Luke miró donde yo estaba y a la vez en donde no estaba. Miró por unos segundos con el ceño fruncido y luego cerró la puerta y no lo oí más. Solté el aire del que estaba sosteniendo y traté de calmar mi acelerado corazón. Mierda, eso estuvo cerca. Si no fuera por lo invisible, estaría metida en un grave problema. Me asomé a la pequeña abertura y miré: Luke no estaba en la habitación y Chimerius, sí. Todavía estaba en mi forma en la cama haciéndose el dormido, me quedé unos minutos observando y luego abrí un poco la puerta del armario en el que me encontraba.
- Chimerius –susurré casi gritando. Nada- ¡Chimerius! –volví a susurrar un poco más fuerte. Tampoco nada. Salí lentamente sin hacer ruido y me acerqué a la cama- ¿Chimerius? –pregunté temerosa. Había visto películas de terror donde la chica se acercaba a la cama y al destapar aparecía un monstruo o algo parecido. No seré la misma estúpida que esa chica- Revelabo –apunté hacia el bulto en la cama cubierta de sábanas y rápidamente se descubrió mostrándome desnuda en un profundo sueño. Obviamente era Chimerius que se hacía pasar por mí…Dios ¿así se veía mi pelo? Debía cortármelo. Me acerqué y con mi dedo eléctrico le toqué.
- ¡Joder! –chilló saltando de la cama. Y tomó la sábana para cubrirse, la verdad no me importaba, ya conocía mi cuerpo. Me miró molesto- ¿por qué me hiciste eso?
- No me contestabas cuando te estaba hablando –le respondí. Bloqueé la puerta con magia por las dudas alguien entrase- ya haz hecho tu trabajo, puedes irte.
- Bien por mí –masculló Chimerius pasando a su forma demoníaca. Sus patas de cabras me daban miedo, su cara era muy deforme y sus cuernos eran grandes y largos- eso no fue nada lindo.
- Antes dijiste de que era bueno haciendo…eso –terminé con cara de asco. Él negó con la cabeza.
- Yo prefiero hacerlo con mujeres, no con hombres –repuso. Era raro mirarlo en esa forma, me había acostumbrado al chico lindo.
- Oye ¿no te quedarás…embarazado? –terminé con una sonrisa burlona. Él gruñó y me dio un coscacho en la cabeza- ¡Auch!
- Niña tonta –me respondió mientras se dirigía a la puerta. Sonreí, a veces era gracioso bromear con un demonio. Si el demonio era tu amigo, si no, corre nomás porque quedarás muerta.
- Gracias, Chimerius –le agradecí seria. Él se detuvo con la mano en el picaporte y se giró hacia mí con cara de asombro, había cambiado a su forma humana.
- ¿Acabas de agradecerme? –preguntó estupefacto. Asentí.
- Claro, hiciste esto por mí, un favor muy grande –le respondí sinceramente. Él asintió lentamente y pude ver en sus ojos algo de esperanza… ¿esperanza de qué? Pero antes de preguntarle él ya se había ido.
Sin esperar a que Luke llegara, me acosté en la cama con mucho asco y me hice la dormida. Obviamente no estaba desnuda como él había dejado a la otra Natalie, pero me daba igual. A los pocos minutos escuché la puerta abrirse y los pasos pesados de Luke, sabía que era él porque recordaba su fragancia y esa agilidad en moverse que tenía sin que nadie le pudiera escuchar. Excepto yo, claro. Mi oído era más avanzado que otros. En fin, Luke se acostó a mi lado y yo me giré para mirarlo. Había dudas en sus ojos zafiros que me miraban audaz, ese tipo de mirada me hacía sentir…insegura.
- ¿Qué pasa? –pregunté. Él suspiró y se reacomodó en la cama para mirar al techo.
- Tú transformación está por finalizar, no sé cuándo, pero falta poco –respondió con la mirada perdida al techo.
- ¿Y qué es lo malo de eso?
- Nada –respondió mirándome con una sonrisa y luego se acercó más a mí. Sus manos me atrajeron hacia él- en cuanto estés lista, nos casaremos y dominaremos el mundo Oscuro.
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Pesadillas Reales La Transformación.
ParanormalSegundo libro de la Trilogía Pesadillas Reales. Sinopsis: Natalie fue raptada nuevamente por Luke Lancaster, y Sam no tiene idea de qué hacer. Además, ella está en el proceso de la transformación, lo cual sus poderes están descontrolados. Luke a...