41

531 90 21
                                    

Al principio solo dije todo conforme iba recordando sus actitudes hacia Caden, pero no porque estuviera tan segura a como intenté mostrarme. Al contrario, quería creer que las cosas no eran así. Definitivamente la mejor decisión que puede tomar Caden es alejarse de ella. No lo digo por celos de mujer ni nada por el estilo, sino porque esto es enfermizo y esa mujer es peligrosa.

Las aguas no se habían calmado, cuando se aparecieron justamente los dos que no convenía que se aparecieran ahora. Si Caden me escuchó atacándola, es muy probable que quiera defenderla. A pesar de todo, no es como que busque competir con ella por Caden. Emily es su hija y él se encuentra en una situación compleja. Todas nos quedamos petrificadas, sin saber qué decir o hacer. No sabíamos si nos escucharon o no, pero Emily fue quien decidió romper el silencio primero.

—Papi, estas mujeres están levantando calumnias sobre mí.

Caden fue el único que me miró.

—¿Y con qué papi estás hablando? ¿Conmigo o con tu papito querido? — con la pregunta de Kevin todas pudimos comprender que en efecto habían escuchado todo.

—¿Qué dices, Kevin? — preguntó Emily.

—¿Por eso no era suficiente para ti? ¿Por eso me hacías sentir tan poca cosa? Ahora lo entiendo todo. Por eso decías que jamás podría compararme a tu papá. Soy un idiota.

—No piensas creer en lo que digan estas dos, ¿verdad? Ellas solo quieren ponerlos en mi contra. Nada de lo que dicen es cierto.

—Puedo perdonarte todo, pero que hayas metido a tu propio padre en nuestra intimidad, en nuestra relación, en usarme pensando en él, eso no lo perdono, Emily. ¿Qué demonios le ven todas a este? Todas las mujeres enloquecen por este desquiciado. La doctora, Lucía, Masie y ahora también tú, Emily. ¡Esto es inaceptable e imperdonable!

—No te permito que le hables así a mi hija. Estoy seguro que es un malentendido o eso quiero pensar.

—¿Malentendido? Tu hija siempre está mencionándote. Cuando comenzamos a salir ella todo el tiempo me utilizó para saciar sus necesidades y durante el proceso siempre mencionaba a su papá, como si eso le trajera recuerdos tuyos. Pensé que solo era producto de compartir ese momento, porque luego ella misma me dijo que sus padres siempre le ayudaban con su "enfermedad".

—Déjenme a solas con mi hija.

—Claro, para seguirse burlando de todos nosotros.

—¡No hables de lo que no sabes y lárgate! — le ordenó Caden.

Como estaba de acuerdo en que ambos debían estar solos y hablar, no puse resistencia. De hecho, el único que tardó en dejarlos a solas fue Kevin.

Caden

—No creas en lo que dijeron, papá.

—Quiero creer en ti. Quiero creer en que todo esto es solo un malentendido. No quiero siquiera pensar en que algo así está pasando por tu cabecita, mi princesa. Tú, más que nadie sufriste la muerte de tu mamá y hasta hace un tiempo me estuviste reclamando el hecho de haber decidido rehacer mi vida. No tendría ningún sentido esto.

—Tienes razón, papá. Sabía que ibas a creerme.

—Si ya hemos dejado claro eso, sería bueno que hablemos de mis planes con Masie.

—¿Planes? ¿Qué planes tienes con esa mujer?

—Los dos nos iremos del país, a un lugar distante, donde solo seamos ella y yo.

—¿Piensas dejarme?

—Princesa, ya habíamos hablado de esto. No creo que sea tan difícil comprenderme.

—¿Y qué hay con todo el tiempo que estuvimos separados? ¿Qué hay con todo lo que hemos pasado juntos? ¿Por qué siempre eliges a cualquiera por encima de mí?

—No es cierto y lo sabes. Emily, pronto tendrás a mi nieta en tus brazos, tendrás a tu propia familia y no es seguro que esté cerca de ustedes. Si quiero protegerlas, debo mantener mi distancia.

—No, no puedes dejarme, papá. Esa mujer debe ser la culpable. Tú jamás me dirías algo así. Luego de todo lo que pasamos, no es justo que la elijas a ella. Haces todo eso por el bebé, ¿verdad?

—¿Bebé?

—Sí, con el bebé que está esperando. Ya veo que esta era su carta bajo la manga. Esa mujer quiere alejarte de mí, papá. No puedes dejar que se salga con la suya.

—¿Masie está embarazada?

—¿No te lo dijo? 

«Por supuesto que acepto todo de ti. Incluso si se trata de una pequeña versión de ti». Recordé sus palabras y una sonrisa se dibujó en mis labios.

—¿Por qué sonríes así, papá? ¿Tú estás feliz de eso? ¿Sabes las consecuencias que va a traer ese bebé?

—Claro que estoy feliz. La mujer que amo está embarazada, ¿cómo pretendes que no me alegre de eso? Ya había olvidado lo bien que se siente oír eso. Recuerdo cuando tu mamá me dio la noticia de que estabas creciendo dentro de ella. Fue un día que jamás voy a olvidar.

—¿No me estás escuchando, papá? ¿Qué harás con ese bebé? ¿Lo dejarás llegar al mundo para que pase lo mismo que con Max?

—¿Lo mismo que con Max? No quieras comparar las cosas, hija. Yo no sabía de la existencia de Max, fue Lucía quien lo apartó de mí. Yo hubiera querido hacer muchas cosas por él, pero en este momento lo único bueno que puedo hacer es alejarme. No creas que para mí es fácil tomar esta decisión, al contrario, estoy dejando atrás a dos pedacitos de mí y a mi nieta que está en camino. Esta noticia de Masie acaba de confirmar que la mejor decisión que puedo tomar es alejarme con ella y nuestro bebé. Yo estoy cansado de esconderme, de vivir huyendo, no quiero que por mi culpa, mi hijo también se tenga que enfrentar a vivir entre las sombras. Quiero darle una mejor vida a Masie, a tu hermanito, incluso yo quiero comenzar una nueva vida con ellos.

—Tú no puedes dejarme, papi. Tú me prometiste que nunca te ibas a apartar de mí. Sé que debes estar molesto por la discusión que tuvimos el otro día, pero te juro que no sentía nada de lo que dije. Entiendo que quieras comenzar una nueva vida y estoy dispuesta a apoyarte y acompañarte en ella— acarició mi mejilla, mientras que su otra mano se posó sobre mi torso—. ¿Piensas excluirme y abandonarme? Papi, yo te amo y no quiero tener una vida si no es contigo a mi lado. Entiendo que quieres una nueva vida, ser feliz, lejos de todo esto y yo te la pueda dar. ¿Por qué no nos escapamos juntos, solo nosotros tres? Nadie tiene que enterarse.

—¿Me estás pidiendo que abandone a Masie y a tu hermano?

—Antes estabas dispuesto a hacer todo por mí, ¿no es así? Tú no amas a esa mujer, papá. Tal vez sientes atracción física por ella porque es joven y linda, pero no por eso debes por obligación quedarte con ella.

—¿Estás queriendo decir que estás dispuesta también a dejar a Kevin por mí, mi amor? — entrelacé mi mano en su cabello y asintió con la cabeza.

—Sí, papá. Por ti sería capaz de todo.

—¿Todo?

—¿No te lo he demostrado lo suficiente? Tú y yo hemos vivido mucho juntos. Nunca miraste a mamá de la misma forma en que me miras a mí. Lo he sentido siempre y lo veo ahora mismo en tus ojos.

—Tienes razón, pequeña. ¿Sabes por qué? Porque a ti te amo y porque eres mi única princesa, en cambio ella era solo mi mujer en aquel entonces, así que no se puede comparar o igualar.

—¿Eso quiere decir que aceptarás que nos vayamos juntos?

—No lo has entendido, mi hermosa princesa — agarré su cuello y presioné su cuerpo contra la pared—. ¿Qué te hace pensar que dejaría a mi mujer y a mi hijo por cumplir con otro de tus caprichos, Emily? Quería creer que lo que había escuchado ahí fuera era un malentendido, pero veo que no es así. No sé lo que está pasando por tu cabeza en este momento, pero te exijo que lo olvides. Masie no se equivocó con lo que dijo y conociéndote probablemente no le creíste, es por eso que te lo diré yo. Tú eres mi hija, sangre de mi sangre, y te amo sobre todas las cosas, pero de ahí en fuera a verte como un hombre, eso jamás podría cruzarse por mi cabeza, como tampoco el abandonar a mi mujer y a ese hijo que está creciendo en su vientre, producto del amor real que existe entre los dos. 

PARTE CUATRO: Caden III [✓] [PRONTO SERÁ RETIRADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora