¡Oíd!
¡Que el cielo implora el acabar del todo en mí!
A veces salvaguardo mis oídos,
¿sabéis?
Para no oír Todo es aceptable,
y mis dedos no quitan el ruido,
tapones para no escuchar he tratado de usar,
pero nada funciona.
Oigo todo, el vozarrón lacera mis tímpanos,
con un ímpetu terrible, arrasa.
¿Conocéis el "Vozarrón"?
Él es callado, ni siquiera produce sonido alguno,
pero es el silencio más abrumador,
casi asesino.
El silencio ruidoso,
ése que me ataca cuando no me habláis,
destructor de mi ánima misma,
y nada lo detiene.
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Filamentos estelares -poemario-
PoesíaSígueme en ésta travesía por el cosmos emocional, la mente de una persona que lidia con la inestabilidad de su propia psique. Vagando en el etéreo vaivén de los sentimientos humanos; ya sabemos que cada uno de nosotros es un universo propio, brilla...