Fueron dieciocho minutos realmente largos para Taehyung, allí en la sala de espera, hasta que finalmente el mayor regresó. Y bastaba con un rápido vistazo a su rostro para notar que había llorado hace poco; sus ojos enrojecidos brillaban, no de la forma que a Taehyung le gustaba, y su nariz, tan roma y blanquita, ahora se veía como un pequeño melocotón, rosada y suave.
Pero él sonreía conforme. Se acercó a la secretaria, tomando un respiro del aire fresco de la sala, e intercambió algunas palabras, que el más pequeño interpretó como la reserva de la siguiente cita.
Y entonces, Min Yoongi caminó hasta él.
—Hyung... —hizo una pausa y buscó las palabras por un momento. —¿Qué tal fue? —le preguntó entonces con delicadeza.
Él le dedicó una pequeña sonrisa. —Se sintió muy liberador haber sacado todo eso fuera. —confesó bajando la vista, como si quisiera ocultar sus facciones húmedas de los ojos del castaño.
—¿Te sientes un poco mejor? —el pequeño le tomó por los hombros con suavidad para reconfortarlo mientras él asentía, y allí notó que aún soltaba pequeñas lagrimitas a escondidas.
Así que lo abrazó.
—Hey... está bien llorar, no tienes que esconderte. —sus propios ojos se volvieron brillosos mientras le acariciaba el cabello. —Yo estoy contigo. Todo estará bien. —le prometió con su voz dulce, mientras el acogedor abrazo se volvía más apretado.
Y ciertamente, el castañito tenía la razón. Porque cada lágrima que Yoongi soltaba, aligeraba un poco la carga que llevaba en el corazón, y le permitía respirar mejor a medida que los hipidos cesaban y lograba calmarse de a poco.
Estuvieron así uno o dos minutos, y después subieron al ascensor para regresar a la planta baja y salir, mientras Yoon limpiaba su rostro de nuevo con uno de los pañuelos que Taehyung acababa de darle (pañuelos que el menor había llevado específicamente para eso, porque sabía que su hyung podría necesitarlos). Salieron del edificio y caminaron sin un rumbo específico, simplemente siguiéndose el uno al otro.
—Bueno... —Min rompió el silencio, una vez calmado y repuesto. —Creo que ya lloré suficiente. ¿Qué te parece si ahora hablamos de ti y eso que te tiene tan disperso? —sugirió con el afán de ayudar. —¿Está todo bien?
—Uhm... ¿Podemos sentarnos por aquí? —habían llegado a un parque cercano, y el mayor asintió, sintiendo que las copas de los árboles les sentarían bien a ambos como refugio.
Se sentaron apoyando la espalda en el tronco de un gran árbol, y entonces, sin previo aviso, el rubio le tomó por el hombro y le hizo recostarse en sus piernas.
Las mejillas de Taehyung se encendieron tan rápido como una ampolleta y lo miró a los ojos, buscando una explicación.
—La psicóloga tenía un sofá muy cómodo donde podías recostarte para hablar. —le dijo. —Tal vez mis piernas no son igual de cómodas pero... ¿te sientes relajado estando así?
"No, para nada. Siento que el corazón me va a explotar en cualquier instante si tienes tus ojos clavados sobre mí de esta forma."
—Sí. G-Gracias, Yoongi. —mintió.
De cualquier forma, no quería levantarse de allí por nada del mundo.
Y entonces le habló de Jimin. Le habló de todo ese tiempo en el que habían sido los mejores amigos que podían existir, de las travesuras, de las pijamadas, de todos los dulces que habían comido juntos, y finalmente, de cómo el pelirrojo lo había besado con tanto amor y pasión, antes de dar media vuelta e irse sin decir nada más.
—Yo... n-no lo entiendo. —en ese punto, su expresión se tornó confusa e incierta. —Él nunca me trató de una manera que me hiciera sospechar que sentía algo por mí. ¿Será que me quiso hacer una broma? —intentó apaciguar la incredulidad, aunque estaba claro que no lo había sido.
Yoongi suspiró con calma. —Si te soy honesto, yo ya sabía que le gustabas. —admitió, a lo que el contrario alzó las cejas. —Y, de hecho, pensaba que él te gustaba también.
—¿Qué? P-para nada, Jimin es mi mejor amigo, y realmente lo quiero, pero... pero no así... —él jugaba con sus manos con inquietud.
—¿No? Mmh, entiendo. Supongo que lo pensé porque ustedes se ven felices cuando están juntos. —murmuró viendo el cielo y las nubes pasar. —Lo que dije esa noche en la pijamada, sobre el beso... también fue por eso. Perdón si fue incómodo.
—Ah... descuida, ya lo había olvidado. —esbozó una corta sonrisa mientras recordaba vagamente las cosas que habían pasado esa noche.
"A Yoongi le gusta alguien más". Ese recuerdo era el que se repetía siempre al final.
De cierto modo, entendía lo que debía sentir Jimin en ese momento, a pesar de que no había sabido nada de él desde el beso. A fin de cuentas, ambos estaban enamorados de un chico que amaba a alguien más.
Y entonces pensó en cuán diferente habría sido la vida si él simplemente se hubiera enamorado de Jimin en vez de Yoongi. Ambos habrían evitado pasar por mucho.
Pero no Yoongi.
La razón por la que se acercó a él fueron esos sentimientos tan fuertes que le invadían el pecho, como si fueran crías pujando ansiosas por salir a ver el mundo. De no ser por ello, el rubio habría continuado estando solo en esa vida que se negaba a sonreírle. Completamente solo.
Las cosas solo eran como debían ser, simplemente.
Aún así, las siguientes palabras salieron de su boca con melancolía. —Qué fácil sería todo si uno pudiera escoger a quien ama, ¿no, hyung?
Él asintió volviendo la vista a sus ojitos oscuros. —Mmh. Te habrías enamorado de Jimin en ese caso, ¿cierto?
—Supongo que sí. Es que... también me gusta alguien, pero a esa persona le gusta alguien más, así que... es un poco difícil de llevar. —admitió riendo un poco. —Aunque ya decidí que me voy a olvidar de eso. Es mejor así.
—¿De verdad? —Kim asintió, aún apoyado en sus piernas. —Entonces, espero que puedas enamorarte de nuevo de alguien que sí sea capaz de ver lo maravilloso que eres. Te lo mereces.
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Notitas para Yoongi hyung~
Fanfic"Jimin dijo que si no me atrevía a hablarte, lo mejor es que te escribiera notitas. Además, dejé un osito de caramelo con esta~ Espero que disfrutes del dulce tanto como yo disfruto verte sonreír. ¡Ten un buen día, hyung!" En donde Taehyung escribe...