Dinastía Joseon, Año 1598
La guerra finalmente había terminado. Indudablemente todo el pueblo celebraba y el regreso del general era ansiado por muchos.
Pero nadie esperaba que el general Kim Taehyung trajera en sus brazos el cuerpo de la persona qu...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Este no era el plan.
El aura amenazante de Jungkook no lo dejaba ni respirar. Tan solo tenerlo así de cerca. Le dolía.
Mientras aquel reloj dentro del aula sonaba con cada segundo que avanzaba, Taehyung no podía evitar traer recuerdos fugaces en su mente y sin darse cuenta, estaba llorando.
Lloraba porque por un momento, su mente le jugó una mala pasada, al igual que su corazón.
—Te soltaré si me dejas explicarte qu-...—Jungkook se detuvo al notar como pequeñas gotas rozaban la mano que tenía sobre el rostro del castaño— Espera, espera, no llores... No llores. Maldición, no pensé que llorarías yo...
Al mirarlo fijamente sintió como una punzada en su pecho comenzaba a hacerle presión. Su intención no era hacerlo llorar, pero por más extraño que sonara, tenerlo así de cerca y ver como las lágrimas caían por sus mejillas, le dolía. Le dolía como el infierno.
Como aquella vez. Cuando tuvo que despedirse de su madre por última vez.
Jungkook rápidamente dejó de ejercer fuerza sobre él y lo empujó lo más lejos que pudo. Provocando que Taehyung retrocediera inconscientemente por el impacto con la pared.
No podía verlo. O más bien, no quería verlo.
Su mirada estaba perdida. Como si ver las lágrimas del castaño le hubieran causado un recuerdo instantáneo que desearía borrar de su mente.
En ese momento, sentía como las voces dentro de su cabeza regresaban para atormentarlo, como si por arte de magia se tratara.
"¡Ayúdame!"
"¡No me abandones!"
"Sálvame."
"Perdón."
Al no poder resistir más los cientos de voces Jungkook retocedió y se sentó sobre el frio suelo, ignorando por completo al castaño. Estaba harto de las voces. Fue ingenuo. Fue ingenuo de su parte creer que finalmente todo estaría mejor.
Mentira.
—Por favor deténganse. — repitió en susurros— Por favor, paren de una maldita vez.
Taehyung, quien aún estaba algo ido, se recostó sobre la pared detrás de él para evitar caer. No sabía qué hacer. Quería seguir llorando, pero no podía hacerlo. No al notar como Jungkook se tapaba violentamente los oídos y murmuraba cosas.
Algo no está bien.
"Debes hacer algo..." pensó aun viendo como Jungkook sufría. Taehyung le gritaba a su cuerpo porque se moviera y tratara de hacer algo por el pelinegro, pero no podía.
Porque una voz dentro de él le repetía incontables veces que Jungkook estaba muerto, que no regresaría nunca. Aquella voz le seguía diciendo lo mismo al ver cada detalle del pelinegro.
"No es él. No es él. No es él."
"No es Jungkook, no es nuestro Jungkook."
Era un dilema que aún le costaba entender. Aún si Hoseok, o Soobin le hayan dicho lo mismo, le costaba entender que aquel hombre que una vez amo más que nadie, no era él. Toda su mente era un caos sin remedio.
Pero...
Un paso.
Tan solo basto un paso para que todos esos pensamientos se rompieran.
—Jungkook...—susurró avanzando lentamente hacia él.
Porque, aunque este no era el oficial Jeon Jungkook, su mirada, aquella mirada que tan solo buscaba consuelo, lo estaban llenando de nostalgia. Aquella mirada llena de emociones indescriptibles lo hacían sentir algo diferente.
—Vete... ¡Vete de aquí! — Jungkook suplicó al notar como cada vez más el castaño estaba cerca de él— Vete antes de que...
Y en ese preciso instante Taehyung lo entendió todo.
Mientras abrazaba a Jungkook, y este se aferraba en él, lo entendió a la perfección. Ya no dudaría más.
Porque él ya no tenía salvación del destino que le deparaba.
Pero si al menos tenía la oportunidad de salvarlo a él...
Lo haría.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
