Fue hace mucho,
en primaveras antiquísimas,
yo te espiaba en los recovecos.
Mi musa sin saber de mí,
estaba enamorado de tu silueta mística
y misteriosa, cómo una dríade
te me escabullías por entre esquinas.
Te plasmé en mis diarios,
intentando copiar aquella belleza griega del Olimpo.
Abrigo negro, muerte de corazones.
¡Oh mi reina de azares!
¿Cuánto tiempo estuve escudriñando tus ojos de chocolate negro?
Estaba tratando de ahogarme en ellos,
en lo que tú eras.
Felina implacable,
y ave de muchas voces.
Amo tus caderas y todo lo que está pegada a ellas,
sensualidad que irradias con facilidad,
pues eres el veneno y la cura.
Te amo con ropa y sin ella.
Y, ¡oh dichoso fui, de poder saber tu nombre!
Afortunado de conocerte.
Bendito, por besarte.
Único,
solo por haberte dado
mi corazón.
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Filamentos estelares -poemario-
PoesieSígueme en ésta travesía por el cosmos emocional, la mente de una persona que lidia con la inestabilidad de su propia psique. Vagando en el etéreo vaivén de los sentimientos humanos; ya sabemos que cada uno de nosotros es un universo propio, brilla...