Pesadillas Reales La Transformación.

Capítulo 1 Sam : Tyler y Maya...

No sabía si bromeaba o no, pero por la cara de James decía la verdad. Estas dos personas, un chico y una chica, no tenían nada de especial, parecían unos simples mundanos. Pero al acercarme más a ellos y ver a lo profundo de sus ojos, lo descubrí. Era algo que no había visto jamás en mi vida, o tal vez sí, era un brillo reluciente…como los ojos de Nat. Aunque ella los tenía más opaco por su maldición.

- Ellos son Tyler y Maya –explicó James- ellos…

- ¿Qué sois? –les pregunté ansioso. Ellos tenían la mirada calmada en nosotros- por lo que puedo ver no son Oscuros.

- No, no lo somos –habló la chica. Era alta y con el cabello rojizo, ojos aguamarinas y tez pálida- somos algo muy especial, como tu chica.

- Algo que puede destruir tu raza –habló el chico. Era como mi edad y alto, cabello caoba y ojos verdes- pero no lo haremos, ayudaremos a encontrar a Natalie.

- ¿Cómo supieron de esto? –preguntó James con el ceño fruncido. La chica lo miró a los ojos.

- Sabemos cuándo le pasa algo a alguien de nuestra especie, por así decir –respondió Maya. Nuevamente me preguntaba ¿quiénes eran? O ¿qué eran?- se siente como una apuñalada en el pecho –prosiguió. Luego me miró- creo que tú sabes de lo que hablo ¿no?

- ¿Te refieres al dolor? –pregunté confundido. Ella asintió- Sí, lo sentí como una punzada en el pecho.

- Claro, porque está vinculada contigo y contigo también –terminó mirando a James.

- Ayudaremos a buscarla –indicó Tyler con ojos salvajes- acabaremos con el enemigo.

- Otra vez ¿quiénes son? –pregunté. Ambos me miraron, y James también.

- Todo a su tiempo –respondió Maya misteriosamente. A la mierda con el tiempo.

- ¡No! ¡Ahora! –estallé- ¡es mi novia a quien tienen raptada! ¡es ella!

- Sam, cálmate –me dijo James poniendo una mano en mi hombro, me la quité de encima inmediatamente.

- ¡Ni mierda! –seguí estallando como una bomba. Estaba actuando cuando Natalie se ponía así- ¡no me calmaré hasta encontrar a Natalie! ¡O hasta saber quiénes son ustedes!

- Si no te calmas, te calmaremos nosotros a la mala –repuso Maya tranquilamente. La miré incrédulo ¿en serio?

- ¡No pienso…! –empecé pero Maya a la velocidad de un rayo, me paralizó. Demonios, no me lo esperaba. Obviamente me caí al suelo pero seguía consciente.

- ¿En qué estábamos? Ah sí, ayudaremos a encontrar a la chica –continuó la chica mirando a James.

- ¿Por qué?

- Porque también queremos verla viva y sana, ella es una como nosotros, debemos mantenernos vivos uno a los otros. Somos pocos los que quedan.

- Pero ¿qué es ella y qué son ustedes? Ella está en proceso a una Oscura.

- Lo sabemos, pero antes de eso ella ya era diferente –repuso Tyler sus ojos parecían lobunos- es por eso que te pusieron a su cuidado y a su prima, eres un ángel.

- Lo sé, pero jamás me dijeron por qué debía cuidarlas o qué son ellas –replicó James. Mierda, odiaba estar paralizado, tardará un tiempo hasta que el efecto pase.

- Tal vez porque no estás preparado para lo que se viene –indicó misteriosamente Maya. Esa chica me asustaba, no sé por qué, pero me asustaba.

Gemí en el suelo para recordarles que estaba allí escuchando y para que me ayudaran. Sin embargo nadie lo hizo. Maldito plumero, pensé que era mi amigo. Sentí cosquilleos en mis piernas, bien, el efecto se estaba yendo.

- Está bien –dijo James- nos ayudarán, pero ahora estamos ocupados con otra cosa. No sé si borrar la memoria a estos humanos, para que olviden la muerte de la pequeña.

- Creo que deberías dejarlo así –repuso Maya- a veces no puedes simplemente borrarles la memoria, deben vivir con el dolor. Así es la vida, debes vivirla con dolor hasta que uno muera y por fin encontrar la paz. Ese es el ciclo de la vida. No siempre es feliz.

- ¿Quién eres tú? ¿Una filósofa? –pregunté en una broma. Estaba intentando en pararme, pero las piernas me fallaban. Ella me fulminó con la mirada.

- Vámonos –le anunció Tyler a Maya, que me seguía mirando de mala manera. ¿Por qué, si fue ella quién me paralizó? Ella lo miró y asintió- nos vamos a nuestro hotel. Cualquier cosa, tienen nuestro número. Adiós.

James los despidió con las manos y ellos se fueron, mientras que yo, seguía tratando en ponerme de pie. Maldita, era fuerte. Como Natalie. James me ofreció su mano, pero la rechacé. No necesitaba la ayuda de una gallina. Él alzó las manos y se largó riéndose de mi incapacidad. Plumero.

Después de varios intentos, por fin pude levantarme, todo agitado y sudado. Y para ello, todos se habían ido. Excepto los padres de Natalie que me miraban entristecidos. 

- La encontraremos –comenté jadeante. Ellos asintieron sin decir nada. Estaban quebrados igual que yo.

Sí, la encontraremos. Lo iba hacer, y nuevamente estaremos juntos, para siempre.

Regresé a mi casa y hablé con mis padres sobre Tyler y Maya, incluyendo la parte en que la chica me paralizó, y ellos tomaron sus propias conclusiones. O eran Oscuros raros <como vendría ser Natalie> o eran ángeles vengadores, pero si fuera eso, James ya lo hubiera sabido. A parte, nosotros los Oscuros podíamos presenciar a cualquier tipo de ángeles.

Lily, mi hermana, se unió a nosotros para buscar a Natalie. Lo cual era raro. Ya sabía que antes habían establecido una relación amistosa, pero jamás creí que ayudaría a salvarla. Y estaba desesperada como todos nosotros. Al fin algo bueno sale de su oscura alma. En fin, no comí ni nada, no tenía ganas de nada; mi mente solamente repetía la última vez que vi a mi novia: feliz y sonriente bromeando con su amiga en su patio, Sophie Adams, que ahora ya no existía. Natalie, mi Nut, estaba en manos de Luke. Estaba desesperado por encontrarla, abrazarla y besarla hasta no poder respirar más. La necesitaba, la necesitaba aquí conmigo, sana y feliz; sin ningún problema de qué preocuparse. Quería que estuviese en mi regazo dormida con esa cara angelical cuando dormía, quería molestarla y coquetearle, quería más que todo tenerla entre mis brazos besándola sin nada que pensar; quería solamente estar con ella.

Me quedé dormido en mi cama con un pensamiento: ¿Podré recuperarla?