—¿Estás mejor? —aquellas palabras sacaron a Taehyung del pequeño trance en que se encontraba. —Estoy bien, no tienes que preocuparte. —Yoongi soltó sus mejillas suavemente para que el pequeño pudiera terminar de secarse.
—No lo estás... —susurró Taehyung, frotando sus ojitos.
—Lo estoy.
—¡No lo estás!
Silencio.
—... Tienes razón. No lo estoy. No estoy bien. —el rubio murmuró, desviando la vista. Era la primera vez que alguien se enteraba de lo roto que estaba, porque también era la primera vez que él tenía el valor de expresar cómo se sentía.
Y era sumamente liberador poder contarle todo aquello a alguien, a pesar de que nunca se imaginó que ese alguien sería el pequeño Kim Taehyung, aquel torpe pero inteligente chico que nunca había llamado su atención antes, tal vez porque parecía muy inmaduro, o quizá porque parecía de las típicas personas que tenían una vida fácil y feliz sin esfuerzo aparente, justo lo contrario a él.
Quizás, en el fondo de su corazón, Min Yoongi sentía celos de él. Celos de la familia que tenía, de sus capacidades, que no aparentaba a simple vista... del hermoso y puro corazón que poseía.
Yoongi sentía celos de la inocencia del chico a su lado.
Levantó ligeramente la vista.
—... Oh, ya dejó de llover.
Se levantó del sillón, y de inmediato sintió su muñeca ser apresada por una tibia mano.
El castaño tenía la vista baja. Sabía que si miraba arriba, se iba a sonrojar demasiado, más de lo que estaba por haber llorado. También sabía que si hablaba, su voz temblaría, y eso le haría sentir inseguro.
El mayor se mantuvo en silencio. Entendía que Taehyung seguro se preocupaba porque llegara a aquella fría casa, y más aún, por el escenario que pudiera llegar a encontrar.
Esbozó una leve sonrisa y se separó de él suavemente. Ya le había reconfortado lo suficiente por hoy.
—... ¿Hyung?
—Gracias, Kim Taehyung.
—¿Por qué... me agradeces de la nada?
—Por llorar por mí. —dijo bajito. —Pero ya no lo hagas más. No eres alguien que debería llorar. —rodeó la mesita y se terminó el té de su tazón, a pesar de que ya estaba enfriándose. —Sonríe la próxima vez que nos veamos, ¿de acuerdo? —lo despeinó suavemente al pasar por su lado y se dirigió hasta la puerta. —Adiós. —dijo antes de salir.
El pequeño secó su rostro nuevamente. Tenía una terrible mezcla de emociones, y no sabía cómo sentirse. Levantó la vista, soltando un suspiro, y entonces vio su paraguas colgado en el perchero, al otro lado de la habitación.
Se levantó rápidamente, y en un parpadeo, ya estaba saliendo de su casa con el paraguas en la mano.
Miró a un lado y a otro. ¿Por dónde se había ido Yoongi? Corrió sin pensarlo mucho y, al llegar a la esquina, vio una rubia cabellera cruzando la calle más allá.
—¡Hyung! —gritó volviendo a correr.
Yoongi tenía los audífonos puestos, por lo que solo se detuvo cuando vio al pequeño castaño detenerse frente a él, jadeante.
Se quitó los audífonos. —¿Taehyung?
—Toma. Por favor... quédatelo. —dijo apoyado en sus rodillas, respirando fuertemente, luego de darle su paraguas.
—Pero... ¿por qué? Ya no llueve.
—Porque lloverá mañana. Y tal vez pasado mañana. —se irguió y le miró con un leve sonrojo. —E-el reporte del clima... dice que lloverá mucho estos días. —dijo bajando la vista. Su corazón latía aún más rápido luego de haber corrido.
Y Yoongi soltó una alegre risita, que sorprendió a Taehyung enormemente, porque era la primera vez que lo oía reír.
—Eres adorable, ¿te lo han dicho? —sonrió negando y tocó su hombro suavemente, a modo de despedida. —Regresa ya. Hace frío.
Y sin decir nada más, continuó su camino, llevando consigo su nuevo paraguas, mientras que Taehyung tenía una sonrisa de oreja a oreja luego de aquellas palabras.
"Yoongi hyung dijo que soy adorable... y se preocupó por mí... ¿Significa que le importo? Tal vez... ¿me quiere? ¿Aunque sea un poco? Quizás me quiere un uno de cien. ¿O de cincuenta?"
Regresó a casa luego de ver atrás una última vez.
"Definitivamente, haré que ese uno crezca."
🍬
Los días pasaron. Justo como dijo Taehyung, llovió cada día después de eso, por lo que Yoongi no se había separado de su paraguas para ir al instituto, ni para regresar a casa en la tarde.
Soltó un suspiro antes de abrir la puerta. Ya era la hora de salida y hoy no había entrenamiento, así que no le había quedado más opción que regresar temprano.
Su madre estaba en el living, como casi siempre, bebiendo con un hombre alto y robusto, de aspecto tosco.
—Yoonie, te presento al señor Choi. —dijo ella entre risitas.
—¿No dijiste que estaríamos solos? —murmuró aquel hombre, exhalando el humo del cigarrillo.
—Claro. Yoonie solo está de paso, ¿no es así cariño?
El rubio ni siquiera tuvo ganas de contestar. Simplemente salió de allí dando un portazo, con una enorme sensación de asco y rabia.
En días como estos, la biblioteca era una buena opción, pues era cálida y silenciosa. Se encaminó a paso rápido y pocos minutos después llegó, cerrando el paraguas y dejándolo en la entrada.
Soltó un suspiro y se paseó por los pasillos, viendo los libros con poco interés. Le gustaban más los sillones, por lo que continuó de largo y entonces... se encontró con que su sillón favorito estaba siendo ocupado por alguien más.
Y ese alguien era Park Jimin.
Se quedó allí de pie, pensando si debería acercarse a saludar, cuando de pronto el pelirrojo levantó la vista por mera coincidencia y sus miradas se encontraron.
—Hey, Yoongi. —sonrió, haciendo que sus ojos desaparecieran en finas líneas.
—Park. —saludó, acercándose.
—¿Viniste a hacer algún trabajo?
—No precisamente. —se encogió de hombros, y se sentó en el sillón contiguo.
—Ya veo. —Jimin sonrió dejando su libro de lado. —Por cierto, parece que la semana pasada estuviste en casa de Taehyung. No me digas que están haciéndose mejores amigos a mis espaldas. —sonrió de lado. Era la oportunidad perfecta para sacarle información.
—Tranquilo, no voy a quitártelo. —Yoongi dejó su mochila de lado.
—¿Ah, sí? Entonces, ¿qué intenciones tienes con mi bebé?
Jimin fue directo al grano. No sabía si la respuesta le agradaría. Pero ciertamente, para él, la felicidad de su adorado TaeTae estaba primero.
Después de todo, secretamente, él siempre había estado enamorado de su pequeño mejor amigo.
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Notitas para Yoongi hyung~
Fanfiction"Jimin dijo que si no me atrevía a hablarte, lo mejor es que te escribiera notitas. Además, dejé un osito de caramelo con esta~ Espero que disfrutes del dulce tanto como yo disfruto verte sonreír. ¡Ten un buen día, hyung!" En donde Taehyung escribe...