Y sí, había sol ése día;
tu lado cada momento era de nubes de algodón
una estrella cálida centelleaba,
porque me hacías ver el mundo con una cámara de nitidez perfecta
y colores brillantes.
Pero te pedí perdón, y a mí mismo:
porque yo no quería nada de eso,
o al menos no ahora.
Yo quería sólo nubes de aserrín, y lluvias ralentizadas,
nada más que noches con luz de media luna
y estrellas frías y distantes.
Porque quiero soledad,
nada más que eso,
al menos por un par de eones
Y aún te pido perdón
por esto.
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Filamentos estelares -poemario-
PoesíaSígueme en ésta travesía por el cosmos emocional, la mente de una persona que lidia con la inestabilidad de su propia psique. Vagando en el etéreo vaivén de los sentimientos humanos; ya sabemos que cada uno de nosotros es un universo propio, brilla...