Capítulo VI

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Ambos chicos no parecían tener un acuerdo con lo que pensaba el otro. Un momento estaban hablando bien y al otro estaban peleando por ver quien tenía razón respecto a justicia.

Los dos tienen un carácter chocante entre sí.

Pero Black a veces se pasaba. Granola podía calmarse e ignoraba los comentarios del moreno, ahí era donde empezaba a pelear con Oatmeal.

Es decir, mientras Granola podría estar tranquilamente leyendo algún libro de la mitología Namek, Black estaba discutiendo con Oatmeal. Claro, los ignoraba y seguía con lo que hacía sin hacer mucho caso a la discusión.

~Tonto.

—Chatarra.

~Imbécil.

—Basura.

~Dios de pacotilla.

—Hey, eso no se vale.

—¡Ya callense maldita sea! No puedo ni siquiera comer, porque ustedes dos se la pasan peleando. Black, no te la puedes vivir peleando con Oatmeal, además, que sepas que obviamente lo apoyo a él.

—Claro... déjame a merced de tu lentilla de metal.

—Black, basta. Mejor ven conmigo—Se quita a Oatmeal y camina hacia afuera de su nave. El mayor lo sigue sin esperar nada.

—¿Quieres estar conmigo a solas? Debiste habérmelo dicho antes, no traigo protección conmigo.

—Oh, claro que quiero estar a solas contigo...—Se le acerca y con sus manos toma su rostro. Black tomó sus ensanchadas caderas con firmeza sonriendo disfrutando del tacto que le daba el menor—Deseo estar contigo... solos los dos... para...

—¿Para...?

La sonrisa del ceresiano era indescifrable para Black, pero eso era algo que quería averiguar. ¿De verdad estaba cediendo?

—Para esto—frunció el ceño y le dio un golpe en el rostro, Black al estar con la guardia baja no pudo prevenirlo y quedó sentado en el suelo, tocando su mejilla.

—Woah... lo admito, eso sí dolió.

—¿Piensas que voy a caer en tus sucios juegos? Ya te lo dije, no estoy interesado en eso.

—¿Ni siquiera por necesidad?

—¿Qué quieres decirme con eso?

—Vamos, ya sabes... solo por diversión.

—¿Crees que voy a caer tan bajo solo por deseos carnales? Por supuesto que no, peor si eres tú.

—¿Hace cuánto no tienes contacto con nadie?—preguntó mientras se levantaba del suelo y sacudía sus ropas.

Se sonroja—Eso no es de tu incumbencia—se da la vuelta para que no le viera la cara.

—Ahh, te pillé, en tu vida has tenido sexo, ¿verdad?

Gira su cabeza hacia el moreno—¿Y eso qué? No me hace falta. Y tú que eres una supuesta deidad no creo que tengas deseos sexuales, ¿qué clase de maestro tuviste?

—Mi cuerpo es el de un mortal, tengo necesidades y tú no me ayudas.

—Tienes tu mano, ayúdate tú solo.

—Ay, claro que no. ¿Qué me crees, corazón?

—Un asqueroso que solo tiene un objetivo conmigo, arrastrarme a su cama. Deja de coquetear conmigo, peor en frente de Oatmeal. Y ni se te ocurra volver a tocarme así.

—¿Así cómo?—se teletransporta justo detrás de él, abraza su cintura y coloca su mentón sobre su hombro, al instante sintió como Granola se tensó de pies a cabeza—Así, ¿eh? Te pongo nervioso.

—Que te ¡apartes!—De su palma emanó un brillo, el cual se intensificaba, la energía estuvo por dar en el rostro de Black, pero este se movió lo suficientemente rápido para que no lograra su cometido—¡Eres un insulto para los dioses, ¿lo sabías?!

—Pues ven y dame un escarmiento.

—Maldito...—Voló hacia él para iniciar un enfrentamiento, ya habían entrenado juntos, pero esta era la primera vez que llegaban hasta los golpes por una discusión, a Granola no le gustaba que le tomen del pelo con esas cosas y se molestó mucho.

Intentaba atinarle aunque sea un golpe y tirarle un diente de su estúpida sonrisa que le estaba dando.

—¡Me las vas a pagar, desgraciado!

Elevó sus manos como si levantara algo.

—¿Qué haces? ¿Quieres que caiga algo del cielo o qué? ¡Ahh!

Dos grandes pedazos de suelo y piedras chocaron contra él, sin embargo eso no sería suficiente. Expulsó bastante energía para quitarlos y un aura blanca lo rodeó.

—Con que ya no estás jugando.

—¡Nunca estuve jugando!

—Bien... hagamos esto más parejo... ¡¡Haaa!!—su cabello se erizó y se volvió de un color rubio, su cuerpo fue envuelto por una aura dorada que brillaba, asombrando al ceresiano, pero ese asombro se volvió enojo.

Se dio impulso con bastante fuerza que dejó un cráter en el suelo, llegó hasta Black y le dio un rodillazo en el estómago. El moreno no debía bajar la guardia, recuperó el aliento y tomó al menor por la bufanda que estaba abultada alrededor de su cuello.

Ambos se dieron un golpe en sus mejillas. Rápidos y contundentes, logrando que Black soltara a Granola.

—Esto apenas empieza, corazoncito—limpia la comisura de sus labios con su pulgar mientras sonreía.

—Cierra la maldita boca.

Nada iba a detenerlos... ¿o sí?

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𝕿𝖗𝖆𝖙𝖔 𝖈𝖔𝖓 𝖊𝖑 𝖉𝖎𝖆𝖇𝖑𝖔 •~𝔅𝔩𝔞𝔠𝔨 𝔵 𝔊𝔯𝔞𝔫𝔬𝔩𝔞~•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora