En ciertas noches las nubes se iban de paseo a otros lugares,
y las estrellas se me mostraban hermosísimas,
espléndidas y llenas de polvo de hadas,
para poder volar.
Volamos juntos entre Orión y Ursa maior,
tomados de la mano
presenciamos el nacimiento de las eras y de la luz de colores vírgenes. Besé tu frente
sentados al borde de la eterna luna,
estaba media,
tal vez tenía sueño, la pobre Selene.
Tu cabello me caía en la cara mientras rodábamos abrazados,
y sonreías como la misma media luna,
pero eras más hermosa.
Eso fue antes, cuando las nubes estaban de buen humor;
pero ahora hay una cumulo nimbus permanente.
Ya no veo las estrellas, y el polvo de hadas ya no nos cubre.
En las noches tempestuosas lloro tu perdida,
te siento aquí, pero no estás.
La muerte ronda los pasillos de mi mente,
una muerte emotiva,
que surca sin permiso el mar de mis sentimientos.
Me miras, oh alma en negro,
y sonríes con placer.
Tal vez el polvo de hadas te hizo algo malo
y ahora solo planeas destronar mi corazón,
hacerme ver que las nubes jamás se van a ir.
Por favor,
dejadme ver las estrellas.
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Filamentos estelares -poemario-
PoetrySígueme en ésta travesía por el cosmos emocional, la mente de una persona que lidia con la inestabilidad de su propia psique. Vagando en el etéreo vaivén de los sentimientos humanos; ya sabemos que cada uno de nosotros es un universo propio, brilla...