¿Nuestra primera cita?

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A la mañana siguiente, los rayos de sol pegando en sus ojos despertaron a
Taehyung de su profundo sueño. Abrió los ojos por completo, y entonces se percató de que... no había nadie junto a él.

¿Acaso... lo había soñado todo?

En ese momento, Jimin entró en la habitación.

—¡Taehyung, al fin despiertas! Ya casi es mediodía.

—Me... ¡¿Mediodía?!

—¿Acaso Yoongi y tú no durmieron anoche? —una expresión pervertida apareció en el rostro del pelirrojo.

—¡Cierto, Yoongi! ¿Dónde está él? —Taehyung se levantó de la cama, un poco más despierto.

—Ah, Yoongi... Él... bebió un café temprano y luego se fue. No quiso despertarte para despedirse. —sonrió levemente.

—S-se fue... —murmuró el pequeño castaño para sí. —¿No dijo nada más?

—Ah, me pidió que te diera las gracias. Por todo.

El menor sonrió ante aquellas palabras. Y sonrió aún más cuando recordó a su hyung durmiendo junto a él la noche anterior.

—Tal vez... debería llamarlo. —murmuró buscando su teléfono en la mesita de noche.

—De acuerdo. Jungkook y yo te esperamos para unas partidas cuando termines. —sonrió mostrando su teléfono, mientras la voz del pelinegro le llamaba del otro lado del pasillo.

El menor asintió y se sentó en su cama, marcando el número de su hyung, con una ligera sensación de nervios.

Segundos después, la ronca voz de Min resonó del otro lado de la línea.

¿Taehyung?

—¿Por qué... no me despertaste? Quería saber si habías dormido bien. —una leve sonrisa adornó su rostro.

Lo siento. Te desvelaste por mi culpa así que pensé que querrías dormir...

—¿T-te diste cuenta? —su rostro se sonrojó. Le había besado la cabeza muchas veces. ¿Yoongi lo sabría?

Algo. La verdad es que dormí profundamente gracias a ti. —soltó una pequeña risa y el castaño sintió que se derretía.

—E-eso es bueno. Puedes venir siempre que quieras, hyu- Yoongi.

¿Aún no te acostumbras a llamarme por mi nombre? —sonrió de lado.

—¡Es que-! ... No, la verdad no... —murmuró tímido. Hubieron un par de segundos de silencio. —... Yoongi... ¿Puedo preguntar algo?

¿Hm?

—Uhm... —unas finas gotas de sudor brotaron en su frente mientras intentaba encontrar las palabras para preguntarle acerca de aquella persona que le gustaba. —T-tú... sobre anoche... uhm... —apretó los ojos y como estaba tardando tanto, simplemente dijo lo primero que vino a su mente. —¿Quieres salir conmigo? —abrió los ojos y enrojeció completamente. —¡Me refiero a-! N-no de una forma romántica, no es como si estuviera pidiéndote que- —la risa del rubio interrumpió sus tartamudeos.

No sabía de esta faceta tuya. — sonrió un poco. Hace solo unas semanas creía que Taehyung era un niño mimado, raro y odioso. Pero ahora, ¿le estaba invitando a salir con esa tierna y nerviosa voz, que iba de la mano con sus características mejillas rojas y aquellos ademanes que hacía con las manos cuando no encontraba las palabras correctas? Aún le resultaba difícil aceptar que había tenido creencias erróneas durante tanto tiempo.

—¿Faceta?

¿Te parece hoy en la tarde? La verdad es que quería salir a buscar un trabajo de medio tiempo pero-

—¡Te ayudaré a buscar! Iré contigo.

¿En serio? Entonces... pasaré por ti. Nos vemos.

—A-adiós... —sonrió, cortando la llamada.

Se tiró en su cama y cubrió su carita con sus manos, esbozando una sonrisa cuadrada. Se sentía como un completo tonto. Sabía que Yoongi quería a alguien más, sin embargo, ¿por qué salir con él le hacía tan feliz? No tenía oportunidad alguna y aún así...

—Espera... ¿realmente no tengo ninguna oportunidad? ¿Qué tal si pasar tiempo conmigo le hiciera... olvidar a esa persona? —susurró.

—¡Taehyung! —la voz de Jimin le sacó de sus pensamientos.

—Ah, ¡ya voy! —se levantó y, olvidando aquello por ahora, fue con los demás a jugar videojuegos.

🍬

Ahora mismo, podríamos describir a Kim Taehyung como un manojo de nervios. Habían almorzado hace un rato y de casualidad mencionó sobre salir con Yoongi durante la comida, que constó únicamente de sopas instantáneas, ya que la señora Kim y los pequeños habían ido a visitar a una tía.

Debió suponer que los demás se emocionarían exageradamente y le ayudarían a alistarse, como si fuese Cenicienta.

—O-oigan, ya les dije que solo lo acompañaré a buscar un trabajo de medio tiempo. ¿Es necesario que me vista tan bien? —preguntó mientras Jungkook revolvía su ropero y Jimin le peinaba en una dirección y otra para buscar su mejor ángulo.

—¡Claro que sí! —respondieron al unísono, con tono enérgico.

—Taehyung, tienes una personalidad maravillosa. —habló Jimin.

—Pero tu apariencia es demasiado adorable, ¡deberías ser más atrevido! —completó Jeon, sacando una camisa negra y los pantalones más ajustados que encontró. —Deberíamos comprarte ropa nueva un día de estos... —murmuró.

—¡Mi ropa está bien, no me hagan lucir tan obvio! —se sonrojó al ver las prendas, sobre todo aquellos pantalones que había recibido como regalo hace un tiempo, y le habían quedado algo apretados.

—Cállate y ve a vestirte. —el pelinegro le dio la ropa y le empujó hacia el baño.

No le quedaba de otra.

Se vistió rápidamente y luego de mirarse al espejo (con algo de sorpresa pues no estaba acostumbrado a verse así), regresó con los demás.

—¿E-están seguros de esto?

Ambos cupidos guardaron silencio.

—¡Completamente, te ves increíble!

—Taehyung, ¿de verdad eres tú? Nunca te había visto así. —el pelirrojo le miraba sin poder evitar sonrojarse.

Y el timbre sonó en ese momento.

—¡Yo abro! —Jungkook corrió hacia la puerta.

—Suerte, Taehyungie… —le sonrió Park, tomando sus hombros. —Espero que logres algún avance. —le guiñó el ojo, acomodando su cabello una última vez.

El menor soltó una risita.

—No sé qué haría sin ti. —frotó su carita en el pecho de su amigo y luego se separó.

—¡Taehyung, Yoongi te espera! —Jungkook le llamó.

—Ah, no olvides tu chaqueta por si hace frío. —Jimin le alcanzó un abrigo.

—Gracias. Ya me voy. —le dio una sonrisa cuadrada y se fue corriendo por el pasillo.

Tenía que admitirlo.

Ver al chico que amaba corriendo a los brazos de otro... dolía un poco.

Notitas para Yoongi hyung~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora