23|Él me gusta

3.7K 216 41
                                    

Olivia Greyson

Sus caricias van bajando de mi frente al puente de mi nariz, para luego pasar a mi mejilla. Su piel cálida y suave está en contacto con la mía mientras me hago la dormida.

Hace un rato me desperté pero al sentir las caricias de Jaden, quise hacer como que seguía dormida.
Admito que al principio me entro pánico al sentir como me acariciaba la mejilla, pero cuando sentí sus rulos chocar con mi oreja me tranquilize un poco.

No sé cuánto lleva así pero ya recorrió cada lugar de mi cara con sus caricias.

—Perdón por no haber estado, enserio perdón, bonita –susurra sin dejar sus caricias de lado– si tan solo me hubiese dado cuenta, tuve que haberme dado cuenta –se regaña a si mismo–

Deja de hablar y de acariciarme cuando enseguida escucha unos golpes en la puerta, y no son precisamente golpes suaves.

—Jaden, ¡tenemos clase en una puta hora!¡Levántate! –la voz ronca y grave detrás de la puerta me hace saber que puede ser uno de sus compañeros de piso–

Siento como el colchón se hunde a mi lado y cuando siento pasos alejarse aprovecho para abrir un ojo y poder ver a Jaden de espaldas.
Se cambió la ropa manchada de ayer cuando me quedé dormida, ahora lleva una remera negra y abajo lleva un pantalón blanco holgado.

Se asoma a la puerta y abre un poco para poner mala cara, y hablar.

—Primero, no grites que Liv está durmiendo y segundo, hoy entro más tarde. Inútil –sea quien sea que esté detrás de la puerta se llevó una cachetada para nada agradable–

Y así cierra la puerta pasándose la mano por el pelo peresosamente, hasta que levanta la mirada y me mira acomodándome en la cama.

Sonríe y dice; —Buenos días, dormilona –se acerca y se inclina para besar mi frente–

Enseguida sonrio al notar su dulce gesto.

—Buenos días –digo con voz ronca– creo que me voy a morir desidratada –exagero y él ríe–

Pero enseguida se levanta y en segundos desaparece por la puerta.
Una risa ronca sale de mi garganta haciendo que me duela.

Llámenme exagerada pero en toda la noche solamente tomé el medio vaso que me dió Jaden ayer y mi garganta está muy seca.

En fin, me destapo y recuerdo algo o bueno mejor dicho alguien. Y por solo acordarme de esa persona suelto un chillido que empeora el dolor de mi garganta.

No me puedo creer que me haya olvidado de Avani, debí mandarle un mensaje por el celular de Jae.

Y hablando del rey de Roma, Jaden aparece corriendo con el vaso de agua delante de mi, algo agitado y con los ojos abiertos. Y me sorprende que no haya tirado ninguna gotita.

—¿Qué pasó?¿Estás bien? –pregunta agitado–

Yo intento no reírme, camino hacía él y digo;

—Avani va a matarme por no decirle que me quedé acá –digo tranquila y eso hace que me mire confundido–

Me escanea de pies a cabeza y se lleva una mano al pecho, exageradamente.

𝐃𝐎𝐍'𝐓 𝐆𝐈𝐕𝐄 𝐔𝐏 | #𝐑¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora