En ese momento la tarde comenzó a helar, así como los sentimientos del pelirrojo. Porque, con un corazón que se resquebrajaba cada día un poquito más, ¿cómo iba a cobijarlos?
Ahora se sentía un poco perdido. Lo que había escuchado, ese amor tan fuerte del castañito hacia Yoongi, no era nuevo para él. El hecho de que fuera un sentimiento tan antiguo y duradero, y que Taehyung se lo hubiera dicho de esa manera tan llena de ilusión, era lo que le había golpeado con fuerza. Él definitivamente no estaba preparado para haber escuchado algo como eso.
Es que, si el chico que amaba nunca iba a amarlo, ¿tenía algún sentido decirle lo que sentía? Se suponía que el plan era decirlo para poder quitarse el peso de encima y poder continuar con su vida, justo como había decidido en la hora del almuerzo. Pero después de lo que su amigo había dicho, Park se sentía acobardado. Tal vez fuera porque una pequeña parte muy al fondo de su corazón esperaba que esa confesión rindiera algún fruto.
Qué tontería...
—Vaya... —se recuperó con prontitud, sin más opción que asimilar la información tan rápido como pudo. —Eso es... adorable, Taehyung. —una risita brotó de sus labios. —Y pensar que llevas tanto tiempo amando al mismo chico... —desvió la mirada lejos de esa sonrisa cuadrada a la que esas suaves mejillas rojas adornaban. Ya no podía verla un minuto más.
—No se siente como si fueran años, pero lo son. —él sobaba uno de sus brazos en un gesto de timidez mientras reía bajito. —Bueno... ¿qué querías decir tú, ChimChim? Hace un rato te interrumpí, lo sien-
—Taehyung. —lo miró de frente, soltando un suspiro para poder sacar todo lo que tenía guardado. —Perdóname, ¿sí? —pidió dando un paso al frente.
—¿Qué? Pero si ya te-
Jimin no lo escuchó. Ignorando por completo sus palabras, tomó las mejillas del más pequeño y, aún sabiendo que probablemente se arrepentiría después, unió sus labios a los de él, besándolo lento y con calma como tantas veces había imaginado que lo haría si tenía la oportunidad.
"Lo siento, Taehyung", pensó en ese momento. "De verdad perdóname. Lo que estoy haciendo es muy egoísta de mi parte, y me siento todavía peor haciéndolo porque sé que no me amas. Pero yo te amo tanto que me parece injusto haber dado todo lo que di por ti todo este tiempo y no haber recibido nada más que una sonrisa que ni siquiera era para mí.
Perdóname, pero tomaré este beso de ti a cambio de todo lo que te di. Te besaré por todo el tiempo que tú o el aire de mis pulmones me lo permita para traspasarte con mis labios todo lo que tengo adentro del corazón. Porque aquí, que está roto, ya no puedo tenerlo más.
Por eso, cuando me separe, espero ya no amarte. Mi amor por ti ha sido el sentimiento más bonito que he tenido, es verdad. Pero eres como una rosa. Mientras más me aferro a ti, más me duele, y ya no puedo aguantarlo.
Ojalá Yoongi pueda algún día amarte con al menos la mitad de la fuerza con la que yo te he amado. Te aseguro que serías muy feliz entonces."
Y se separó.
🍬
—¡Taehyung, por aquí! —el de cabellera rubia se levantó del asiento en la sala de espera y se apresuró a su encuentro. —Hola. Pensé que ya no venías. ¿Tuviste problemas para llegar?
—Ah... No, es que... subí en ascensor y me... equivoqué de botón. —murmuró luciendo un poco fuera de sí, como si su cuerpo estuviera allí pero su mente en un lugar completamente diferente, en una especie de modo automático.
Esto a Yoongi le pareció extraño. En clases había estado igual de distraído, y hace un momento ni siquiera le había saludado. Y si bien él no era la clase de persona a la que le preocupaba mucho el respeto de los menores hacia los hyungs, sin duda eso no era propio de Kim.
—Hey... ¿te sientes bien? —le buscó la mirada inclinándose un poco. —¿Pasó algo ayer? Te noto un poco extraño desde la mañana. —le invitó a sentarse para esperar hasta que lo llamaran.
—Uhm... es un poco largo de explicar. —se sonrojó con ligereza ante el fugaz recuerdo que le cruzó por la cabeza mientras mantenía la vista en su regazo.
—Podemos hablar después de esto si quieres. —ofreció dándole una corta caricia en el cabello para reconfortarlo.
No sabía qué clase de cosas preocupaban a alguien como el castañito. Pero quería estar ahí para escucharlo, de la misma forma que el menor estaba ahora junto a él en el centro de salud para brindarle apoyo.
Pronto, su nombre fue pronunciado por una joven mujer de prendas celeste pastel. Y Yoongi se levantó para caminar por el blanco pasillo mientras su amiguito le deseaba suerte, asegurándole que todo estaría bien.
"Si tan solo hubiese conocido a Taehyung hace un par de años, la vida no habría sido tan difícil...", pensaba mientras sus pies cruzaban el umbral de la puerta para llegar a la pequeña habitación donde, sentada detrás de su escritorio, la psicóloga lo esperaba.
Era la primera vez que iba a terapia en todo ese tiempo. En toda su vida, en realidad. Y mentiría si dijera que no sentía un poco de temor por ello; después de todo, tenía que abrirse y mostrar todo lo que llevaba guardado para que la psicóloga pudiera ayudarle, y no sabía si iba a ser capaz de hacerlo sin quebrarse.
Al menos, la presencia de Taehyung, aunque fuera en la sala de espera, le daba fuerzas.
La sola existencia del castañito le daba la fuerza y el coraje que necesitaba para seguir adelante.
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Notitas para Yoongi hyung~
Fanfiction"Jimin dijo que si no me atrevía a hablarte, lo mejor es que te escribiera notitas. Además, dejé un osito de caramelo con esta~ Espero que disfrutes del dulce tanto como yo disfruto verte sonreír. ¡Ten un buen día, hyung!" En donde Taehyung escribe...