Capítulo IV

176 18 7
                                    

—Hola...

—Oh, Granola, has vuelto. ¿Ya cambiaste de opinión? Dime que sí.

—Eh... no. Lo lamento pero no puedo.

—Uy, Granola, ¿Por qué no puedes pensar con la cabeza fría?—intenta darle un golpe con su bastón. Pero Granola se agacha para que no le diera.

—Que agresividad la suya, señor...

—¿Qué haces aquí? Te dije que me esperaras.

—Soy un poco impaciente.

—¿Y él quién es?

—Ah, es... Black, él va a ayudarme.

—¿Ayudarte? ¿Desde cuándo dejas que alguien te ayude?—Mira bien a Black—Un momento... te me haces muy familiar.

—Seguramente conozca a un tal Son Goku.

—No, la verdad es que no.

—Bueno, solo soy un tipo que tiene un parecido con él y pues... suelo ser un poco extravagante.

—Tu estupidez es la extravagante. Abuelo, solo vine para ver como estabas y dejarte esto—Dejó una botella de agua en la mesa.

—¿A dónde crees que vas Granola? No he terminado contigo. No puedes ir y arriesgar tu vida, me ha costado mucho mantenerte vivo para que vayas directamente a la boca del lobo—Se da la vuelta, dándole la espalda—la venganza te está consumiendo.

—Por favor, no quiero pelear contigo. Solo quería asegurarme de que estuvieras bien. No puedo resignarme ahora, sabes que no puedo más con todo esto y... tengo que hacerlo. Estoy harto, harto de que ese sujeto crea que es el ser supremo de este universo, atemorizando a todos, asesinando a razas enteras. No quiero ver como pasa lo mismo una y otra vez... nos vemos.

Monite no le miró ni le dirigió la palabra, eso le dolió al menor. Pero solo jaló a Black con él para irse.

Una vez afuera lo soltó, caminaba hacia la colina donde había aterrizado.

~Granola...

—Ahora no, Oatmeal—Habló despacio.

—Oye...

—¿Qué?

—¿Seguro que quieres hacer esto?

—Estoy mucho más que seguro, ¿por qué lo preguntas?

—No lo pareces. Hasta tu aura cambió drásticamente.

—Agh, ¿tú qué sabes? Ni siquiera me conoces.

—Granola.

—¿Qué?—levantó más la voz y se giró para verlo. Estaba más arriba que Black, así que este tuvo que mirar hacia arriba.

—¿Qué es lo que buscas en realidad con matar a ese tipo?

—Mi venganza. Viste a los que habitan aquí, ¿Verdad?

—Sí...

—Ninguno es como yo, porque no existe nadie más que yo de toda mi raza. Todos fueron exterminados por los saiyans, por Freezer... la última vez que vi a mi... Agh, no entiendo para qué te digo esto, ni siquiera te importa—Se dio la vuelta y siguió caminando.

—Oye, espera.

—Black, si vas a ayudarme, hazlo. Pero no te entrometas más de lo debido.

—¿Entonces es un trato? Estaré junto a ti hasta lograr tu cometido, luego desapareceré de tu vida, ¿Hecho?

Extendió su mano hacia él, Granola lo miró analizando todas sus palabras. No estaba aún muy convencido de que él pudiera ser de gran ayuda. Pero era fuerte, además tenía un aire de sadismo que... de alguna manera le atraía sin darse cuenta.

Lentamente también fue levantando su mano, hasta que al fin las estrecharon sellando su trato.

—Recuerda, yo no rompo mis tratos y este no será la excepción. Una vez terminado el trabajo me iré. No tengo intenciones de continuar con mi antiguo plan, pero eso no me impedirá matar a quien se me plazca si veo que está haciendo atrocidades de su índole mortal.

Suelta el agarre de sus manos—Muy bien... y que hipócrita de tu parte decir que los mortales somos atroces cuando tú, siendo un supuesto dios, deberías dar el ejemplo y no aniquilar a todos, ¿no te parece?

—¿Eh? ¿Qué quieres decir con eso?—Oye la risa del menor, quien se volteó de nuevo negando con la cabeza—Granola, te estoy hablando.

—Apresúrate si no quieres que te deje, señor Dios.

—Ya te dije que me llames Black.

—Perdona, no te oí, ¿Qué decías?—repitió las palabras que él le había dicho esa misma tarde.

—Buena jugada...

—Je je...—Black volvió a mirarlo y vio que lo estaba esperando con una pequeña sonrisa en su rostro.

—¿Sabes, corazón? Es la primera vez que te veo sonreír.

—Es que contigo no sonreía ni de chiste hace rato...

—¿De verdad te parezco molesto?

—En realidad como ya acepté, ya no tanto. Pero sí que eres muy insistente. Vamos—esperó a tenerlo en frente y seguir caminando hacia su nave—Aunque otra pregunta, ¿Por qué me dices así?

—¿Cómo? ¿Corazón?

—Ujum...

—La verdad es que no lo sé, quizás porque me pareces lindo.

—¿No debería parecerte linda una chica y no yo?

—Yo no veo nada de malo en que me guste un hombre, ¿Tú sí?

—Bueno, gustos supongo...

—Deberías estar alegre, has atraído a un dios a pesar de tu carácter del demonio.

—Ay, sí, que bailo de la alegría...

—¿Ves? Usas tus tontos sarcasmos conmigo, que fea manera de tratar a los demás.

—A aniquilarlos por no ser como yo.

—Pero...

—¿Ves que no es bonito mostrar los defectos de los demás?—se sienta en el asiento del piloto.

—No tengo defectos, soy un ser todopoderoso que es la perfección en persona.

—Ya te dije que me vale eso. No pienso venerarte o algo así. Dios o no, estás trabajando conmigo de una manera más íntima de lo que haría una deidad. Las deidades son imparciales.

—Quiero tener algo mucho más íntimo contigo... pero no quieres.

—Y luego me preguntas que si eres molesto. Y no, ya te dije que no quiero contigo.

.
.
.

𝕿𝖗𝖆𝖙𝖔 𝖈𝖔𝖓 𝖊𝖑 𝖉𝖎𝖆𝖇𝖑𝖔 •~𝔅𝔩𝔞𝔠𝔨 𝔵 𝔊𝔯𝔞𝔫𝔬𝔩𝔞~•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora