Un trato es un trato, primor. Se sentenció de por vida al haberlo conocido. Destruyó parte de su vida al estrechar su mano con la de ese ser tan misterioso. Vendió su alma al mismo diablo al haber hecho un trato con él. Pero aún así... Permanecía con él, se quedaría con él incluso hasta que se cumpliera el plazo de ese tan doloroso negocio. Y lo buscaría hasta los confines del séptimo universo para que no se alejara nunca más.