Notitas para Yoongi hyung~

El plan perfecto

Hubo un pequeño silencio mientras una fina lluvia hacía cosquillas al techo de la biblioteca.

—... ¿Tu bebé? ¿Acaso son novios? —Yoongi sonrió de lado. Las mejillas del pelirrojo se encendieron como su cabello. —La verdad es que lo sospechaba. Se nota lo mucho que se quieren. —encogió sus hombros, poniéndose cómodo en su sillón.

—Y... ¿n-no te molesta esa idea? —Park alzó una ceja, algo nervioso.

El rubio negó con la cabeza, como si fuera algo completamente sin importancia para él y, cruzando sus brazos sobre el pecho, cerró los ojos para relajarse un poco.

—C-como sea, no somos pareja. Y no respondiste a mi pregunta. —frunció el ceño levemente.

—¿Por qué tan interesado en saber?

—Porque... ¡Porque me preocupo por él, es todo!

—Tranquilo, no le haré daño a tu chico. —le molestó con expresión seria, pues había empezado a darle sueño.

—¡E-él no es mi-!

—No conozco mucho a Taehyung... pero sé que es lo suficientemente inocente como para no tener ni idea de lo que sientes por él. Deberías decirle... —la voz del más pálido se apagaba como si estuviera a punto de caer dormido.

Jimin apenas lo notaba, pero aquel chico era bastante bueno leyendo a las personas. Qué ironía.

Soltó un suspiro.

—No vale la pena... —murmuró desviando la vista. Yoongi levantó la mirada a pesar del sueño, buscando un porqué. —Le gusta alguien más. —Jimin encogió los hombros.

Decir aquello ya prácticamente no le dolía para nada. Estaba muy acostumbrado a ver a Taehyung derretirse por Yoongi.

Y lo amaba tanto, que sólo quería verlo ser feliz con el chico de sus sueños, aunque no fuera él.

—Da igual. —sacudió un poco su cabeza y le miró. —A ti... ¿te gusta alguien? —preguntó, a pesar de que el mayor parecía haberse dormido. Soltó un suspiro y volvió a leer su libro, buscando respuestas para su investigación.

—Supongo. —le oyó decir segundos después. —Aunque hace mucho no veo a esa persona.

Jimin abrió un poco sus ojos mientras leía el libro. Aquella respuesta no era precisamente lo que esperaba oír, pero ya no se atrevió a continuar preguntando, pues muchas dudas inundaban su cabeza ahora y solo quería pensar.

Sobre todo, le preocupaba el cómo se lo tomaría Taehyung.

No quería verlo sufrir. No ahora que las cosas estaban saliendo tan bien.

🍬

—¡Ésta vez prometo que voy a derrotarte! —el castaño tomó de nuevo la pistola y apuntó hacia la pantalla. Batir el récord de Jeon Jungkook parecía imposible al principio, pero ya estaba acercándose.

—Lo dudo. He batido cada récord en este arcade alguna vez. —sonrió de lado, cruzando sus brazos. Taehyung perdió segundos después. —Te lo dije.

—Agh, los disparos no son lo mío. —hizo un pequeño puchero y miró alrededor. —Oh, ¿qué tal ese? —apuntó hacia un colorido juego de baile.

—Bien. Te reto a un duelo con la canción que quieras.

—¡Hecho!

Presionaron un par de botones antes de pararse sobre las brillantes baldosas, y segundos después, CACTUS de A.C.E inundó los oídos de ambos, haciendo que comenzaran a presionar los botones bajo sus pies, al ritmo de la canción.

Aún no llegaban al coro, pero sus rostros sin duda sudaban como nunca.

—¡No te dejaré... elegir la canción... nunca más! —jadeó el pequeño Jeon, dando hasta sus últimas energías para mantener su combo. —¡Ésta es demasiado difícil!

Recibió una risita cansada como respuesta, en medio de la fuerte música. Taehyung ya había jugado esa canción antes, por lo que tenía cierta noción de cómo debía moverse, y eso le daba ventaja.

Terminaron la partida, y aún con su gran destreza en los juegos, Jeon Jungkook quedó segundo, algunos puntos por debajo de Taehyung, que había establecido un nuevo récord para aquella canción.

—¡Gané! —celebró con sus últimas energías, antes de sentarse en el suelo junto a su cada vez más cercano amigo. Ambos intentaban recuperar el aliento, mientras veían las tiras de tickets salir de la máquina sin parar. —... ¿Qué podemos canjear con todo esto?

—Hmm...

...

—... ¿Es en serio? ¿Los cambiaste por un peluche de conejo rosa? —el castaño sonrió algo burlón. Aunque tenía que admitir que ese conejito era bastante adorable y se vería muy lindo adornando su repisa de peluches.

—¡Claro que sí! Era el más lindo que había. —el menor sonrió abrazando al conejito y enterrando su carita en la pancita de éste. —Huele rico.

—¡Déjame tenerlo un ratito! —Taehyung estiró sus brazos, recibiendo el premio que habían ganado juntos para frotar su carita contra la suave felpa.

Ambos parecían niños pequeños.

Salieron de allí, y se dirigieron a casa del castaño, bajo su nuevo paraguas. Habían acordado reunirse aquella tarde de viernes para pasar algo de tiempo juntos y por supuesto, hablar sobre Yoongi y los pequeños avances que había tenido Taehyung durante la semana.

—¿Y le has escrito más notitas?

—Últimamente no... —murmuró el castaño, abrigándose más. Habían sudado y la lluvia helada probablemente les haría enfermarse. —Planeaba darle un pequeño obsequio con mi siguiente nota, pero no sé qué le gustaría...

—Uhm... déjame ver... —su pequeño amigo llevó una mano a su mentón, buscando alguna cosa en su cabeza que fuera buena idea, y entonces sonrió. —No tengo ni la menor idea.

Taehyung se atoró con su propia saliva y tosió.

—¡Pensé que tenías algo bueno! Además, ¿no se supone que eres cercano a Yoongi? Deberías como mínimo saber una o dos cosas que le gusten. —infló una mejilla con molestia, a lo que el pelinegro rió.

—Lo sé, lo siento. Es solo que ahora mismo no se me ocurre nada. —tomó el conejo de entre los brazos del mayor y lo abrazó para conservar algo de calor en su cuello. —Pero creo que ambos sabemos que si hay algo que no le gusta, es estar en su casa. Podrías invitarlo a salir, y así de paso te enteras por ti mismo de las cosas que le gustan.

Kim Taehyung relajó su expresión y le miró. —De hecho es buena idea. Aunque te olvidas de un gran detalle, y es que-

—"Que no puedo pasar más de cinco minutos junto a Yoongi hyung sin derretirme, sonrojarme, ni babear por él." —le imitó, llevando una mano a su frente de forma dramática. Recibió un pequeño golpe en el hombro. —De acuerdo, perdón... Aunque... ¿no crees que teniendo a Jimin o a mí cerca es más fácil? Es decir, creo que te sientes más confiado cuando estamos todos. —le sonrió.

—Es verdad... Podríamos salir todos juntos durante el fin de semana.

—¿Bromeas? Mañana y el domingo habrá tormenta. —Taehyung apretó sus labios al oír aquello. Lo había olvidado. —Pero podríamos hacer algo como... no sé... ¿una junta en casa de alguien?

—¡Una pijamada! —sonrió cuadrado. Era el plan perfecto. —¿Crees que hyung acepte venir si lo invitamos?

Jeon sonrió de lado.

—Eso déjamelo a mí.