𝐃𝐎𝐍'𝐓 𝐆𝐈𝐕𝐄 𝐔𝐏 | #𝐑¹

25| TCA

Jaden Hossler

Un día después del juicio

—No la traten como loca –reclamo molesto–

—No lo estamos haciendo, pero estuvo toda la mañana ahí, apenas pestañea –murmura Avani preocupada–

—Yo me encargo –digo, ella y Anth asienten–

Agarro la comida que le preparé, ensalada con pollo y algunas patatas por si le apetecen. No soy chef y lo único que sé hacer es unos panqueques y la ensalada que mamá me enseñó a hacer. Pero intento hacer lo mejor para que pueda comer.

Camino hacía ella, que está en el sofá que da hacía la ventana. Desde acá se pueden ver la otras recidencias y la ciudad fuera de la universidad.
Está sentada ahí desde que se levantó de la cama (obligada por Avani). Decidimos dejarla sola apenas se puso ahí pero lleva más de tres horas y me comienza a preocupar que solo pestañe, y respire.

—Te preparé comida –digo dejando la bandeja en la mesita que tiene a un lado, ella ni se inmuta– si querés no hables, pero podes probar la ensalada –propongo y sigue sin moverse–

Miro a los chicos y niegan con la cabeza. Vuelvo a ella.

—¿Estás bien? –pregunto acercando mis nudillos a su mejilla, se deja–

Vuelve a ignorarme y decido dejarla tranquila un rato más.

—Cualquier cosa estoy en la habitación –le beso la frente y me paro, caminando hacía los chicos–

Caminamos hacía la cocina, para hablar. No me gusta que Liv ande escuchando porque sé que nos escucha.

—¿Y si llamamos a su psicóloga? –propone Anthony–

Avani lo asesina con la mirada antes de sonreírme, falsamente.

¿Liv tiene psicóloga?

—¿Desde cuándo? –pregunto–

Liv me contó muchas cosas sobre ella y en ninguna de esas cosas, está el que tenga una psicóloga. Y no me molesta, solo que si voy a ayudarla en esto, necesito saber sobre esa psicóloga, quizás le haga bien hablar. Y ella pueda ayudarla.

—Eso no importa ahora. Anth tiene razón, quizás necesite expresarse con un profesional –cambia de tema y asiento sin dar vueltas al asunto–

Se quedan en la cocina, tratando de buscar el número de la psicóloga, mientras yo me voy hacía la habitación de Liv.
Me pongo a recoger la ropa que está en el cesto, limpio los muebles y su escritorio, hago su cama y cambio las sábanas, abro las ventanas y ordeno sus zapatos.

Hago esto desde hace una semana, llego al departamento para poder hacerle el desayuno, ordenar su habitación mientras se ducha, ponerle la crema y asegurarme que pueda dormir.
Lo hago a voluntad propia, no me interesa que Avani se moleste o que Liv me insista en que no hace falta.
Pero para mí no es un problema, me gusta atenderla y estar a su lado.

Ayer tenía tantas ganas de partirle la cabeza al idiota de Nick, dijo tantas mentiras para nada. Total confesó todo y se fue donde merecía estar.
El abrazo que le dió Liv me jode más, el que ella todavía lo quiera y le tenga cariño.
No sé cuánto estuvieron juntos, pero esa relación se dañó el día en que le puso un dedo encima encontra de su voluntad.
Si tan solo supiera que no es nada más que mierda. Porque ella se merece más que el mundo, merece estar sola o con alguien que la haga feliz y que no le tenga miedo.