Y es que a algunos,
nos ataca como un flash,
es repentino.
Está aquí. Y también está por allá.
Y la alegría se va; tan efímera es en momentos.
Pero no podemos evitarlo,
porque los recuerdos son caballos sin jinete,
corren rápido,
para cuándo queremos huir nos aplasta con esa furia.
Y las sonrisas se borran.
Y la alegría se evapora.
Todo es tan distinto cuándo los ojos ya no ven,
al menos no el presente,
debido a que se quedan en una película que la memoria crea;
un recuerdo, de esos indelebles de nuestro ser más profundo.
Y la ausencia de algo
(o de alguien)
se hace presente,
¡Es un tatuaje en la retina mental!
No puedo evitarlo, si los recuerdos me invaden, yo me dejo llevar...
Y ellos nunca son piadosos.
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Filamentos estelares -poemario-
PoesíaSígueme en ésta travesía por el cosmos emocional, la mente de una persona que lidia con la inestabilidad de su propia psique. Vagando en el etéreo vaivén de los sentimientos humanos; ya sabemos que cada uno de nosotros es un universo propio, brilla...