Capítulo 17 Sam: Problemas celestiales...

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- ¿A qué te refieres con problemas? –le pregunté a James temerario. Se le notaba que estaba nervioso y algo asustado, tal vez muy asustado.

- Problemas como convertirme en un caído y no poder salvar a Natalie –respondió medio molesto y medio asustado- esa clase de problemas.

- ¿Te convertirás en un caído? ¿Por qué? ¿Has tenido sexo con alguna humana?

- Sam esto es serio –gruñó James.

- Hablo en serio ¿qué hiciste?

- Yo nada, los demás ángeles me amonestaron por haber fallado en la misión de Natalie, por segunda vez- respondió James- y no hay terceras oportunidades. Los ángeles del Trono quieren mi expulsión; si eso pasa, seré un caído. Y no quiero serlo.

- ¿Por qué no? Ser un caído es sexy –repuse moviendo las cejas. James me lanzó una onda que me produjo dolor- ¡Ay! ¡Plumero estúpido!

- No es una broma, Sam. Esto es tan malo para mí como para ti, pero ustedes también saldrán dañados –aclaró- si caigo, no seré más el ángel guardián de Natalie y no podré ayudar para su rescate. Perderé varios de mis poderes y contactos con otros ángeles, y hasta Natalie podría morir –terminó con pena.

- ¿A qué te refieres con eso? –pregunté con duda. Él me miró seriamente a los ojos.

- Estamos vinculados ¿recuerdas? He estado a su lado desde que nació e igual con Anabel, este vínculo si se rompe, produce un efecto severo hacia el humano que ocasionaría graves daños o hasta la muerte en algunos de los casos –terminó abatido- cuanto más estés vinculado con tu protegida, más daño le produce. Ambos fuimos pareja una vez –explicó. Gruñí- somos mejores amigos y siempre he estado a su lado antes de que se mudara o supiera de todo esto, claro que no estuve cuando la secuestraron pero aun así estuve a todo momento con ella. 

- Ya, entiendo, es grave –coincidí. James aspeó con las manos para darle más importancia al tema- ¿y qué podemos hacer para que eso no pase?

- Evitar que Natalie destruya el mundo –contestó James nervioso- la debemos encontrar ahora mismo.

Asentí, sabiendo que era difícil de hacerlo, pues es eso lo que estuvimos haciendo en todo este tiempo, buscarla. Y en todo este tiempo, no hemos encontrado más que tontas pistas que no nos servían de nada. Necesitábamos encontrar a alguien que supiera cómo y dónde buscarla, tal vez Krista…o tal vez no. Debía intentarlo. Me levanté del lugar dirigiéndome hacia el balcón.

- ¿Dónde vas? –me preguntó James confuso. Me giré a él mientras sacaba mi celular.

- A intentar salvar a mi chica –respondí moviendo mi celular mientras abría la puerta que daba al balcón.

Marqué el número de Krista y esperé a que contestara. Mientras tanto que esperaba, me ponía cada vez más nervioso; tal vez porque iba a pedirle ayuda a la persona que menos quería acudir. Después de tanta espera, contestó:

- Sam –habló sorprendida- ¿qué ocurre?

- Ya sabes que ocurre –respondí nada amigable. Escuché suspirarla- necesito que me digas dónde está Natalie ¿acaso quieres ver el mundo ser destruido? 

- No me importa si no estoy contigo –respondió mortificada- ¿Para qué vale salvarlo si no vas a estar conmigo? Me siento igual que tú en estos momentos. Perdida como lo estás sin Natalie, yo contigo.

- Basta Krista, sabes que no va a funcionar ese truco tuyo –repliqué incontestable- solo dime dónde está ella, si me amas y quieres lo mejor para mí, dímelo.

Ella se quedó en silencio por un momento y luego escuché un gruñido.

- Bien, lo haré –contestó en un mascullo, pero se quedó en silencio nuevamente- no, no lo haré. No puedo, Sam. Si Luke se enterara me mataría y lo sabes. ¿Acaso quieres que muera?

Pesadillas Reales La Transformación.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora