PARTE CUATRO: Caden III [✓] [PRONTO SERÁ RETIRADA]

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—Me temo que te estás equivocando conmigo, doctorcito. Sería incapaz de hacerle algo así a Caden. No me quiera usar como herramienta para alejar a un padre de su hijo. Todo esto es algo que decide él mismo. 

—No te estoy usando. 

—¿Me ves cara de estúpida o qué? Sé perfectamente la mala relación que tienes con Caden. Él me cuenta todo, entre él y yo no hay secretos. Además, no sé si te has dado cuenta, pero Caden no ama a tu mamá. Si tu temor es que surja algo entre ellos, puedo darte la certeza de que no será así. Quisiera darte un consejo, y es que no te metas en las situaciones entre tu mamá y Caden. Ellos tienen sus situaciones que arreglar. Por otro lado, estoy consciente de que no puedo cambiar el hecho de que ella tiene un hijo con él, tú o Emily tampoco pueden hacerlo, pero no por eso voy a utilizar a mi propio bebé para amarrarlo. Confío plenamente en él y en sus sentimientos hacia mí. 

—Respóndeme una sola cosa. ¿Qué puedes verle a ese hombre? Ya que se cuentan todo, debes saber que antes de ti hubieron muchas. Todas caen rendidas a sus pies, como si se tratara de la última coca cola del desierto. ¿Cuántos posibles hijos debe tener por ahí regados? Si no estuvieras tú, ahora mismo en tu lugar estaría otra y otra. Mi madre fue una de esas mujeres que tampoco supo decirle que no, que le abrió las piernas sin pensar en las consecuencias, aunque estoy seguro que le lavó el cerebro. Todavía hoy debo soportar que lo mire, no solo con temor, sino con deseo y amor. Mi madre no ha podido rehacer su vida gracias a ese maldito que incluso sin haber estado presente, es como si habitara dentro de mi hermano y detrás de su mirada. 

—Max es el vivo reflejo de Caden.

—Sí, y es desesperante. Como hijo, solo quiero lo mejor para mi mamá. Mientras ese tipo esté cerca de ella, no podrá salir adelante. 

—Puedo entenderte, pero no puedo ayudarte con lo que me pides. Es una decisión que tiene que tomar él y, aunque hemos hablado sobre irnos y comenzar de cero en otro lugar, ahora que ha vuelto a ver a Max, no quisiera que corte con ese lazo tan fuerte por mi culpa. Quiero que tome una decisión y él mismo sea quien la comparta con todos ustedes. 

—Estás embarazada, Masie. ¿Qué vas a ser si él decide conquistar a mi madre de nuevo para darme por donde más me duele y a ti te deja sola con ese bebé en tu vientre? Solo dime, ¿qué harás? 

—Caden no es así, ya te lo dije. 

—Estás cargando un bebé. ¿Qué vida le vas a brindar? A ese tipo lo están buscando por todas partes. No creo que tarden en encontrarlo y llevarlo de vuelta a donde no debió salir nunca. ¿Luego qué pasará contigo? ¿Vas a criar un hijo sola? Bueno, aunque si te atrapan con él, terminarás pariendo a ese bebé en la cárcel. 

—¡Ya cállate!

—¿No has pensado en eso? Todos somos cómplices de él, por eso lo mejor es que se alejen juntos. Mi mujer está a punto de dar a luz y si a ti no te importa ese bebé que estás cargando, a mí sí me importa proteger al mío. Caden representa un peligro para mí familia y no pienso permitir que nos lleve arrastrados a todos. 

—No te atrevas a hacerle algo malo a Caden, porque no solo yo iré tras de ti, sino también tu esposa Emily y lo sabes. Ella ama a su padre y jamás podría perdonarte que le hagas algo. 

—Te daré medicinas para el dolor, pero no puedes abusar de ellas, recuerda que debes cuidarte. 

—Claro que lo haré. Gracias, doctor. 

Salí a la sala para que Caden pudiera entrar a atenderse con Kevin, pero como estaban ellas ahí reunidas, quise darles su espacio y fui a la cocina. Además de que también quería estar sola con mi bebé. 

Dentro de mí está creciendo un pedacito de mi Caden. Es como un rayo de esperanza dentro de toda esta oscuridad. No pensé que sería tan pronto. Incluso no sé si deba sentirme así de feliz, debido a toda la situación que estamos enfrentando actualmente. ¿Cómo lo tomará Caden? ¿En qué momento se supone que le diga? 

—Te prometo que de ahora en adelante voy a cuidarte y sé que tu papá también lo hará — acaricié suavemente mi barriga, dejando escapar una media sonrisa—. Te has aferrado tanto a la vida y a permanecer con nosotros, que no hay forma de que permita que vuelva a sucederte algo malo, mi amor.  

—¿Estás embarazada de mi papá? — escuché la voz resentida de Emily y, por alguna razón, un escalofrío se apoderó de todo mi cuerpo.