33| Hacer el amor

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Olivia Greyson

Sus pasos no tardan en llegar para poder enredar sus brazos al rededor de mi pequeño cuerpo, a diferencia del suyo.

El olor familiar a yuyo de su perfume, hace recordarme cuánto lo extrañé.
Entierra su rostro en mi cuello, haciendo que mi respiración se acelere al sentir sus labios en mi piel sensible. A los segundos siento un líquido caliente correr por mi cuello hasta mi clavícula.

Está llorando. Es lo primero que pienso, y mi corazón se comprime ante la idea.

Su cálido cuerpo me da calor, su calor.

Mis extremidades tiemblan por la adrenalina que estoy sintiendo ahora mismo.

Sin pensarlo mucho, agarro su cara entre mis manos y estampo mis labios con los suyos. Enseguida el gusto salado por las lágrimas, llega a mis labios y los saboreo antes de poder entrelazar mi lengua con la suya.

Sus labios. Carnosos y suaves, danzan a un ritmo acelerado pero dulce a la vez.
La posesión no tarda en tomarse el beso por delante, haciendo que los picos tiernos y dulces desaparezcan, y los mordiscos, succiones y chupadas comienzen a atacar mis labios.

Me separo, intentando recuperar el aire.
Observando como sus ojos color mar están tan oscuros que un escalofrío pasa por mi columna vertebral.
Es en ese momento que puedo detallar su rostro. Ojeras adornan el contorno de sus ojos,  los pómulos se le notan más, y mirando su cabello. Su cabello, no me di cuenta de que ya no tiene más la manta de rulos, ahora solo tiene el pelo liso y disparando para cualquier lado.

—Te extrañé mucho –admito volviendo a abrazarlo por la cintura, apoyando mi cabeza en su pecho–

Siento como los latidos de su corazón se aceleran debajo de mí. Sonrio ante el sentimiento.

—Yo también, Liv –murmura con voz ronca, por haber estado llorando antes– te extrañé más de lo que puedo admitir.

El pecho se me oprime por la pena que se acentúa en él.

Siempre tengo que lastimar a las personas.

Los labios de Jaden me sacan de los malos pensamientos, subiendo de mi cuello hasta mi mandíbula, para poder levantar mi cabeza con sus dedos y poder mirarlo a los ojos.
Sus pupilas están dilatadas, y un brillo que nunca había visto en sus ojos aparecen mientras mira mis labios fijamente.

Escuchamos como las puertas del ascensor se abre en su piso y él no pierde tiempo para volver a besarme y llevarme a ciegas a su departamento.
Rio divertida cuando intenta meter la llave en la cerradura, pero gruñe cuando es imposible hacerlo con los ojos cerrados.

Se separa con una mueca y abre la puerta de su departamento, que nos recibe con las luces apagadas. El olor tan familiar de su departamento, hace que mi corazón se acelere de felicidad por volver a sentir el aroma a lavanda que siempre huele el departamento.

Prende la luz desesperado, mientras comienza a tomar más posesivo el beso, mordiendo y succionando mis labios como si no hubiera un mañana.

—Ja...jaden –gimo sin poder reprimirlo– ¿No está Cooper? –pregunto y él niega en mis labios–

Me lleva a su habitación sin dejar de besarme y abre la puerta, y la cierra a sus espaldas. Se separa de mí, y doy unos pasos atrás al ver la lujuria en sus ojos.

𝐃𝐎𝐍'𝐓 𝐆𝐈𝐕𝐄 𝐔𝐏 | #𝐑¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora