Capítulo II

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Estaba Granola ya en su nave, deseaba solo poner el piloto automático y dormir, estaba exhausto.

—Oatmeal, no nos ha seguido ¿o sí?

~No, pero es probable que lo haga, es bastante insistente.

—Entonces mejor me apresuro a irme.

—¿A dónde irás, dulzura?

Al oír su voz volteó al instante—¿Otra vez tú? ¿No te cansas?

—La verdad es que esa palabra no va conmigo.

—Y tampoco redención, por lo visto.

Lo intenta acorralar en el panel de control—Más que por el trato vengo para averiguar algo... porque no confesaste lo que querías...

—Pues porque en ese momento de verdad quería que me dejaras en paz... ahora también quiero eso. ¿Qué tan difícil es hacértelo entender?

Black estaba tratando de entrar con todo y tenía una idea. Ese hombre parecía no saber que es ese sentimiento llamado amor. Y eso estaba a su favor.

Si lo trataba bien podría convencerlo. Ya intentó por la fuerza... ahora sería por las buenas, cosa que debió ser al revés.

—Vamos, solo quiero ayudarte.

—¿Por qué?

—¿Por qué? Pues... quiero deshacerme de Goku y Vegeta.

—No sé quienes son esos.

—Ellos dos son los saiyans a los que buscas.

—¿Qué? Óyeme bien, no estoy para jueguitos tontos, ¿Entiendes, cerebrito de nuez? Yo estoy buscando a dos saiyans y a Freezer, es cierto, pero no me vas a engañar con esas tonterías.

—¿Crees que estoy mintiendo? Soy un dios, los dioses no mienten.

—Sí, y yo soy un Yadarat...—lo toma de su Gi—¿Qué tengo de especial para que no puedas desistir y buscar a alguien más? ¿Eh? ¿Me has estado buscando precisamente a mí o qué?

Con esas preguntas se le prendió el foquito al peli-palmera. Sonrió levemente mirando al ceresiano.

—Quizás me gustes...

—¿Eh...?

—Y por eso quiero que tú seas quien me ayude.

—Ajá... no te creo, ¿Sabes? ¿Crees que eres la primer persona que me dice eso?

—La verdad es que no tienes pinta de ser tan deseado.

—¿Eso debería de importarme? Solo me quieren por beneficio, cosa que buscas tú. Y no, aunque me lo pidas de mil y una formas diferentes, no dejaré que me ayudes. Tengo a Oatmeal de mi lado, me tengo a mí mismo y no necesito a un extra como tú. ¿Entiendes ahora o no?

—Perdona, no te escuché, corazón, ¿Qué decías?

—Uigh...—lo suelta—Quiero verte fuera de mi nave en este mismo instante, patán.

—Pero que horrible forma de tratar a tu único invitado.

—Te invitaste solo. Lárgate.

—Ok, como quieras.

Granola vio como se dirigió a la salida. Volvió a los controles para presionar una serie de botones y encender la nave.

—Agh, no puede ser cierto. ¿Qué se cree?

~¿Oíste como te llamó?

—¿Qué dices?

~Te llamó dos veces de una forma demasiado cariñosa. Tiene una gran osadía.

—Eso no me interesa, peor viniendo de él—despegó e iba saliendo de la atmósfera de ese planeta.

~El paquete está seguro, Granola.

—Muy bien.

Se coloca en el asiento y se apoya al respaldar dando un suspiro mientras subía a Oatmeal a su frente, quitándolo de su ojo derecho.

—Que día...

~Oye, Granola, ese tipo no parecía tener intenciones de hacerte daño.

—Quiero olvidarme de él y ese comentario no me ayuda.

—¿Ah, en serio?

Se fija detrás de él—¡Pero, me lleva la...! Tú... eres insoportable.

—Cuidado con tus palabras, corazón.

—No me llames así de nuevo si no quieres que te tire al espacio y te mueras al quedarte sin oxígeno.

—Uy, que miedo—Nota que estaba sin el lente cubriendo su ojo, viendo el color rojizo que tenía este—Vaya, sin esa cosa puesta eres más atractivo.

—Cierra la boca, imbécil.

—¿Estás molesto, lindo?

—Sí que lo estoy. Pero parece que no me podré deshacer de ti...

—Solo si acabas conmigo, cosa que no será tan sencilla.

—¿Y por qué mejor no te vas a la punta de un cuerno? Te lo pido como favor, eh.

—Ay, por favor, niño.

—¿Cuántos años crees que tengo?

—Eh... ¿veinticinco...?

—Tengo el doble de eso.

—Y yo mucho más que el cuádruple de eso.

—Pues que viejo estás... ¿Ya mero te mueres de un infarto o algo así? Sería un alivio.

—Ja ja, no corazón, no moriré por algo tan humano como eso.

Saca su arma y lo apunta—Esto quizás lo haga.

—No, esa cosa no va a matarme tampoc—Fue interrumpido al ser disparado por esa arma, había logrado paralizarlo por completo y cayó al suelo.

—Ups, perdón, no fue mi intención...—Fingió una voz dulce con arrepentimiento—bueno, en realidad sí lo fue. Quédate ahí—volvió a su tono neutro que utilizaba siempre.

~Vaya...

—¿Qué?

~Parece que te gusta que esté tras de ti.

—¡Ja! Primero muerto a que este siga molestandome.

~¿Y por qué no lo sacas de la nave ahora que está paralizado?

—Tengo que llevar ese paquete rápido a casa, no tengo tiempo para paradas innecesarias. Además... no creo que moleste en un buen rato. Ja ja...

𝕿𝖗𝖆𝖙𝖔 𝖈𝖔𝖓 𝖊𝖑 𝖉𝖎𝖆𝖇𝖑𝖔 •~𝔅𝔩𝔞𝔠𝔨 𝔵 𝔊𝔯𝔞𝔫𝔬𝔩𝔞~•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora