Pijamada

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—B-bienvenidos. —Taehyung sonrió, abriendo la puerta un poco tímido.

Yoongi había venido.

—¡Buenas tardes, señora Kim! Gracias por recibirnos hoy. —Jungkook agradeció haciendo una leve reverencia, que el rubio imitó en silencio.

No había sido difícil conseguir el consentimiento de su madre para hacer una pijamada; es más, la señora Kim aceptó con gusto, pues rara vez su hijo traía amigos a casa. De seguro aquello le haría bien.

Y ahí estaban todos ahora. El castañito se había encargado de llamar a Jimin, y Yoongi, por su parte, había sido contactado por Kook, quien le había dicho que una noche de chicos era todo lo que necesitaba para liberar estrés y distraerse. Aceptó sin dudarlo. Cualquier cosa era mejor que estar en su casa, después de todo.

Caminaron por el pasillo hasta la habitación de Taehyung.

—Pónganse cómodos donde quieran. Hye dormirá con mamá, así que dos de nosotros pueden dormir en su habitación.

—Suena bien. —el menor de todos sonrió viendo algunos peluches sobre la repisa del castaño, al igual que algunos materiales de arte desparramados por ahí. Y una cámara. —¿Es tuya? —la tomó cuidadosamente y le echó un vistazo. —Nunca mencionaste que te gustara el arte o la fotografía.

—¡A-ah! E-es que... me resulta un poco embarazoso... —sonrió tímido bajando la vista.

—¿Por qué? —preguntó ahora Yoongi, viendo algunas fotografías de paisajes y objetos colgadas en una de las paredes. —Las tomaste tú, ¿no? Son bastante buenas.

Taehyung se sonrojó exageradamente. Era la primera vez que alguien más, aparte de su madre y Jimin, veía esas fotografías. Le hacía feliz que a su chico le gustaran.

—G-gracias, hyung... —murmuró jugando con sus dedos.

—Vamos, olvida eso. Dime Yoongi. —le sonrió levemente, y Taehyung sintió que su corazón salía de su pecho. Aquella mirada y aquella sonrisa le volvían terriblemente débil, y si no hubiese sido porque estaba sentado en el suelo, probablemente hubiera caído de rodillas.

Solo atinó a asentir, con una pequeña sonrisa enamorada que no pudo reprimir, y entonces Jimin habló, intentando romper aquella atmósfera de caramelo que hacía que Taehyung se viera tan obvio.

—Entonces, ¿qué es lo que vamos a hacer?

—Sinceramente es la primera vez que estoy en una pijamada. Por mí está bien si solo dormimos. —Yoongi habló, haciendo al par de cupidos reír.

—¡Claro que no! Debemos desvelarnos haciendo cosas divertidas. —Jungkook se levantó y fue por su teléfono. —¿Qué tal unas partidas de Arena of Valor? —propuso. Él le había mostrado ese juego a Taehyung antes, y eventualmente Jimin lo descargó también. Yoongi era el único con cara de no entender nada. —No te preocupes, MinMin, te daré mi teléfono para que juegues con los héroes mejorados que tengo. —le dio una sonrisa de conejito y cambiaron teléfonos.

—De acuerdo, pero no me llames MinMin. —alzó una ceja, recibiendo una caricia juguetona en su cabello, que lo dejó completamente despeinado.

Fue cuestión de minutos para que todos se encontraran en una partida, luchando en equipo por derribar las torres y destruir el núcleo enemigo.

Al mayor no le gustaban mucho los videojuegos, pero hasta Jungkook se sorprendió de la habilidad que presentaba desempeñando el papel de guerrero en el equipo. El pelirrojo, por otro lado, tomó la línea del tirador, y Taehyung, como siempre, eligió jugar como mago. Estaba de más decir que Jungkook se encargó de la jungla. Era su rol favorito y sin duda eso lo convertía en una imparable máquina de matar.

Eventualmente ganaron, y tras un par de partidas más, los estómagos de todos empezaron a pedir un bocadillo.

—¡Yo me encargo! —el pequeño anfitrión fue corriendo a la cocina y trajo trozos de bizcochuelo de miel para todos, y por qué no, unos cuantos dulces y golosinas.

—Tengo una idea, juguemos verdad o reto. —propuso Jimin, masticando. Era hora de poner las cosas interesantes. —Usemos... tu botella de agua, Tae. —tomó la botella que estaba en la mesita de noche, aquella de la cual Taehyung bebía cada que se despertaba sediento de madrugada, y la puso en el centro. —Bien, tomaremos turnos para girarla, y quien lo haga puede elegir la pregunta o el reto para la otra persona.

—¡Que comience Yoongi! —sonrió Jeon, dándole un empujoncito para que girara la botella.

—De acuerdo. —murmuró, y cuando la botella se detuvo, levantó la vista. —... Jimin. ¿Verdad o reto?

—Supongo que reto.

—Besa a Taehyung.

Todos, incluso Jungkook, se sonrojaron. El juego había empezado intenso. ¿Acaso Yoongi estaba haciendo sus propios esfuerzos para ayudar a Jimin con Taehyung? No, no podía ser.

El de cabellos rojizos rió. —Vaya, pensé que pedirías algo de verdad complicado. —sonrió negando y tomó las mejillas de su pequeño amigo para dejar un besito en su frente, recibiendo una risita y una pequeña sonrisa cuadrada como respuesta.

—¿Es en serio? —Min alzó una ceja.

—No especificaste en dónde debía ser el beso. —Jungkook rió, tomando la botella para darle un impulso y hacerla girar. La tapa apuntó a Taehyung. —Tae, ¿verdad o reto?

—Uhm... verdad.

—¿Cuál es tu secreto más íntimo? Prometemos no decirle a nadie. —sonrió, y todos los ojos se posaron sobre él, esperando a que hablara.

—O-oh... Uhm... p-probablemente... el hecho de que... —enrojeció bajando la vista. Su corazón latía muy rápido. —... soy gay. —murmuró jugando con las puntas de sus dedos.

Un par de risitas se oyeron.

—Eso ya lo sabemos todos, tontito. —rió Jungkook.

—Pero... ¿no creen que es raro? —levantó la vista con timidez.

—¿Por qué lo sería? Yo también lo soy. —le dio una contagiosa sonrisa de conejito, que hizo sentir seguro al castaño.

—Y yo. —Jimin se unió.

Luego todas las miradas se dirigieron al rubio, esperando a que hablara.

—Yo no. —pronunció, y Taehyung sintió algo quebrarse dentro de él. Una punzada fría en su estómago le hizo apretar los labios, y entonces el más pálido habló de nuevo. —Yo me considero pansexual. No creo que el género o el sexo sean importantes, mientras sea amor.

Y esas palabras hicieron que Taehyung regresara a la vida, al igual que el color en sus mejillas. Oír aquello incluso le hizo sentirse orgulloso de su forma de pensar.

Vaya que estaba siendo una noche agitada.

Notitas para Yoongi hyung~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora