The Walking Dead - One Shots

21. Negan [Continuación One-Shot 5] III

No.

¡NO!

Aún en shock miré a los ojos al chico. - Vas a estar bien. Vas a estar bien. - Repetí en trance. 

¿En qué momento había pasado?

- Mami... Duele.

- Lo sé cariño. - Intenté tranquilizarnos. - ¡Ayuda! ¡Que alguien me ayude! - Me puse delante de Carl para comenzar a matar a los caminantes que se nos acercaban. - ¡NEGAN! ¡CAROL!

- Vete, yo ya estoy muerto. No quiero que mueras tú también.

- ¡Cállate! - Le lancé una breve mirada mordaz sobre mi hombro. - ¡NEGAN! - Volví a pedir.

Y como llegado del cielo mi hombre apareció.

- ¿Qué ha pasado? - De un movimiento bateó el cráneo de tres caminantes y llegó a nuestro lado. - ¿Estáis bien?

Negué con lágrimas en los ojos. - Han mordido a Carl. - La mirada del hombre cambió a una de tristeza. - Ayúdame a sacarlo de aquí.

- Ya le he dicho que es una tontería que os expongáis por mí. No hay nada que hacer. - Susurró con resignación.

Me mordí el labio intentando aguantar el llanto.

- Eres un chico valiente, Carl. Por eso no entiendo que te rindas así de fácil. 

- ¿Fácil? Estoy condenado.

- Eso no es verdad. - Negan hizo una pausa para matar a uno de esos seres que se nos había acercado. - Nena ¿cómo se llamaba el abuelo ese? El padre de Maggie. ¿Michel?

- Hershel. - Corregí empezando a ver por donde iba su idea.

- Cuando le mordieron en la pierna se la cortasteis y logró sobrevivir. - Se quitó su cazadora de cuero y le hizo un torniquete a Carl por encima del codo con ella. - No hay tiempo que perder. Yo os cubro.

Guiando a Carl por la cintura avanzamos lo más rápidos que pudimos.

- ¿Qué ha pasado? - Preguntó Carol nada más vernos.

- Han mordido a Carl y vamos a salvarlo. - Informó mi marido.

Cuando faltaban escasos pasos para llegar a la enfermería una serie de disparos en nuestra dirección nos hicieron parar.

Pude ver a Rick, Michonne, Daryl y Maggie apuntándonos.

- No tenemos tiempo para tonterías. - Negan intentó seguir pero dispararon a sus pies frenándolo.

- Carl está herido, queremos llevarlo a la enfermería. - Supliqué.

- Dejadlo y retroceded. Nos encargaremos nosotros. - Demandó Rick.

- Le han mordido, déjate de idioteces.

La sorpresa cruzó las miradas de los cuatro pero solo Daryl bajó su arma.

- Negan, está perdiendo mucha sangre. - Hablé asustada.

El muchacho cada vez pesaba más ya que la fuerza parecía estar abandonando sus piernas.

- Traed a un j*d*d* médico. 

- Te recuerdo que tú lo mataste Negan. - Maggie nos fulminó con la mirada. - Las armas en el suelo.

- Estamos perdiendo tiempo. Es Carl quien se va a morir si no hacemos nada. - Lloré.

De un rápido movimiento Negan agarró al chico para llevarlo dentro.

- Despejad la mesa. - Ordenó una vez estuvimos dentro. - Traed alcohol, un cuchillo y fuego.

- ¿Acaso has hecho esto antes? - Preguntó Daryl rebuscando entre los armarios.

- No, pero siempre tiene que haber una primera vez. - Rio. - Nena, moja unas toallas y pónselas en la frente.

Retiré los mechones sudados de la frente de Carl y puse una toalla.

- ¿Hay algo con lo que dormirlo? - Negan me miró con duda.

- No podemos esperar a que le haga efecto. - Negué y él asintió para después suspirar.

- Lo siento chico, te va a doler.

- Hazlo. - Respondió Carl con determinación.

Carol colocó un trozo de tela en su boca para que lo pudiera morder y yo agarré su otra mano para darle fuerzas.

- Ayudadme a sujetarlo.

Retiré la vista y aguanté las arcadas ante lo que estaba sucediendo.

Los gritos de Carl al igual que la fuerza que ejercía en mi mano se desvanecieron después de unos segundos y yo alarmada fui a buscarle el pulso en el cuello.

- Está bien, solo se ha desmallado por el dolor. - Informé al encontrar el pulso.

- Carol, ¿ya está el cuchillo? 

- Sí, toma Daryl.

Negan hizo presión para que no saliera tanta sangre mientras Daryl quemaba la piel del ahora muñón.

Cuando acabamos con todo soltamos un suspiro colectivo y Negan se acercó a abrazarme.

- Estará bien. - Susurró.

Yo asentí y llevé la mirada a la puerta donde estaba Rick. Sus ojos analizaron la escena pero en ningún momento se acercó.

El silencio en la enfermería se interrumpió por el sonido de las balas de cerca.

Negan besó mi frente antes de separarse de mí. - Hay que parar la batalla.

Con largas zancadas marchó hacia la salida pero Rick le frenó.

- ¿Cómo que pararla? Esto aún no ha terminado. - Levantó su arma hacia él.

- Rick, acaba de salvar a Carl. - Daryl andó hacia él con las manos en alto en un intento de tranquilizarle. - Es mejor dejar todo esto para otro día.

Rick se giró esta vez apuntando al arquero. - He dicho que esto aún no termina.

Michonne y Maggie entraron también con sus pistolas en alto.

- Di a los salvadores que os rendís. - Negan rio con gracia y el líder de Alexandría hizo una señal con la cabeza hacia mí, haciendo que Michonne se acercara y me apuntara. Todos vimos como Negan se tensó y apretó los puños con rabia. - ¿Ya no te ríes?

Clavándome el arma en la espalda se me instó a que andara. - Pero Carl... - Susurré antes de que me dieran un fuerte empujón tirándome al suelo.

- No la vuelvas a tocar o Carl no será el único que pierda una mano hoy. - Amenazó Negan.

- No estáis en la posición para hablarnos así. - Con odio Maggie se acercó y me levantó agarrándome del cabello. - Andad.

Miré hacia donde estaba mi niño. - Ve ________, yo me quedo con Carl.

Asentí hacia Carol y me dejé guiar hacia la salida.

- Dilo Negan.

- ¡Salvadores, nos rendimos! ¡Alexandría ha ganado!

Gente de distintos grupos se empezó a acercar a donde estábamos.

- Ya lo habéis oído. ¡Alexandría ha ganado! - Varios gritos de celebración se oyeron por el lugar. - Es hora de que paguéis. De rodillas.

Una patada hizo que cayera de rodillas al suelo. - Ella no ha tenido culpa de nada, he sido yo, yo soy el líder, no ella. 

- ________ queda condenada a sentencia de muerte por traición hacia su grupo y aliarse con el enemigo.

- Hijo de p*t*. ¡Soltadla!

- Negan queda condenado a sentencia de muerte por asesinato y extorsión.

- ¡Ella no ha hecho nada! - Los gritos de Negan cada vez sonaban más rotos. - No le hagáis nada, por favor. Ella es buena. - Le oí suplicar.

Y al levantar la mirada pude ver su rostro lleno de lágrimas.