The Walking Dead - One Shots

27. Enid vs. Carl III

- Así que... te asustan los fantasmas. - Rompió el silencio el tuerto.

Le miré de forma despectiva y seguí inspeccionando la casa. - Creí que habíamos quedado en no hablar sobre lo que pasó aquella noche.

Se encogió de hombros y sonrió. - Era solo para hacer conversación.

- Prefiero el silencio.

Me adelanté a abrir la puerta y algo cayó sobre mí. Antes de que pudiera reaccionar Carl me había agarrado de la cintura y se había colocado entre la cosa y yo.

- Es solo un estante. - Señaló. - Debió haberse caído con el tiempo y quedó justo apoyado en la puerta.

- Está bien, pero no hacía falta que te interpusieras.

- Fue un impulso.

- Pudo haber sido un caminante. ¿Sabes que te hubiera mordido a ti de ser así?

- ¿Y qué prefieres? ¿Que te ataque?

- No, pero eres un estúpido por poner tu vida en peligro.

- Se dice gracias, pero tranquila, que no volverá a pasar. - Añadió con desprecio.

- Intenta retener tus impulsos. - Me burlé.

- Créeme que últimamente los estoy reteniendo mucho. - Contestó sarcástico.

- ¿Como cuáles? 

Se mordió el labio y juraría que miró los míos. - No lo quieras saber.

- Seguro que es alguna estupidez. - Suspiré. - Sigamos revisando, que se nos hará tarde.

***

Sonreí ampliamente al ver a Enid corriendo en mi dirección.

- ¿Qué me has traído? - Preguntó mientras me abrazaba con fuerza.

- ¿Uhu?

- Ya sabes. - Se separó un poco y acarició suavemente mi mejilla. - Como siempre me traes algún regalo... ¿Qué ha sido esta vez? ¿Ropa? ¿Otro cómic, quizás?

- Bueno... - Suspiré. - La verdad es que no tuvimos tiempo, una horda vino y casi no pudimos escapar.

Puso una mueca y se separó. - Oh.

- Perdona, bonita. - Intenté agarrar su mano pero se alejó más de mí. - No pudimos ni agarrar todos los suministros que necesitamos.

- ¿Estás diciendo que yo no lo necesito? Creí que te importaba. - Sollozó y se fue corriendo con Carl.

Debí haberle traído algo.

***

Habían pasado tres días y Enid me seguía ignorando. Ya no sabía qué hacer para arreglar mi error.

Carl y Enid paseaban agarrados de la mano por Alexandría y en cuanto la chica me vio se acercó a besar la mejilla de él.

- Me encanta pasar tiempo contigo, Carl. Eres el mejor. - Gritó lo suficientemente alto como para que yo escuchara.

El muchacho me vio con confusión en su ojo y Enid le abrazó y empezó a acariciar su cabello.

Antes de que pasara algo más que me terminara de romper el corazón hui del lugar.