𝐃𝐎𝐍'𝐓 𝐆𝐈𝐕𝐄 𝐔𝐏 | #𝐑¹

3| Ataque de ansiedad

Olivia Greyson.

Otra vez.

Otra vez estoy pasando por lo mismo.

Otro ataque de ansiedad.

Mis ojos no paran de sacar lágrimas, mi cuerpo tiembla con mucha fuerza, mis manos tiemblan queriendo que me haga daño. Y no puedo evitarlo, mis uñas se entierrar en las palmas.

Avani intenta tranquilizarme. Me soba la espalda, me murmura cosas que no logro entender. Me pitan los oídos. 

Mi cabeza vuelve a ese día, el día que me atormenta cada maldito minuto.

Lágrimas salen de mis ojos, mi cuerpo está cada vez más débil, sus movimientos son cada vez más bruscos haciendo que me empiece a doler

—Me estás lastimando, para por favor –sollozo con dolor.

Trato de quitármelo de encima pero no es suficiente, mi cuerpo no reacciona.

Me toco la sien con las manos temblorosas, repitiendo una y otra vez que eso ya ocurrió. Que no debo preocuparme, que ya no volverá a pasar.

—Liv, tranquila estoy con vos –los brazos de Avani me rodean en un abrazo.

Mi cuerpo sigue temblando y le hace caso omiso al toque de Vani. Me altero aún más.

—Debes calmarte, no sé que hacer –murmura mientras me abraza más fuerte.

Iba a volver a hablar, lo supe por el vibrar de su pecho, pero en ese momento resonó el toque de la puerta.

—¿Quién es? –pega un grito, bastante alto para que la otra persona pueda escucharlo.

No hay respuesta por su parte. Lo único que se me ocurre es que si es Anth, me puede ayudar.

Avani vuelve a preguntar pero es en vano. Nadie contesta.

—Quizás es Ame o Anthony –trata de levantarse pero me aferro más a ella–. Quizás puedan ayudarte –besa mi cabeza y se levanta para abrir la puerta.

Solo puedo escuchar voces pero no logro distinguirlas, trato de parar las lágrimas pero no lo logro.

Mis manos buscan enseguida mis brazos, tratando de dañarlos. 

Quiero dejar de hacerlo pero nunca puedo detenerme.

Trato de concentrarme en otra cosa. No funciona. Otra vez no funciona.

Un ruido fuerte me llama la atención, y enseguida levanto la mirada. Puedo distinguir unos ojos claros en frente mío.

Mi mirada se dirige hacia el chico de ojos claros que está al frente mío.

Abro los ojos con sorpresa. El aire que me costaba conseguir, se atora en mi garganta.

—Olivia... –se pone a mi lado. Con cuidado rodea sus brazos por encima de los hombros, y me atrae hacia él.

Su tacto contra la piel desnuda de mis brazos hace que se me ericen los vellos.

—No pude detenerlo –escucho hablar a mi amiga, quien venía detrás de Jaden.