3. Daryl

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Estar todo el día en el campamento era aburrido. 

Todos tenían tareas: las mujeres lavaban la ropa y hacían la comida, los hombre vigilaban (muy machista, lo sé) y los niños jugaban. 

Así que, ¿dónde quedaba yo? Ser adolescente nunca había sido fácil y menos lo sería en medio de un maldito apocalipsis zombie.

Por no hablar de que ahora estaba completamente sola. 

Todo había empezado hacía como 3 semanas. Llegué del instituto a casa antes de lo normal ya que al parecer había habido un atentado terrorista y cuando vi la puerta abierta y todo estaba lleno de sangre supe que algo no iba bien. 

Por suerte soy una persona miedosa así que llamé a mi vecino de al lado. Y digo por suerte porque Gleen, mi vecino, sabía lo que estaba pasando y entró conmigo a casa y se encargó de rematar a mi familia y cuidar de mí.

Trataba de no pensar mucho en ello pero cuando se está tanto tiempo sin hacer nada es inevitable que los recuerdos vuelvan y los pensamientos te ahoguen.

Por eso solía ir al bosque para distraerme.

Estaba recargada en un árbol cuando lo vi a unos metros de mí. Era Daryl, uno de los del campamento.

Solo por tener algo que hacer decidí seguirle.

***

Estaba cansada, hambrienta y me dolían los pies. Llevábamos andando unas horas y podía ver que ya estaba empezando a oscurecer.

Me agaché para esquivar una rama y cuando levanté la vista no vi al cazador por ningún lugar. Tratando de no entrar en pánico andé rápidamente para ver si lo lograba localizar pero no tuve éxito.

Intenté recordar el camino que habíamos hecho pero habíamos girado varias veces y en distintas direcciones. Tampoco lograba identificar ninguno de los elementos que me rodeaban.

Oí un ruido detrás mía y antes de que pudiera reaccionar algo se me había abalanzado y me estaba aprisionando contra un árbol.

- Mira niña, no sé a qué juegas pero ni creas que no me había dado cuenta de que me estabas siguiendo. - Susurró una voz ronca cerca de mi oreja. - Te voy a enseñar a no espiar a la gente. - Me soltó y giré para mirarlo de frente haciendo que quedáramos demasiado juntos. - Espero que pases una buena noche.

Seguido de eso se dio media vuelta y se empezó a alejar.

- ¿Có-cómo? - Tartamudeé y le empecé a seguir. - ¿Vas a dejarme en medio del bosque sola? - El hombre me ignoró. - No puedes dejarme aquí sola.

- Mírame.

- Por favor, una de esas cosas me puede comer. Está mal que me dejes aquí.

Se paró de golpe haciendo que al fin pudiera estar a la par suya. - ¿Y espiar a la gente sin su permiso no está mal?

Aparté la mirada avergonzada ya que tenía razón. - Lo siento mucho, es que estaba aburrida en el bosque y te vi y decidí entretenerme viendo qué hacías.

Me fulminó con la mirada. - No soy un payaso como para andar entreteniéndote.

- Lo sé, lo sé, perdóname. Sé que he hecho mal. No volverá a pasar.

- Claro que no volverá a pasar. No te muevas de aquí, volveré a por ti mañana.

Volvió a emprender la marcha y yo le agarré del brazo deteniéndolo. - Daryl, por favor. Ni siquiera tengo un cuchillo con el que defenderme. - Dije con lágrimas en los ojos.

The Walking Dead - One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora