El final está cerca: Megan y Cristianno lo saben. Todos tienen un rol que interpretar. Altercados del pasado, presente y futuro se dejan de lado para luchar en la guerra definitiva. Nuevas alianzas se forjan, viejas amistades se destruyen. Reglas, límites y fronteras se desvanecen para ser reemplazadas por otras. La división entre el bien y el mal se distorsiona: lo que antes era condenado, hoy está permitido. Todos trabajan juntos, pero nadie confía entre sí. Para que un ejército tenga éxito, se necesita mucho más que un líder y simples soldados.