The Walking Dead - One Shots

23. Daryl

- Ahora quiero que resolváis el ejercicio en silencio, mientras, corregiré los exámenes. ¿Alguna duda? - Al ver que los niños negaban en silencio se sentó detrás de su escritorio para empezar. - Silencio los del fondo, es individual. - Riñó al ver que dos de sus alumnos molestaban a los que sí querían hacer bien el problema. - No os olvidéis que la nota que saquéis hará media con las demás.

***

Suspiró para sí misma al cerrar la puerta de su casa. Cuando estudiaba la carrera de magisterio jamás imaginó que empezaría dando clase en medio de un apocalipsis. Sin internet ni profesores especializados en las materias las técnicas que había aprendido casi no le servían y la carga del trabajo era más del doble.

Todo eso sumado a la continua lucha que tenía con parte de la comunidad que pensaba que ir a clase en un apocalipsis era una pérdida de tiempo.

No solo se trataba de sobrevivir, sino de vivir, y no se podía reconstruir una sociedad con falta de conocimientos y cultura.

Aunque siempre intentaba enfocar sus clases en cosas que les fueran a servir a los niños el día de mañana y que influyeran positivamente en su capacidad para razonar.

Con pereza abrió la enciclopedia de plantas autóctonas de américa del norte y se puso a subrayar los términos más importantes, como sus características y propiedades, que sería el temario que empezarían a ver el próximo lunes, pero cuando los nombres se le empezaron a mezclar decidió hacer caso al consejo de Rick. 

Preguntar a Daryl.

Pese a imaginarse que se encontraría en ese momento fuera de la comunidad fue en su búsqueda.

- Preciosa, te he traído las libretas y lápices que pediste. - Se giró encontrándose a su cuñado. - Te lo he dejado en tu clase.

- Muchas gracias Negan. - Sonrió. - Estoy buscando a Daryl, ¿le has visto?

Negó. - Acabo de llegar. Con quien sí me he encontrado ha sido con Rick, él debe saber algo. Está en el almacén.

Tras un agradecimiento y una rápida despedida la chica se marchó donde le habían indicado.

***

- ¡Al fin te encuentro! - Exclamó más alto de lo que creía haciendo que el arquero se asustara. - Perdón, llevo casi dos horas preguntando por ti.

- ¿Y qué quieres? - Preguntó tan brusco como siempre.

- Necesito que me ayudes en unas cosas para clase. - Al ver que el hombre rodaba los ojos y se daba la vuelta dispuesto a marcharse le agarró del brazo. - Por favor Daryl. Voy a enseñarles las plantas de la zona y me parecen todas iguales. Tú eres un experto. Por favor. - Él se limitó a volver a rodar los ojos y asentir de mala gana. - ¡Genial! ¿Estás libre ahora?

***

Poco después de que saliera el sol, el arquero le hizo una visita por el bosque que rodeaba la comunidad para enseñarle el tipo de vegetación que había.

- ¿Una secuoya? - Intentó adivinar ________.

El arquero negó con pesadez. - Mira el tipo de hoja.

- ¡Eso hago! Pero son todas iguales. - Protestó.

Era peor que un examen. Estaba a nada de llorar de frustración.

- Es un pino. - Dijo él al fin.

La chica se sentó en el suelo frustrada mientras cruzaba los brazos. - Es imposible. No podré aprendérmelo para el lunes.