- Estás temblando. - Susurré y acerqué a mis labios la mano que sostenía para darle calor. - Lo sien...
- No lo digas. - Me interrumpió. - Deja de disculparte.
- Lo sien... - Esta vez me interrumpí yo y reímos. - No lo puedo evitar. Dame la otra mano. - Pedí cuando la que en ese momento tenía ya había cogido una temperatura normal.
- ¿Han decidido ya lo que van a hacer conmigo?
- Aún no. - Respondí con pesar.
Ron llevaba ya una semana encerrado en esa celda por ser "un peligro para la comunidad".
Se le consideraba el culpable de hacer que Carl hubiera perdido el ojo y de la muerte de Enid. Y para hacer todo peor todos vieron la rabia con la que la mató y eso, sumado al historial de maltratador que tuvo su padre, complicaba mucho las cosas.
- Quisiera que mamá estuviera aquí. Necesito un abrazo suyo.
Suspiré y agarré su mano con más fuerza. - Sé que nunca se podrá llenar su vacío, pero me tienes a mí, yo te ayudaré.
Él me dio una tímida sonrisa y yo se la devolví.
Oímos unos pasos fuera y apagué la luz para evitar que nos descubrieran. - Ni siquiera deberías de estar aquí, te vas a meter en problemas. - Riñó en voz baja cuando se dejó de oír el ruido.
- Tenía que ver cómo estabas, Rosita me ayudó a robar las llaves.
Él suspiró y apretó levemente mi mano. - Gracias.
- Me salvaste la vida, Ron. Venir a verte es lo mínimo que debo de hacer. Eso me recuerda una cosa. - Volví a encender la linterna e iluminé mi reloj de muñeca. - Feliz Navidad Ron. - Dije cuando comprobé que ya pasaba de media noche y efectivamente ya era Navidad.
- Feliz Navidad ________.
***
Fingía una sonrisa de alegría mientras hablaba con mi hermana y su marido, pero la verdad es que quería irme a mi habitación.
- Casi no has probado nada. - Me regañó ella.
- Comí en la tarde las galletas de Carol. - Sonreí con inocencia y ella pareció creerme.
En realidad las había escondido en uno de mis cajones para llevárselas a Ron en la noche. Por lo que pude ver el día anterior casi ni lo estaban alimentando, así que yo me tendría que encargar de ello.
Cuando Glenn casi se cae al intentar levantarse, aproveché y fui hacia la latina.
- Necesito la llave.
No hizo falta decir cuál para que ella supiera a qué me refería. - No ________, te van a pillar.
- Por favor, tú no has visto cómo está. Me necesita. - Ella pareció empezar a ceder pero al final negó. - Ni siquiera se darán cuenta, están demasiado bebidos.
Ambas miramos a nuestro alrededor y vimos a la mayoría de los habitantes de la comunidad pasados de copas. Hasta el padre Gabriel había consumido alcohol.
- Está bien. - La abracé y ella me lo devolvió. - Pero ni creas que se hará costumbre.
- Claro que no, gracias gracias gracias, eres la mejor.
Ella estiró uno de mis rizos. - Lo sé.
***
Navidad había pasado.
Todos habían adorado mi regalo. Incluso Carl, por lo que me contó Glenn. La verdad es que no lo había visto desde la cena de Navidad, donde apenas estuvo media hora.
A quien sí veía casi diariamente era a mi otro amigo. Aunque a Rosita no le hiciera mucha gracia siempre me ayudaba a conseguir la llave.
Cada día la amaba más.
Varias veces pregunté sobre qué iban a hacer con Ron pero siempre obtenía las mismas respuestas: silencio o cambio de tema. Por eso, cuando aquella tarde oí su nombre en una conversación entre Rick, Daryl, Michonne y Maggie no pude evitar quedarme a escuchar detrás de la puerta.
- Eso no sería posible. - Dijo el arquero. - Conoce la dirección del lugar, nada nos asegura que no vuelva.
- ¿Entonces qué nos queda? ¿Matarlo? - Preguntó esta vez Michonne.
- Liberarlo no es una opción. - Respondió la voz de Rick duramente. - Casi mata a Carl.
- ¿Tú qué crees Maggie? - Volvió a hablar la chica de la katana.
- De no ser por él tendía a otra hermana muerta. - Escuchar el dolor en su voz solo hizo que aumentara el mío. Beth seguía siendo un tema delicado para ambas. - Pero da igual lo que diga, Rick no va a cambiar de opinión.
Sus pasos se aproximaron a la puerta así que corrí lo más silenciosamente que pude hasta el baño donde me encerré.
Querían matar a Ron.
***
Lloraba en el regazo de Rosita después de contarle lo que había oído.
- No quiero que le hagan nada. Él no hizo nada malo. - Sollocé.
- Cuando a Rick se le mete algo en la cabeza no hay quien le cambie de opinión. - Respondió con tristeza sin dejar de acariciarme el cabello.
- Pero debe de haber algo que podamos hacer.
Ella suspiró. - Quizás si hablas con Carl... él pueda hablar con su padre.
La miré a los ojos. - Él ni siquiera me habla. Me odia, y seguro que a Ron igual por lo que pasó esa noche.
- Carl no te odia, solo está frustrado porque ahora cree que es débil.
- Aún así... no creo que me haga caso.
Ella soltó una risita. - Créeme ________, que si alguien puede lograr convencer a Carl Grimes de algo, esa eres tú.
***
- Me preocupa que estés comiendo menos por darme tu parte a mí.
- No siempre es mi ración, muchas veces cojo la comida de la cocina.
- Eso es aún peor, si te encuentran robando te penalizarán. ¿Quieres acabar tú también encerrada?
- No voy a dejarles que te maten de hambre.
Ron suspiró pero no añadió nada más.
El silencio volvió a reinar en la celda. El frío del suelo y de los barrotes de metal se colaba a través de la tela de mi pijama, pero el calor que me daba la mano de Ron y nuestros brazos pegados lo compensaba.
Un peso extra en mi hombro hizo que me girara hacia mi amigo, el cual se había quedado dormido. Se le notaba demacrado tanto física como psicológicamente y eso rompía mi corazón en mil pedazos.
- Te voy a sacar de aquí.- Prometí, y besé su mejilla antes de irme.
Debía hablar con Carl lo antes posible.
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The Walking Dead - One Shots
أدب الهواةOne Shots inspirados en la serie The Walking Dead Los One-Shots que se me salen de las manos los pongo en historias individuales: · Contigo [Daryl Dixon].