13.1: Hoseok

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Después de aquellas reconfortantes palabras por parte del menor, Taehyung se sintió mucho mejor. Algo dentro de él le decía que podía confiar en Soobin. De camino de regreso mientras estaba caminando, Taehyung sentía nostalgia. Una tan abrumadora y a la vez dolorosa.

«¿Es así como te sentías Jungkookie?»

Se repetía a sí mismo con una mirada totalmente perdida. Aquella sensación que le hizo sentir Soobin, le recordaba ha aquel día en el que Taehyung también le hizo una promesa a Jungkook. Era cálida. Tan cálida, pero a su vez tan dolorosa. Porque podía sentir como una pequeña y agobiante voz le decía que el menor no cumpliría nunca esa promesa, que fallaría.

Así como lo hizo el mismo.

Taehyung solo podía observar como Soobin, aún con algunos restos de lágrimas secas en sus mejillas caminaba muy concentradamente.

«¿Acaso ha llorado? ¿Es mi culpa?» Quería preguntar. pero sin darse cuenta, Soobin lo miró fijamente mientras decía algo que Taehyung no logró entender.

—¿Dijiste algo?— El castaño preguntó algo desconcertado, volviendo en sí.

Soobin sonrío y aunque fingió algo de molestia, solo bufó y volvió a hablar.

—Dije que ya estamos de vuelta para solucionar todo esto.— Dijo en voz baja, percatándose a lo lejos que Huan-ung estaba acercándose a pasos rápidos y con una mirada llena de preocupación, tal vez duda, al no saber lo que ambos habían estado hablando.

Taehyung al notar como Soobin dirigía la mirada hacia un lado de él, se dio cuenta que estaba mirando a Huan-ung acercarse. Sinceramente no estaba listo para enfrentarlo. En ese momento, se sentía pequeño. Se sentía inútil. La vulnerabilidad jamás había sido un sentimiento que Taehyung supiera manejar, él tan solo quería correr y volver hacia aquel frondoso y brillante bosque.

Ya había pasado por tanto que tan solo al voltear y sentir la presencia de Huan-ung, quiso desaparecer. Porque sabía que la culpa no era ni de Soobin, ni del Dios.

Era suya. Completamente suya.

Taehyung no pudo aguantar más tiempo, y antes de que Huan-ung pudiera pronunciar alguna palabra, las lágrimas vinieron acompañadas de un...

—Lo siento. L-lo siento mucho.— Huan-ung desconcertado por aquellas palabras, notó como Taehyung, aquel mismo muchacho que era un hombre frío en batalla y de muy poca flexibilidad emocional, estaba llorando.—Creíste- Tú creíste en mí. Sería yo quien lo salve ¿Cierto? Iba ser yo quien cambiara ese destino. Pero fallé. ¡Fallé y no pude hacer nada por nosostros!

Taehyung solo pudo agachar la cabeza y vio como lentamente sus lágrimas caían una a una hacia el suelo. Soobin tenía razón. Aquel Dios solo quiso ayudarlos, tan solo cumplió un deseo egoísta de amor que su antepasado le exigió mientras cumpliera su parte del trato, pero sin darse cuenta que aquello terminaría con la vida de quien más amó.

El castaño comenzaba a sentir como el aire se le hacia cada vez mas pesado. Le costaba respirar y la ira acompañada de la tristeza lo sofocaban. Pero de un momento a otro, pudo sentir como alguien tomaba su mano. Y por tan solo un instante, esa sensación era tan familiar que creyó lo imposible.

«¿Jungkook? No... Esta sensación es distinta.»

«Soobin.»

Soobin lo estaba apoyando. Aquellos ojos...

"Te lo prometí Taehyung, no estás solo."  Y con tan solo una mirada y aquel cálido tacto, Taehyung pudo sentir que Soobin le decía esas palabras. Era cierto, esta vez no estaba solo. Esta vez él podría cambiarlo.

Guardián Del Alma | TaeKookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora