Nota #6

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A pesar de que el sol brillaba tenue, había algo de viento fuerte afuera cuando Yoongi se marchó después del almuerzo.

Le gustaba Taehyung... Pero ¿y ahora qué?

Todas las dudas que podían surgirle en esta situación vinieron a su mente:

"¿Sentirá lo mismo?

En ese caso debería decirle.

Pero ¿y si no es así?

Entonces arruinaría la amistad que tenemos.

¿Debería conformarme con ser su amigo?

O... ¿debería buscar algo más?

Al menos, tengo la seguridad de que le gustan los hombres...

¿Debería decirle a Jungkook o a Jimin?

Ellos saben más de estas cosas.

¿Alguien como yo es suficiente para alguien como él?

Quizás tengo posibilidades...

¿Cuándo es el momento apropiado para decirle?

Lo de Jimin es relativamente reciente, no quiero abrumarlo...

¿Qué debo hacer...?"

Daba vueltas y vueltas a todas estas preguntas y decidió, finalmente, que lo mejor era consultar con una de las personas más sabias y de más confianza que tenía: su psicóloga.

Entró a la consulta días después, en la hora que acordaba su citación, luciendo un poco más reservado que de costumbre, y hasta algo tímido.

—Yoongi, bienvenido. —la joven mujer de blusa celeste cielo le dio una sonrisa confiable. —¿Cómo has estado estos días?

—Uh... bastante bien. Mejorando, creo. Me esfuerzo en ello. —se sentó frente a ella del otro lado del escritorio como pocas veces lo hacía, ya que prefería el cómodo sofá de cuero.

—¿Sí? Eso está muy bien. —ella hacía unos cuantos clics mirando hacia la pantalla de la computadora. Luego tomó un cuadernillo y buscó un poco entre las páginas para encontrar la ficha del joven. —Cuéntame, ¿qué has estado haciendo? ¿El trabajo va bien?

—Sí, el trabajo... Todo está bien. El señor Hansuk es muy bueno conmigo y la cafetería va genial. Estudiando también me va mucho mejor. —la mujer tomaba breves apuntes mientras él hablaba. —Estoy recibiendo ayuda con eso.

—Me alegro. —hizo una pausa y luego levantó la vista. —Y... ¿qué hay sobre tus padres, Yoongi? —preguntó ella con cuidado. Ese era el tema más delicado de todos.

—Igual que siempre. —murmuró él con la mirada algo perdida en la superficie del escritorio y un ceño que se le había fruncido sin que lo notara. —Discuten cada vez que se ven. Aunque ya no se golpean ni se lanzan cosas. O quizás dejaron de hacerlo delante de mí, no lo sé. —soltó encogiendo los hombros. —No lo sé y no me importa.

—Siento que esta vez tienes una mentalidad diferente respecto a eso, Yoongi. ¿Qué fue lo que cambió? —preguntó suavemente.

—He decidido que ya no debe afectarme, es todo.

—Pero lo hace, y lo sabes. —el chico apretó los labios ante la verdad. —Como tu psicóloga, respeto tu decisión de mantenerte al margen y no denunciar lo que sucede en tu casa porque eres mayor de edad. —él asintió lento. —También comprendo si necesitas más tiempo para dar el paso pero, por favor, no dejes de hacerlo. —le pidió, casi como súplica.

Yoongi permaneció en silencio, con las palabras haciéndole eco.

—Nunca podrás cerrar ese ciclo ni sanar del todo si no ayudas a tus padres a salir de eso. Tú mismo necesitas salir de eso. —recalcó ella.

El chico pasó las manos por su rostro. Sí, sabía que tarde o temprano tendría que poner fin a eso. Y lo sabía mejor que nadie.

—Es verdad... Sé que tengo que solucionarlo, es solo que... —hizo una pausa. —... ahora mismo no es lo que realmente me importa.

—¿Y qué es, entonces?

Los cabellos rubios enmarcaron su rostro levemente sonrojado. —Yo... creo que me enamoré.

—¿Es así? —ella se apresuró a tomar nota. —¿Y cómo te hace sentir eso?

—Estoy un poco embobado... No he podido pensar en casi nada más.

Era notable su falta de interés en la relación con sus padres, pero el motivo, de alguna forma, ciertamente lo justificaba: la psicóloga podía notar que se trataba de algo importante para él.

—¿Quieres hablarme un poco más de eso?

—Uhm... ¿recuerda que le hablé de... Taehyung?

—¿Tu amigo Taehyung es quien te gusta? —el chico asintió. —Es genial saberlo. Amar a alguien es maravilloso, y más si es alguien como él. —ella se alegró genuinamente. —Recuerdo que me dijiste que es muy cálido y amable, y que te apoya mucho.

—Es verdad... Por un momento pensé que podía estar confundido por eso pero... lo he pensado tanto y... mientras más lo pienso, más convencido estoy de que lo quiero. Aunque, a la vez, tengo muchísimas dudas. No sé qué hacer con esto que siento. —confesó. —No quiero... arruinar nada.

—Lo entiendo muy bien. Enamorarse de un amigo tan cercano siempre es difícil. Pero ¿qué tal si trataras de preguntarle a alguien de su círculo? Tienen amigos en común. ¿Crees que ellos sepan qué siente él?

—Jimin es su mejor amigo y pensaba preguntarle si sabe de sus sentimientos pero... no lo sé. Quizás podría hablar con Jungkook. Aunque... de todos modos, yo estoy feliz simplemente estando cerca suyo.

—Entiendo. El miedo a que las cosas salgan mal siempre está. —él coincidió. —Pero pienso que es mejor intentarlo a pensar por siempre en lo que podría haber sido, ¿no lo crees?

—Supongo. Lo pensaré.

Ese día, Yoongi salió de la consulta con una meta en mente: tenía que saber, de alguna forma, qué sentía Taehyung. Lo último que recordaba era que el castañito había dicho que estaba olvidando a alguien. ¿Sería el momento apropiado? Tampoco es que pretendiera intentar conquistarlo; esa clase de cosas no eran lo suyo. No sabía cómo conquistar.

Y de repente, una mañana, una pequeña nota apareció de nuevo en su casillero después de mucho tiempo, pero sin el dulce.

"Quiero olvidarme de ti, hyung, es lo mejor. ¿Podrías dejar de gustarme, por favor?"

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⏰ Última actualización: Jun 15, 2023 ⏰

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