No mires atrás... O tal vez sí.

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Y es que a algunos,

nos ataca como un flash,

es repentino.

Está aquí. Y también está por allá.

Y la alegría se va; tan efímera es en momentos.

Pero no podemos evitarlo,

porque los recuerdos son caballos sin jinete,

corren rápido,

para cuándo queremos huir nos aplasta con esa furia.

Y las sonrisas se borran.

Y la alegría se evapora.

Todo es tan distinto cuándo los ojos ya no ven,

al menos no el presente,

debido a que se quedan en una película que la memoria crea;

un recuerdo, de esos indelebles de nuestro ser más profundo.

Y la ausencia de algo

(o de alguien)

se hace presente,

¡Es un tatuaje en la retina mental!

No puedo evitarlo, si los recuerdos me invaden, yo me dejo llevar...

Y ellos nunca son piadosos.

Filamentos estelares -poemario-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora