Amatista

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La bruma era oscura cuando me acercaba a ella,

y a veces el color se tornaba en la palidez de la enfermedad,

inmundos sentimientos destruían mi integridad,

y me derrumbaba en absurdos epítetos,

mis oscuros secretos:

como simples complejos de inferioridad

se hacían presentes.

Te reíste, gozando de los demonios

que me consumían desde dentro.

Lloré a las estrellas, a las nubes de acuarelas,

pero al tratar de ayudarme te pusiste frente,

barrera de diamantes.

Mi corazón, cuarzo morado,

amatista frágil,

no pudo contra ti.

Al final, escapé...

Pero ya tenía una fisura inexorable,

y de mí escapaba el dolor como sangre violeta,

lágrimas oscuras,

sollozos inaudibles.

Filamentos estelares -poemario-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora