Capítulo V

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Un pequeño niño de tan solo diez años corría como alma que lleva el diablo.

Tan rápido como sus piernas le permitieron siguió llevando el ritmo para no ser alcanzado por aquellos sujetos que interrumpieron la paz de todo su planeta.

Ya sabía que era su pesadilla una y otra vez, terminaba igual. Pero aún así, aunque no lo admitiera, siempre lo aterraba

Entró a una estructura que aún seguía en pie parecida a una iglesia. Empujó las grandes puertas como pudo y entró. Pero los pasos de aquellos monstruos hacían retumbar el suelo. Un gruñido se oyó y desde el tejado vio cara a cara a ese mono gigante, quien mostraba sus grandes colmillos, dispuesto a matar.

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—¿Qué te sucede? Pareces un muerto.

—Nada...—Su cabello estaba bastante desaliñado y bajo sus ojos se veían unas muy notorias ojeras.

Segunda noche con este tipo y ya tenía pesadillas, genial.

—No soy mucho de preocuparme por este tipo de cosas, pero ¿Te sientes bien?

—No. En mi vida creo que me he sentido bien.

—Ujum...

—Solo necesito completar esta misión y de verdad me sentiré bien conmigo mismo.

—Uy, tienes sed de sangre, ¿eh? Pues permiteme decirte que estoy ansioso porque esto empiece. Sólo te pediré una cosa a cambio.

—¿Ahora qué?

—Quiero que me dejes a Vegeta solo para mí. Tenemos algo pendiente él y yo.

—Te dejo al otro, el príncipe es mío.

—Ay, perdón, no sabía que tenías algo con el principito.

—¡No empieces!

—¿Que no empiece con qué?—camina a su alrededor y se coloca detrás, tomando sus hombros—Vamos, déjame a Vegeta, deseguro cuando veas a Son Goku sentirás unas ganas de matarlo que no dejarás rastro de su odiosa existencia y te olvidarás del príncipe.

—Ya veremos.

—Es un avance. Pero quiero aclararte algo, cuando lo veas no pienses mal de mí. Tendremos cierto parecido pero eso tiene una explicación—aparta la silla que había allí y se sienta al lado del peli-verde.

—Y ahora saldrás con otra tontería como la de que eres un dios.

—Ya te dije que es cierto. Y... respecto a mi parecido con Son Goku, es porque le robé el cuerpo en otra línea temporal.

—Mira, soy muy escéptico y no te creeré hasta que me demuestres lo contrario. O... puedes decirme toda la verdad y veré si te creo o no.

—Si yo te digo la verdad sobre mi pasado, tú deberías hacer lo mismo.

—¿Por qué? Ya te dije lo que tenías que saber.

—No todo.

—Era un niño, no recuerdo todo al pie de la letra.

—¿Ves? Ya me dijiste que cuando todo ocurrió eras apenas un chiquillo.

Suspira—Ok, está bien.

—Veamos, por donde empiezo...

—Quizás por decirme quien eres en realidad. Si le robaste el cuerpo al saiyan, supongo que eras diferente y no te llamas Black.

—Buena solución, corazón. Bien, todo empezó porque vi su poder luego de un torneo. Además, ya estaba planeando llevar a cabo mi plan cero mortales. Maté a mi maestro, luego de haber buscado respuestas a mis dudas sobre las súper esferas del dragón. Pedí mi deseo y así fue como conseguí este cuerpo tan lleno de poder.

—A ver, a ver, a ver... ¿Cambiar de cuerpo con un mortal no es algo incongruente con tu ideología?

—Lo es. Pero, mi anterior cuerpo como Zamasu no era muy fuerte a comparación del de Son Goku.

—Zamasu, eh... prefiero llamarte Black. Y sigue siendo incongruente, ¿por qué no pedir más poder?

—Eh...

—¿Eres tonto? Podías haber hecho eso.

—Mira, en su planeta él es considerado un héroe y eso le dio más peso a la muerte de su mejor amiga, su esposa e hijos, el sufrimiento por el que hice pasar al hijo de Vegeta.

—¿Por qué diablos me metí a trabajar con un genocida?

—Eres cazarrecompensas, es casi lo mismo.

—Yo necesito ese dinero, tú lo haces por un capricho de dios. Oh, no puede ser, los mortales me dan asco, me da ansiedad verlos tan campantes...

—¿Te estás burlando de mí?

—¿Tú qué crees, cerebrito de nuez?

—Creo que eres muy grosero con mi divinidad.

—Métete esto en la cabeza, no te considero mi dios, tú solo eres un idiota encaprichado con querer matar a los que no estén de acuerdo contigo y tu estúpido y enfermo ideal, igual que un mortal.

—¡Oye, eso me ha ofendido y mucho! ¡No me compares con los sucios mortales!—Se había levantado de su silla y puesto las manos en la mesa, mirando al menor con enojo.

—¿Y qué piensas hacer al respecto? Parece que nadie te lo había dicho, te comportas igual de egoísta que nosotros los mortales. ¿No lo entiendes? No has cambiado el mundo con ese plan tuyo. Lo haces un infierno para los demás que no tienen nada que ver con los que ensucian todo, los que lo hacen ser un mundo horrible siguen ahí, pero los  demás son solo víctimas. Black, entiendo que estés muy frustrado ahora mismo, pero... no estás haciéndole un bien a nadie. En cambio yo, matando a Freezer, que ha masacrado y esclavizado razas enteras, liberaré la mayor parte de este universo que vive con miedo de que se aparezca y con solo un toque suyo su planeta desaparezca convirtiéndose en polvo... piensa lo que te digo—Se levanta de la mesa y le da unas palmaditas en el hombro, levantó lo que ensució para desayunar y se fue.

—No puedo creer... que me haya dicho eso.

Lo había callado, por primera vez no tenía como contraatacar a todo lo dicho por el ceresiano. Contundentes fueron cada una de sus palabras, las cuales dejaron pensando al moreno.

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Tengo una inspiración que tengo que aprovechar, por eso actualizo seguido.
Que luego me quedo sin ideas y se va todo a la pitufichingada.

𝕿𝖗𝖆𝖙𝖔 𝖈𝖔𝖓 𝖊𝖑 𝖉𝖎𝖆𝖇𝖑𝖔 •~𝔅𝔩𝔞𝔠𝔨 𝔵 𝔊𝔯𝔞𝔫𝔬𝔩𝔞~•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora