El día había sido realmente agotador para Taehyung. Ser el general no era una tarea sencilla que digamos. Tenía una responsabilidad y deber con su nación al ir al mando de los soldados que lucharían por el próspero bienestar de todo Joseon.
El castaño estaba realmente acostumbrado a cuidar y entrenar a su gente. Desde muy joven el aprendió a sobrellevar la inmensa carga de ser el general al mando. Además de que después de varios años luchando contra el ejército japonés, finalmente esta sería la última y decisiva batalla.
Pero, ¿Por qué era que estaba tan preocupado y agotado mentalmente? Pues, hace tan solo unos días, el rey le anunció que esta vez llevaría consigo a nuevos soldados. Los cuales, entre ellos tenían al joven oficial Jeon. Oficial que más que ser simplemente eso, era una de las personas más importantes en su vida.
Todos se sorprendieron al saber que el oficial los acompañaría en esta batalla. Los oficiales tenían el deber de cuidar y proteger el reino a través de los mandatos y cargos que prosperaban la nación, no iban tomando armas e interviniendo en las guerras así sin más. Ningún soldado podía evitar preguntarse cuáles serían los motivos para estar en batalla. Jungkook nunca comentó nada al respecto.
Pero Taehyung si lo sabía.
Aun dentro de la carpa; Taehyung sentía como el aire nocturno se colaba por la entrada de esta. Anunciando que alguien estaba entrando. Instantáneamente Taehyung volteó para verificar quién entró, cruzando miradas con el oficial Jeon Jungkook.
—¿Acaso le he asustado general?— Habló el pelinegro burlonamente, mientras lentamente se acercaba a Taehyung.
Taehyung no pudo evitar posar sus brazos sobre él. Reposó su rostro contra el hombro de Jungkook, mientras movía la cabeza lado a lado, en forma de negación a su pregunta. Poder abrazar al menor, le transmitía calma.
—Para nada. ¿Qué haces aquí tan tarde pequeño?—Preguntó con preocupación—Jimin me informó que te has estado sintiendo realmente mal hoy. No te sobre esfuerces con los entrenamientos ¿De acuerdo?
Taehyung pudo notar como Jungkook esbozaba una pequeña sonrisa, mientras sentía como Jungkook lo rodeba con sus brazos en un cálido abrazo.
—No te preocupes, los malestares tienen un porqué.— Susurró Jungkook, descolocando un poco a Taehyung por la respuesta—Tranquilo. Créeme que no es nada malo TaeTae, mañana será la batalla y debes estar concentrado en ello.
Taehyung miró como el rostro del pelinegro se iluminaba con lo anterior dicho. Le preocupó un poco, pero después tomó sus cálidas mejillas y le repartió cortos besos por todo el rostro, hasta finalmente, besar sus labios.
—Por cierto—Jungkook intervino—Vine a verte porque hoy te vi muy ido. ¿Todo bien amor?
No quería tener que decirlo. Taehyung no sabía que responder con exactitud, pues era verdad, en todo el día no pudo evitar pensar en la batalla de mañana. No podía evitar pensar en todas las posibilidades de lo que podía suceder mañana. Y más aún teniendo esta vez a su cuidado a Jungkook.
—Yo... Yo tengo miedo.—Finalmente confesó—No quiero que termine mal, no quiero- no quiero que te lastimen—Jungkook lo escuchaba atentamente—¿Si no ganamos? El rey... Todo por lo que luchamos hasta ahora. Soy egoísta, pero... No se que haría si algo malo te pasa por mi culpa.
Por unos instantes Jungkook se quedó en silencio. Pues sí, había sido su idea el aceptar la propuesta del rey y venir a luchar en batalla. Jungkook deseaba que finalmente así el rey cediera dar su aprobación a la relación que ambos habían mantenido en secreto.
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Guardián Del Alma | TaeKook
FanfictionDinastía Joseon, Año 1598 La guerra finalmente había terminado. Indudablemente todo el pueblo celebraba y el regreso del general era ansiado por muchos. Pero nadie esperaba que el general Kim Taehyung trajera en sus brazos el cuerpo de la persona qu...