𝕿𝖗𝖆𝖙𝖔 𝖈𝖔𝖓 𝖊𝖑 𝖉𝖎𝖆𝖇𝖑𝖔 •~𝔅𝔩𝔞𝔠𝔨 𝔵 𝔊𝔯𝔞𝔫𝔬𝔩𝔞~•

Capítulo X

—Shh... está en la cabina, lo dejé allí cuando salí—estaba entrando a la nave con apenas los pantalones puestos y sus botas en la mano, lo demás lo traía Black quien venía detrás de él.

—Soy capaz de decirle que ya te co—Granola algo sonrojado le tapa la boca.

—Cállate, ni una palabra de eso si es que quieres repetirlo, ¿Me oíste, cerebrito de nuez? Apenas acepta que estés conmigo, hará lo que sea para aniquilarte si se entera de lo que hicimos.

Aparta su rostro, haciendo que Granola quitara su mano—Eso es cosa de dos ¿por qué a ti no?

—Porque no le agradas, por eso.

—Me sentiría ofendido, pero no es como si me importara mucho.

—Sólo sígueme. Estoy cansado y quiero dormir—sigue caminando sin hacer mucho ruido para no alertar a Oatmeal.

—¿Conmigo?—empieza a seguirlo.

—Ya te dije que sí. Ya, ven rápido.

Siendo cuidadosos llegaron hasta la habitación del menor, donde dejó sus botas junto a la puerta.

—No me... ¿Tienes despensa aparte?

—Sí. Tú comes más que yo, no pensaba quedarme sin comida solo por ti—saca de su armario una solera de tono rojizo.

—Es porque mi cuerpo es el del saiyan, ya te lo he dicho. Como Kaio no comía ni a la par tuya siquiera.

—Ay, sí...

—¿De verdad sigues sin creer eso?

—Es que nada cuadra, empezando por lo de la línea temporal, eso sí que te lo has inventado.

—Que no, a ver, ¿ves este anillo?

—Sí... ¿pero qué tiene que ver?

—Estos anillos solo existen si se crea una línea temporal, es decir, si yo te mato ahora mismo se crea una línea en donde tú no vas a ver a Goku y a Vegeta y otra donde sí. ¿Por qué? Porque yo no soy de esta línea temporal y con solo cambiar una cosa, puedo ocasionar que algo no ocurra, eso puede causar la desaparición de hasta una gran civilización, ¿Entiendes? Porque si me sigues diciendo que soy un loco se me zafará un tornillo y no sé que pueda pasar.

—¿Me estás amenazando?

—Tómalo como q‐

Fue tomado del rostro y estampado en la cama con bastante fuerza. Aún preso del agarre del más joven miró que estaba encima con una venita en su frente.

—Escúchame bien claro, sigo siendo el ser más poderoso de este universo y si quiero puedo dejarte clavado en el suelo. Y no vas a estar con tus ridículas amenazas, que no creas que porque tengamos algo tú y yo voy a dejar que sigas con tu altanería. Sigo siendo yo y yo no soporto a los creídos. Y tú te crees mucho.

—No me creo mucho, soy mucho.

—Sigue así y seguiré el consejo de Oatmeal de volverte a paralizar y tirarte al lago.

—¿En serio te dijo eso?

—¿Te preocupa más que lo haya dicho a que yo lo haga?

—No te atreverías.

—¿Quieres probar?—su rostro no mostraba ninguna seña de que estuviera jugando.

—Eh... mejor no.

—Buen chico—lo suelta, le da unas palmaditas en la cabeza para luego alejarse de la cama y quitarse el pantalón sucio que tenía.

—Wow...

—¿Qué?

Se sienta en la cama y lo mira—No, nada... solo que no te había visto bien allá afuera. Eres bastante marcado a pesar de no trabajar en exceso tu fuerza física. ¿Fue por el deseo?

—El deseo no tiene nada que ver con mi cuerpo. Solo me hizo crecer demasiado el cabello, obviamente lo corté porque me es mucho más molesto.

—Corazón, sin toda esa ropa que siempre llevas eres mucho más que lindo.

—Dime la verdad, ¿Sí te parezco atractivo?

—Mucho... pero, esos ojos tuyos hipnotizan a cualquiera. Y su forma, rasgados, así me gustan.

El menor se sonrojó un poco por esos comentarios.

—Y tu carácter—suspira—quizás no te lo he dicho, pero por alguna razón me gusta verte enojado o siendo dominante en cuanto a quien manda aquí.

—¿Me molestas a propósito? genial...

—Eh, pues sí, me gustan pasivo-agresivos. Que estés tranquilo y de la nada te moleste algo me encanta.

—Admito que puedo ser un poquito bipolar, pero ¿qué necesidad de hacerme enojar? ¿Quieres que te maltrate o algo así?

—Me excita en demasía que me digas eso.

—Eres un idiota... ¿Qué de bonito tiene eso?

—No sé, pero en el sexo puede ser algo totalmente orgásmico, ¿No te parece?

—Creo que en todo lo que ocurrió hoy desarrollé otro gusto respecto a lo que me parece orgásmico.

—¿Tú qué piensas entonces?

—Eh... bueno, no me excitan los golpes como a ti, sadomasoquista. Yo en la cama quiero estar bien y pasarla bien, háblame al oído si quieres que caiga o puedes tan solo besarme el cuello, soy algo sensible.

—Eso es tan sencillo y simple que me parece maravilloso.

—Quiero saber algo, ¿Tú en serio estuviste con alguien más o es solo tu fanfarronería?

—Eh, eso es complicado... estuve con mi contraparte de la línea de tiempo de Trunks.

Granola lo mira unos segundos con un rostro de total confusión y a la vez parecía asco.

—¿Qué te pasa? Eso es un nivel mucho más alto de narcisismo que nadie más que tú ha alcanzado.

—Estando solo con dos opciones, mi otro yo o mi enemigo de toda la vida que es un mortal. Obvio me elijo a mí mismo, Trunks para mí tiene pinta de imbécil.

—Él es... hijo del saiyan, ¿no?

—Es un mestizo con humano y además de eso un gusano que se interpuso en todos mis planes de erradicar a los mortales. Los protegió a todos hasta el final.

—Creo que... me duele decir esto pero, yo hubiera ayudado al niño.

—Bien, ahora estás de su lado. Es un saiyan.

—Por un bien mayor que sería sobrevivir y cuidar a quien me importa, es decir, mi único familiar, lo habría hecho. Y si estaba en contra tuya supongo que tenía algo de corazón, no como su padre.

—Me haces parecer el malo de la historia.

—Amor... eras el malo de esa historia. Quisiste matar a todos.

—No quise, lo hice. Pero su actuar me obligó a hacerlo.

—Je je...—se acerca a la cama y se sienta a su lado. Coloca su mano sobre la de Black y le besa la mejilla—tienes algo que me llama mucho la atención, y eso es el sadismo que me demuestras a veces al decirme que no te arrepientes de nada o cuando me dices como piensas matar a Vegeta.

Black le sonríe dulcemente, la sonrisa es devuelta por el menor.