería entrar sola en esto me pidió que la acompañe. Llevamos cincuenta minutos acá adentro y Liv no omitió ningún sonido.
Está a mi lado, ambos sentados en dos sillas diferentes, del otro lado de la mesa está el Sheriff.
—Liv, porfavor necesito que hables, tenés que contar cada cosa que te hizo pasar ese... –me quedé callado al ver al Sheriff mirándome– Nick, que te hizo pasar Nick –termino con un suspiro pesado–
Por primera vez desde que entramos a este lugar, la mirada azulada de sus ojos se encuentran con los míos viendo la duda en ellos por segundos hasta que le dedico una sonrisa y asiento.
Ella entiende y mira hacia el Sheriff, poniéndose derecha en la silla.
Sus labios tiemblan y tartamudea antes de hablar con su dulce voz entrecortada.
—E..es cierto –murmura bajando la mirada hacia su regazo– e.. él me abusa y me agrede físicamente hace unos meses –termina y un sollozo ronco escapa de su garganta–
Queriendo poner una mano sobre su pierna y acariciarla para que sepa que no está sola me detengo al recordar cómo me miraba con miedo cada vez que la tocaba las últimas horas.
El Sheriff entrelaza sus manos sobre la mesa de madera, mientras no despega la mirada de Liv.
—¿Y por qué no contó nada, señorita Greyson? –pregunta con gentileza–
Vuelvo a ver a la rubia, sus manos tiemblan de una manera incontrolable y es cuando no puedo verla así y una de mis manos reacciona rápido y agarra las pequeñas manos de Liv, que al sentir mi tacto se tensa y levanta la mirada otra vez.
Sus ojos están cristalizados y su nariz roja igual que sus ojos por estar reprimiendo las lágrimas. La sorpresa se torna en mi rostro cuando sus pequeñas manos agarran con fuerza la mía, para hacerla sentir más segura le doy una sonrisa tranquilizadora hasta que la voz grave del Sheriff interrumpe nuestro momento.
—Señorita Greyson –le llama la atención–
Y ahí es cuando Liv comienza a contar cada cosa con detalle mientras yo escucho con total atención. Su voz rompiéndose por cada palabra que sale de sus labios.
ESTÁS LEYENDO
𝐃𝐎𝐍'𝐓 𝐆𝐈𝐕𝐄 𝐔𝐏 | #𝐑¹
Teen Fiction«Terminada» (segundo libro en mi perfil) 𝐃𝐍𝐆𝐔|| ¿Puede ayudarla? ¿Puede ayudar a esa chica de ojos celestes a olvidar su pasado y ser feliz con él? ¿Ella va a dejarse? Está historia es un Fanfic que se puede leer como tal, sin problema, porque n...