24|Sentencia Definitiva

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Olivia Greyson

—¡Solo son dos segundos! –grita tratando de pasar–

—Tiene que cambiarse, después entras –le gruñe Avani–

Suelto una risita por verlos pelear por una tontería.

Jaden está detrás de la puerta tratando de pasar a mi habitación, mientras Avani se lo impide ya que estoy solo en toalla.

Pasó una semana desde el día en el que hice la demanda, con muchos papeles de por medio, pero pudimos hacerla. Se nos complicó al ser menores de veintiuno, bueno al menos yo que soy la que demanda, ya que esas cosas suelen ser reportadas con padres o tutores acompañados. Con una simple firma de la mamá de Avani y con las cintas de vídeo de la habitación de Nick con pruebas, la demanda fue aceptada.

Hoy vamos al juicio. Si, es hoy.

No dejo de temblar y de pensar que quizás esté haciendo lo incorrecto. Nick tiene hermanas, tiene a sus padres y apenas tiene veinte años.
«Pero lo que me hizo no tiene perdón», trato de convencerme.

—¡Olivia! –chilla Jaden, siguen forcejeando en la puerta–

Doy una sonrisa de lado y miro a Avani que me mira a la espera de que lo heche.

—Dejalo pasar –digo y su cara cambia a una sorprendida y ofendida a la vez, me encojo de hombros– solo seran unos minutos –explico–

—Pero... Por dios Liv, tenés que vestirte o llegaremos tarde –reprocha mi amiga cruzandose de brazos–

Jaden le da un empujoncito para entrar con una sonrisa de oreja a oreja, como si hubiese ganado el premio de algo.

Se acerca a mi y levanta el pote de crema que lleva en la mano.

—Es hora de ponerte la crema –dice mientras se sienta a mi lado en la cama–

Asiento dándole una pequeña sonrisa.

Avani me mira furiosa y se va dando un portazo. No le gusta que
Jaden este a mi lado cada minuto, no porque no lo quiera sino porque no se despega ni para dormir, y eso le molesta.
Pero no puedo decirle que no, desde aquel día en el que nos besamos, viene cada que puede para cuidarme, darme de comer, ponerme crema y aveces para ordenar mi habitación.

Está claro que no es incómodo para ninguno de los dos, y menos para él. No me gusta que gaste su tiempo en hacer de mi niñera cuando debe tener miles de cosas por hacer. Aunque le diga que deje de hacerlo, se niega a hacerlo con la excusa de que prometió cuidarme y que podría llegar a venir Nick en cualquier momento.

Ya que Nick, estuvo está semana libre pero bajo custodia. Eso significa que podía estar donde quisiera (que solo tenga que ver con cosas del juicio) con policías cuidandole la espalda.
Tiene un cargo grave, pero aún así está bajo el cuidado de la universidad y tienen que trasladar sus cosas antes de que lo encierren en las rejas.

—Tu brazo –me pide huntando dos de sus dedos en la crema–

Se lo extiendo y pasa la crema con suavidad a lo largo de mi antebrazo.
También, después de bañarme, se encarga de ponerme crema para cicatrices en las de mi brazo. La primera vez que lo hizo casi me pongo a llorar por el hecho de que se preocupa por mí y está haciendo todo para que me sienta bien.

𝐃𝐎𝐍'𝐓 𝐆𝐈𝐕𝐄 𝐔𝐏 | #𝐑¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora