Eco

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El eco estaba de vuelta,

¡oh horrible señor de maquiavélicas imágenes,
trayendo de vuelta lo que él grita e implora!,

llamándolo;

amargura, tristeza, emoción negativa.

Caballo negro de guerra, como un ente terrible,

me atropella el Eco,

resuenan sus pisadas en mi carne,

¿Por qué debo ser tan débil?

Intenté correr para estar a salvo,

qué ingenuo,

pues eso no es impedimento siquiera imaginable.

Él corre rápido y en silencio, como la noche.

Antes de saberlo ya pasaba sobre mí.

Grité, pero nadie escucha los gritos sin voz,

además, el Eco estaba ahí.

Correr; ya no puedo.

Gritar; es inútil.

Morir, dejar de estar y

sólo sentir el dolor de las pezuñas que lacera mi carne;

eso sí puedo hacerlo.

Filamentos estelares -poemario-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora