Capítulo 24 Natalie: La hermana...

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Sabía que en hoy día íbamos hacer algo para el siguiente ritual, debíamos esperar unos días para que la otra fase lunar llegué y así poder hacer el segundo ritual. Luke no me había contado qué se iba a necesitar, pero cuando lo escuché hablar con Chimerius, me di cuenta que necesitaba de su sangre; él iba a ser quién debían conjurar, como la víctima. Esa mañana desayuné normal junto a otros Oscuros que me miraban molestos y otros encantados, varios de ellos me deseaban, pero Luke había dejado claro de que yo era su chica para él solo. Aunque para mí eso era malo, yo no era de nadie, aceptaba estar con Luke pero yo no era propiedad de nadie.

Después entrené lucha libre con Oscuros y demonios para reforzar mi poder. Luego de entrenar fui a bañarme y a leer un libro, pero de pronto Luke nos llamó a todos para reunirnos en la gran sala que nunca había ido.

Luke estaba en el centro de la sala esperando a que todos entraran, y luego empezó a hablar.

- Hoy tenemos una misión muy peligrosa –comenzó mirando a todos- se necesita de su máximo poder y también debemos trabajar en equipo.

- ¿Qué clase de misión? –me atreví a preguntar, Luke desvió su mirada a mí y sonrió.

- Una de vida o muerte, Nat –respondió mirándome. Luego miró a los demás- ¿alguien se niega ir?

Nadie respondió. Eso significaba que todos iban a ir… ¿esto era una guerra?

- Muy bien, ya pueden irse a preparar. Lleven armas y equipamiento necesario; partimos en media hora –anunció y todos empezaron a salir de la sala. Traté de moverme entre la muchedumbre para hablar con Luke.

- ¡Luke! –grité entre la multitud de Oscuros- ¡Luke! –mi voz sonaba ahogada por las demás voces. Me enojé, y eso no era bueno- ¡Luke! –grité con poder haciendo temblar la sala. Todos se quedaron en silencio y quietos.

Aproveché para salir y me encontré con él, y su mirada penetrante.

- ¿A quién atacaremos? –pregunté en un jadeo. Todos estaban en silencio y mirándonos expectantes. Luke se acercó a mí sin apartar su mirada de la mía; mi nariz estaba a punto de tocar con la de él.

- ¿A caso importa? –preguntó con voz seca. Lo miré penetrante pero no se inmutó para nada.

- Sí –respondí de igual forma.

- Para mí no –repuso y se dio vuelta para irse aunque nadie más lo hizo.

- ¡Oye! –grité- te hice una pregunta y debes responderme correctamente.

Luke se paró bruscamente y soltó una risa gutural; se giró lentamente con ojos enfadados y semi rojos.

- ¿Estás ordenándome? –preguntó con una sonrisa nada amigable. Sentí que mis ojos también cambiaban y el poder quemaba en mis palmas.

- Sí –respondí igual sonriente- te he dado una orden.

Todo estaba en silencio; solo podía escuchar mi corazón desenfrenado y la respiración suave y brusca de Luke. Nuestras miradas no se separaban, ni siquiera parpadeábamos; estaba segura de que íbamos a pelear mano a mano. Pero me equivoqué, los ojos de Luke pasaron a ser azules de nuevo, sonrió por última vez y se giró para marcharse. Todos lo hicieron; dejándome sola con mi hirviente ira. Solo Chimerius se había quedado mirándome y empezó a caminar hacia mí pasando a mi lado.

- Ya cálmate, pequeño demonio –burló y se largó del lugar.

Estaba claro de que era una relación de amor-odio. A veces lo amaba, y a veces lo odiaba. Sin perder el tiempo, fui a prepararme para la guerra o lo que fuera que iba a pasar; solo esperaba en no matar a inocentes… ¿desde cuándo me importaba los inocentes? No debía tener la debilidad por nadie y por nada, era una Oscura; y debía ser como una.

Pesadillas Reales La Transformación.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora