Punto muerto

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La nota apareció en su casillero, como habían hecho todas las demás. El rubio la tomó y luego de leerla, soltó un largo suspiro.

"Tal vez debería decirle que ya sé quién es. No tiene sentido que siga enviándolas."

Caminó por el pasillo, llevando la nota en su bolsillo, entre sus dedos, y buscó a Taehyung. No sabía exactamente dónde estaba, así que recorrió un poco hasta que finalmente dio con él en la biblioteca.

El castañito estaba leyendo un libro mientras Jimin le acompañaba, inmerso en algún vídeo de su teléfono.

Se acercó y los saludó.

—Hola. Taehyung, ¿puedo hablar contigo?

—Ah, c-claro. —le miró, expectante.

Y Yoongi miró a Jimin de reojo antes de volver a hablar.

—A solas. Por favor. —pidió, y Jimin miró a Taehyung una última vez antes de levantarse, despeinándolo de paso.

Era raro que Min hiciera una petición así. ¿Qué estaba sucediendo?

—Siento haberlos interrumpido. —el mayor se sentó frente a él.

—No, no estábamos haciendo nada importante. —Taehyung puso un papel de dulce en el libro que leía, a modo de marcapáginas, y lo cerró, dejándolo de lado.

Su hyung observó sus acciones en silencio. —Te gustan mucho los dulces, ¿no es así? —sonrió para sus adentros.

—Ah... sí. Bastante. Ya no los como tanto como antes pero... los disfruto. —se sonrojó un poco. Comer dulces le hacía sentirse un poco infantil.

—Hm. —Yoongi asintió.

—Entonces... ¿esto es por lo de la... la terapia? ¿Conseguiste cita? —el menor se inclinó un poco hacia él mientras hablaba. Supuso que no le habría contado a nadie más que sus amigos cercanos y que, naturalmente, quería mantenerlo en secreto.

—No, no tiene que ver con eso. Aún no consigo el número. —se rió por la ternura, al tiempo que sus ojos, por un instante, brillaban, arqueándose en ese efímero gesto.

"La forma en que sus facciones sonríen con él... Lo he visto muy, muy pocas veces, pero ¿algún día seré capaz de olvidarlo?"

En realidad, quería hablar sobre esto. —sonrió un poco, y sacó la nota que traía en el bolsillo.

El más pequeño palideció por completo, sintiendo su cuerpo helarse desde la piel hasta sus entrañas.

"Se acabó. Ya lo sabe. Se acabó..."

—H-hyung... y-yo... —pronunció, pero el aire ya no hacía sonido al pasar por sus cuerdas vocales. Bajó la vista rápidamente.

Yoongi supo por esa reacción que su suposición era cierta. Dejó la nota en la mesa, con calma. —Quizás puedas decirme de qué se trata esto, ¿no?

—Lo siento... —se disculpó en un hilo de voz, aunque ni siquiera tenía idea de por qué lo hacía.

—No tienes que pedir perdón, es normal que lo ocultaras. Pero, ¿puedes decirme qué intenta Jungkook con todo esto?

—¿Jungkook? —lo miró confundido.

—Él es el autor de las notas que he estado recibiendo, ya lo sé. Pero no entiendo porqué me dice estas cosas... así. Me resulta curioso.

"Jungkook... Ah, ¡claro, ya lo recuerdo! Ellos se hicieron amigos por el malentendido de hace un tiempo. Yoongi creyó que él le había enviado una de mis notas, pero pensé que ya lo habían aclarado entre ellos. ¡Casi metí la pata!"

—Pensé que tú lo sabrías, así que vine. ¿Qué es lo que intenta decirme?

—Uhm... —carraspeó, rascando su nuca. —¿No deberías preguntarle eso a él? De hecho, y-yo no sabía que él te escribía estas cosas... —tomó la nota para darle un vistazo, intentando disimular el manojo de nervios que era ahora.

—Oh, ¿entonces solo lo sabía Jimin?

—Jimin... ¿lo sabe? Ya veo, así que era su secreto. Yo no tenía idea de nada de esto. —sonrió en una especie de mueca.

—Ya veo. —asintió y volvió a tomar el papelito para guardarlo. —Sé que Jungkook y tú se han vuelto muy amigos. Pensé que sabías qué tramaba. Siento haberte molestado por nada.

—N-no, está bien. —sonrió un poco, viendo la mesa. Había dicho una mentira tras otra, y aunque no había sido con mala intención, se sentía un poco avergonzado como para verlo a la cara.

—Aunque también es verdad que pensé que pronto iba a decírmelo. —se levantó y dejó la silla en su lugar.

—¿Habrías preferido que te hablara a la cara desde el principio?

Yoongi detuvo su andar, y volteó a verlo una última vez.

—Sí. No me gusta que jueguen conmigo. Prefiero a las personas que son directas y no se andan con rodeos. —el corazón de Taehyung se estrujó una vez más. —En fin, el timbre está por tocar, así que le hablaré más tarde. Nos vemos.

Y se fue.

Al más pequeño le costó reaccionar, o siquiera moverse, luego de haber escuchado eso. Cierto. Yoongi no era como todos los demás. Tal vez debió haber pensado dos veces en cómo reaccionaría al recibir esas notas de un desconocido...

Y de golpe, volvió a sus sentidos como una computadora que se reinicia, y tomó su teléfono de su bolsillo para llamar velozmente al pelinegro.

—¡Jungkook! Tenemos un problema muy grande. —habló desesperado.

Estaba en medio de una partida multijugador, me van a reportar AFK. —se quejó.

—¡Eso no importa! Yoongi va a hablar contigo en la tarde, ¡piensa que tú eres quien le envía las notas!

Oh oh...

—¿Qué vas a decirle? ¡Pensé que le habías explicado esa vez!

L-lo siento... Se me fue.

—Aunque le digas que no sabes nada, él irá y le preguntará a Jiminnie. Yo escribí que fue Jimin quien me dijo que le enviara notas. Ay, ¿por qué lo hice? —apoyó la cabeza en la mesa, mientras se lamentaba.

Ya está hecho, Kim Caramelo. Le diré que no fui yo, y entonces Jimin tendrá que cubrirte. Inventen algo para que puedas seguir con esto, estoy seguro de que funciona. —le animó desde el otro lado de la línea.

—Es que... no sé, hyung dijo que prefería que le dijeran las cosas de frente. No quiero mentirle más. —ahora el castañito sonaba triste. —¿Crees que hice mal al empezar todo esto?

Nunca. —dijo con convicción. —Tú lo amas. Hiciste todo esto porque querías estar cerca de él, y funcionó.

—Y... ¿qué debería hacer ahora? —susurró, sintiéndose perdido, como si hubiese llegado a un punto muerto.

Tal vez... —Jungkook lo pensó un momento, y soltó un largo suspiro. —Tal vez sea momento de que le digas la verdad.

Notitas para Yoongi hyung~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora